Hoy, al salir de casa me he dado cuenta de que he olvidado mis auriculares en casa. Al principio me he sentido molesto, pero no he tardado en agudizar un poco mis sentidos y disfrutar del sol y la brisa suave que nos acompaña a todos por la mañana, sean empresarios con largos trajes, obreros de rostro amable o estudiantes de mochila llena. Además, he sido capaz de escuchar por primera vez en mucho tiempo algo que todos damos por hecho, algo que oímos pero no nos paramos a analizar: la orquesta de la calle. Esa orquesta desordenada y caótica, y al mismo tiempo melódica y familiar. Zapatos de tacón por un lado, la risa de colegiales, un perro en su esquina favorita por otro, y, para completar la sinfonía, un zumbido de motor eléctrico. Perplejo por esta incorporación tan novedosa se me ha ocurrido otear el entorno para averiguar la procedencia de dicho zumbido, el cual me ha recordado al de un coche teledirigido. Sin embargo, las peculiares notas llegaban desde el cielo, no de la tierra, como esperaba, y un dron ha culminado una elegante pirueta en el tronco de un abedul, finalizando así su contribución a la orquesta urbana.
Después de haber presenciado este acto de asombrosa habilidad, el espectáculo me ha impulsado a meditar sobre qué hubiera ocurrido si en vez de un rígido abedul hubiese sido la cabeza de una persona la que hubiera adelantado el aterrizaje del descuidado dron. Por supuesto, esta historia no es cierta, pero podría ser una realidad perfectamente tangible, si bien no ahora, dentro de pocos años. Lo más habitual no es precisamente ver a drones volar por encima de nuestras cabezas constantemente. Por ahora, es una tecnología que no está al alcance de todo el mundo, pero de esta misma forma empezaron los teléfonos móviles hace no más de veinte años, y los resultados son claramente visibles. La velocidad a la que se está desarrollando la tecnología es descomunal y cada semana se pueden apreciar noticias referentes a nuevas invenciones que cambian a pasos agigantados la sociedad en la que vivimos. Por esta razón me he planteado estudiar cuál es la visión que se tiene acerca de los drones por parte tanto de las empresas como de los gobiernos, para así poder analizar las salidas que pueda tener esta rama de la tecnología de la Compañía TYX.
En la actualidad los drones ofrecen un gran abanico de usos a parte del ocio. Sobre todo cabe destacar el apoyo logístico que ofrecen tanto en eventos, en el control de incendios, en el descubrimiento de yacimientos arqueológicos o en el control fiscal. Gracias al gran alcance de dichos artilugios, las tareas más costosas o que involucran un alto riesgo, son efectuadas sin peligro alguno y se logra alcanzar posiciones que serían imposibles para el ser humano. Hay que añadir también que el coste de los materiales necesarios para la creación de drones es muy bajo comparado con otras tecnologías que puedan ofrecer los mismos resultados, convirtiendo así la tecnología de los drones muy apetecible para los empresarios que procuran abaratar los costes de sus misiones.
Sin embargo, no todo son buenas noticias en lo que a drones respecta. Como bien dijo el tío Ben en su lecho de muerte: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Por esta razón los gobiernos se están esforzando por acotar al máximo las libertades de los drones, ya que ponen en peligro muchos derechos de la sociedad si su uso es descuidado o perturbado. Con esto nos referimos, por ejemplo, al espionaje, acto que queda en las manos de cualquiera capaz de incorporar una cámara a un dron. También hay que tener en cuenta que suponen un peligro físico para los viandantes o el mobiliario, ya que nunca se sabe cuándo se puede descontrolar un dron o quedarse sin batería, pudiendo causar así graves contusiones. Este último punto tiene gran fuerza entre los empresarios ya que, después de un accidente, llega el momento de pagar las indemnizaciones por los daños causados.
Habiendo presentado el panorama en lo que a drones respecta, las próximas dos semanas se publicarán en este blog entradas que harán más comprensible el porqué de cada aspecto expuesto en los párrafos anteriores. Estad atentos a vuestro blog de noticias preferido si queréis saber más sobre los drones y no olvidéis dar una visita por las demás entradas de mis compañeros. Hasta la próxima intrépidos voladores.
Asier Salsidua Atxa
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Eskerrik asko, Asier, seguiré leyendo con entusiasmo ;-)),
R.