No te has enterado, pero entre el 19 de octubre y el 25 de octubre, hubieras podido participar en la consulta pública del documento “Avance de la Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y de Innovación 2013 – 2020“. No sé, habrás estado distraido, porque ha llenado portadas de periódicos y revistas, y programas de televisión en prime-time. El Ministerio está empeñado en lograr la máxima participación en este documento abierto, tal y como plantean los artículos 6 y 7 de la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación…

Estrategia 2020

Es una pena, hubiera podido publicarse unos días más tarde, para hacer coincidir con las festividades de los Difuntos, una celebración que encaja bastante bien con el Sistema de I+D+i en España, y con la Estrategia que nos han presentado. Y con la sociedad que tenemos, que nos dejamos marcar goles como éstos sin enterarnos.

Porque ya sabes que necesitamos dar la vuelta a bastantes cosas, generar una nueva economía que tome el relevo de la vieja, que la tenemos en la UCI (de los datos de la última encuesta de desempleo, sí te habrás enterado, supongo). Y ya sabes que para eso, en Europa se ha definido una estrategia, que entre otras cosas plantea un un objetivo de alcanzar un 3% de inversión en I+D en el año 2020.Países como Japón y Suecia estarán en el 4%… Alemania se ha marcado adelantar el objetivo del 3% a 2015, para que su industria pueda competir contra la China (objetivo de llegar al 2,5% de inversión en I+D sobre PIB en 2020) o la de Korea (4% en 2020).

En España la Estrategia deja ese detalle pendiente de definir, como otros muchos detalles. Lees el documento de 40 páginas, y todo es coherencia, eficiencia, excelencia, transferencia, inteligencia… Pero se les ha olvidado uno, el de la exigencia.

Exigencia, en primer lugar, de que se desarrolle una política económica orientada a reconstruir la industria (sin industria, mal podremos transferir el conocimiento que genere el sistema). Exigencia de que se destinen recursos a la generación de conocimiento en línea con los objetivos definidos en Europa y en todos los países con los que queremos converger. Exigencia de que tengamos una verdadera estrategia de ciencia, tecnología e innovación, apoyada en un sólido sistema de gobernanza público-privado.

Estamos perdiendo muchos trenes, y no os engañéis: la culpa no es del Ministerio, ni del Gobierno, ni de un partido político. La culpa la tenemos todos, nos estamos dejando marcar estos goles mientras estamos distraídos comentando si el rescate vendrá, o no vendrá… ¿cuántos artículos has leído en blogs?¿cuántos artículos en los periódicos?.¿dónde estamos los agentes científico-tecnológicos reclamando un poco de seriedad?..

Mientras tanto, en países como México, se unen las 60 mayores instituciones en Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación y consensúan y remiten al nuevo Gobierno un documento que es una delicia “Hacia una Agenda Nacional en Ciencia, Tecnología e Innovación“: le dicen al Gobierno lo que esperan que haga en estos temas hasta 2018. Recomendaciones prácticas, sensatas, en las que ofrecen corresponsabilidad. Por supuesto, no se olvidan de los recursos, una asignatura que tienen pendiente, igual que aquí…

Mientras tanto, en países como UK, el Gobierno redacta una auténtica estrategia para recuperar la industria y liderar el conocimiento global en un número reducido de apuestas estratégicas. Y Asociaciones como “The Manufacturers Organization” preparan documentos como “The Route to Growth: an Industrial Strategy for a Stronger, Better Balanced Economy“. Espectacular la visión, la ambición, el sentido común…

No sé cómo hacer para cambiar las cosas en el Estado, me desespero un poco… Acudo a todas las charlas a las que me invitan, participo en todas las consultas a expertos en las que cuentan con mi opinión (dos esta última semana…). No sé dónde acaban mis reflexiones, no sé por qué no llegan, no sé por qué la sociedad sigue dormida…

Necesitamos despertar. Pienso que tenemos una ocasión de oro en esta nueva Legislatura en Euskadi de predicar con el ejemplo. De construir una política económica que defienda y fortalezca el tesoro nuestra industria, que nos iguale a Alemania en el objetivo de alcanzar una inversión en conocimiento del 3% en 2015, de revisar en profundidad nuestro sistema educativo, recuperando el tiempo perdido… Pero no es un trabajo sólo del nuevo Gobierno: tenemos que implicarnos todos, tenemos que vertebrarnos y abordar una etapa de exigencia, primero hacia nosotros mismos (si no, ¿cómo podremos reclamarla del Gobierno?).

Vamos, a trabajar, que el hielo rodea el casco, pero no por eso tenemos que darnos por perdidos: “Nunca la bandera arriada, nunca la última empresa

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