Tras las nuevas elecciones Josu Ortuondo (1991-1999) asume la alcaldía durante dos legislaturas. Tras los convulsos momentos finales de la legislatura anterior, estos ocho nuevos años de doble mandato supone un remanso de estabilidad, que coincide en el tiempo con un período económico expansivotras la entrada en Europa. Junto al objetivo de dar respuesta a las necesidades perentorias de la Villa se abre la posibilidad de desarrollar proyectos estratégicos para el futuro de la misma.

Es el momento en que se constituyen dos agentes claves para la comprensión de lo que vendrá a continuación: la asociación Bilbao Metrópoli 30 (1991), como punto de encuentro entre instituciones, empresas y entidades sociales, y Bilbao Ría 2000 (1992), como sociedad pública interinstitucional. Comienzan los trabajos de la primera fase de la ampliación del Puerto Exterior de Bilbao (1992-1998). En 1994, se aprueba el Plan General de Ordenación Urbana, auténtica hoja de ruta del desarrollo de Bilbao en las siguientes dos décadas. Se ponen en marcha los proyectos de  Bilbao Ría 2000 en Abandoibarra (1998-2012), Ametzola (1994-2009) o Galindo (1998-2013). En 1995, la importante obra de Norman Foster del Metro de Bilbao abre el trazado de su primera línea, convirtiéndose en una de las principales arterias de configuración del área metropolitana.

El ocio y sus ámbitos de la cultura, turismo, deporte y recreación van a adquirir un gran protagonismo en el proceso de transformación que se inicia. Dos son las actuaciones de este período que van a destacar sobre todas las demás: el Museo Guggenheim Bilbao, obra de Frank Gehry (que se inaugura en 1997, tras cinco años de trabajos); y el Palacio de Congresos y de la Música Euskalduna Jauregia,  obra de Federico Soriano (abierto en 1998, en el mismo lugar en que otrora se ubicara el astillero).

Las elecciones de abril de 1999 sitúan a Iñaki Azkuna en la alcaldía, para la que volverá a imponerse en otras tres ocasiones (en la última de 2011 con mayoría absoluta).

Tras el importante impulso dado a la proyección exterior, en lo que se ha venido en llamar el efecto Guggenheim, las actuaciones cogen un doble sentido interdependiente y  que busca el equilibrio mutuo: la atracción externa y la cohesión interior.

Es período de concluir algunos de los proyectos emblemáticos de Bilbao Ría 2000, como el master plan desarrollado en Abandoibarra, con obras como la Biblioteca de la Universidad de Deusto de Rafael Moneo, el Paraninfo de la UPV-EHU de Alvaro Siza o la Torre Iberdrola de César Pelli. Se completa el nuevo Aeropuerto de Santiago Calatrava (2000). Se inaugura el Tranvía de Bilbao (2005), completando el trazado y posibilidades del desplazamiento en metro. Y se pone en marcha el proyecto- master plan para Zorrozaurre de Zara Hadid (2012). Todo ello obtiene el reconocimiento internacional a través de diversos galardones como el Premio Lee Kwan Yew World City Prize en Singapur (2011), considerado el Premio Nobel de las Ciudades, y el Premio a las Mejores Prácticas Urbanas en la Exposición Universal de Shanghai (2010).

Desde el punto de vista de los ámbitos del ocio, la sucesión de proyectos, equipamientos y eventos puestos en marcha en este período – Bilbao Iniciativas Turísticas –luego Bilbao Turismo- (1992) Fundación Bilbao 700-III Millenium (1999), Bidebarrieta Kulturgunea, , Zinebi- Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje (puesta al día del tradicional festival con 53 ediciones acumuladas), Bilbo Rock (antigua iglesia del s.XVII transformada), Bilbao Arte (1996), Bilbao Musika, Festival Musika-Musika, Bilbao Exhibiton Centre (2004), Bilbao Eszena (2004), Polideportivo de La Peña (2006), Bilbao BBK Life Festival (2006), Polideportivo de Atxuri (2007), Centro Cultural y de Ocio La Alhóndiga (2010), Polideportivo de Miribilla y Palacio de Deportes Bizkaia Arena (2010), Teatro Campos (2010), Frontón Bizkaia (2011), Proyecto Corazones de Barrio (2011), Proyecto Mapa del Ocio al aire libre (2011), Campo de Fútbol de San Mamés Barria (2013), Proyecto de reforma para los Museo Vasco y Museo de Reproducciones Artísticas (2013) , así como completar las redes de centros cívicos, espacios deportivos al aire libre, zonas de juego infantil, campos de fútbol,…- son un buen ejemplo de la búsqueda de actuaciones que completen la centralidad de ocio del Guggenheim y Euskalduna, junto a proyectos más preocupados de que la ciudad sea un espacio de ocio para los ciudadanos que la habitan.

Se trata, por lo tanto, de la configuración de un ocio y una cultura de proximidad (bibliotecas en red, distritos culturales, cultura de calle, polideportivos, centros cívicos, parques,…) junto a íconos de ciudad (festivales, edificios históricos singulares, museos, sedes para espectáculos,…) y avance hacia Bilbao como una fábrica cultural y, paralelamente, hacia el desarrollo de la cultura ciudadana.

El fenómeno del ocio encuentra su máxima expresión en la ciudad postindustrial surgida a partir de 1983. Nace de la convergencia de grandes proyectos de atracción externa, centralidad y desconcentración, como el Guggenheim o Euskalduna, con otros vinculados a la cohesión social y ciudadana, el desarrollo comunitario o la descentralización, como los centros cívicos, bibliotecas, polideportivos o parques. Y se enriquece con un enfoque cada vez más extendido de equipamientos que integran más de un sentido, pasando de actividades de centralidad (espectáculos y eventos de ocio) a iniciativas comunitarias (ocio participativo y colaborativo) en un mismo proyecto, espacio o equipamiento. El ocio en el Bilbao postindustrial describe un itinerario que va de la búsqueda de cohesión interna y la atención a las necesidades básicas hasta la proyección externa y los grandes proyectos, con un retorno a un ejercicio de sincretismo, de integración de equilibrio entre atracción y cohesión. En difícil ejercicio no exento de incoherencias y contradicciones en uno u otro sentido.

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