Desde el momento en el que llegamos al mundo empezamos a aprender una cantidad innumerable de cosas. Algunas de ellas no dan lugar a distintas interpretaciones, como que 2 + 2 = 4, o que el cielo es azul. Pero hay muchas otras que, dependiendo del lugar o del momento de tu nacimiento (y de mil otros factores), son completamente distintas para cada persona. El aprendizaje y la experiencia van haciendo que cada uno tenga su manera particular de ver el mundo, sus opiniones y sus creencias, las cuales se ven influenciadas por su entorno. En la mayoría de los casos, considero que esto es algo positivo, una forma de crear distintas culturas y pasarlas de padres a hijos, de crear un vinculo de unión dentro de una comunidad, pero también creo que tiene su peligro.
El hecho de heredar opiniones puede hacer que uno no piense por sí mismo y se forme su opinión sobre algo solamente después de haberlo experimentado. En otras palabras, se forman prejuicios. Si nuestros padres son anti-vacunas, es probable que nosotros también pensemos que son perjudiciales sin antes pararnos a pensar en que es realmente lo que ofrecen y lo que contienen. Pongo este ejemplo porque ayer mismo vi un comentario sobre este tema que demostraba justo lo que estoy diciendo, os lo dejo a continuación [1].

Este es un claro ejemplo de cómo muchas veces juzgamos sin conocer, y decimos que un libro es bueno o malo sin leer su contenido, sino mirando solo la portada, y copiando lo que otras personas de nuestro entorno (que puede que tampoco se hayan leído el libro) dicen de él. Considero por ello, que es importante separarnos un poco de lo que dicen a nuestro alrededor y realizar un trabajo mínimo de investigación antes de formarnos una opinión.
En relación con este tema, el otro día se comentó en clase el ejemplo de un tigre que crecía entre ovejas y, por lo tanto, el también creía que era una. Me parece interesante ahondar un poco más en este tema, pero, ya que es mi película de Disney favorita, voy a usar el ejemplo de Tarzán.
Imagino que prácticamente todos los que estéis leyendo este post conocéis la historia de Tarzán. Como sabréis, se trata de un niño criado por gorilas, y que no sabía nada sobre los humanos hasta que tuvo un encontronazo con algunos de ellos. Durante toda su infancia, Tarzán se cría como un gorila más, usando lianas para moverse de un sitio a otro, trepando por los árboles… Pero un día, aparece Jane y es en ese momento cuando Tarzán debe tomar una decisión, seguir comportándose como un gorila, o aprender a ser un humano. Queda clara cual es su decisión gracias a la banda sonora de la película (en mi opinión una de las mejores), que dice: “Quiero saber, que me enseñes, quiero saber lo extraño que soy” y, con sus más y sus menos, Jane va enseñándole a Tarzán lo que es ser humano.
Esta decisión, aunque no tan drástica, es una a la que nos enfrentamos todos en algún momento de nuestra vida. La decisión de quedarnos en nuestra zona de confort, solo con aquellas opiniones y aquellos prejuicios con los que hemos crecido, o salir a buscar nuevos puntos de vista y de tener la mente abierta a nuevas perspectivas. La decisión de ser tigres o ser ovejas, la de ser humano o gorila.
Entiendo y respeto que haya gente que decida quedarse en su burbuja, con sus opiniones, sus prejuicios y juzgando libros por portadas, pero yo quiero creer que soy del otro bando, de esos que intentan no prejuzgan y buscan descubrir nuevos puntos de vista que les ayuden a construir sus opiniones sobre una base sólida, y os animo a intentar lo mismo. Como dice Phil Collins, “hijo de hombre, busca y ve”.
Referencias
[1] https://www.youtube.com/watch?v=A8qaH8BECOs
luciauribe
Latest posts by luciauribe (see all)
- ¿Exámenes finales? - 5 enero, 2021
- Realidad digital: datos extra y conclusiones - 24 noviembre, 2020
- Controles en la realidad digital - 24 noviembre, 2020
Me gusta mucho el post Lucia. Me parece un reto muy difícil el que propones y por eso me gusta, porque nos obliga a desaprender muchas de las «verdades» que hemos escuchado desde pequeños, nos obliga a estar continuamente atentos.
A mí me gusta hacer el símil con la informática, nuestro cerebro aprende actitudes y comportamientos, aprende las situación y qué decir, cómo actuar, cómo comportarse y hasta con que postura física acompañar la situación, de modo que cuando llegado el momento ve una situación que se asemeja a la que tiene guardada implementa el patrón de comportamiento (frase, actitud, corporalidad, …).
Muy buena Lucia