Vamos a empezar este 2020, como no, hablando nuevamente de la inteligencia artificial. Es curioso como cada vez que se habla de tecnología todas o casi todas las conversaciones acaban en los avances e implicaciones éticas que puede traer esta tecnología consigo. Sin ir más lejos, en el último debate realizado en clase el tema se fue desviando prácticamente a un tema en específico, la inteligencia artificial.
Para la gente que me conoce, mi “fanatismo” por la inteligencia artificial y los beneficios que creo que puede brindar a nuestra sociedad son más que evidentes. En este artículo trataré de explicar el porque de mi emoción por esta tecnología centrándome sobre todo en la medicina oncológica y diagnósticos de enfermedades en general.
La inteligencia artificial es extremadamente buena en encontrar patrones basándose en una inmensa cantidad de datos. En este campo, técnicas como el deep learning sobresalen por sus notables resultados. Algo muy interesante es que cada vez más gente puede aprender estas técnicas sin la necesidad de tener unos estudios superiores y esto es gracias a la gran comunidad libre que hay detrás. Un gran ejemplo de estas comunidades es la organización libre y sin ánimo de lucro fast.ai. [1] Esta organización tiene cursos muy bien estructurados y extensos de inteligencia artificial, centrándose en el deep learning sobretodo, con los que una persona sin experiencia puede pasar de cero a experto en cuestión de un par de años.
Este tipo de organizaciones y de comunidades libres, pueden suponer un avance muy significativo en el desarrollo de esta tecnología. Además, puede suponer una gran ayuda para los países en los que apenas tienen médicos oncológicos. En Etiopía trabajan 4 oncólogos para 100 millones de habitantes y en Nigeria solo cuentan con 40 oncólogos para sus 186 millones de habitantes. [2] ¿Y si se creara un sistema basado en deep learning que pudiera diagnosticar enfermedades como el cáncer con una precisión parecida o mejor que la de un profesional?
Ya existen sistemas que igualan e incluso superan la precisión de diagnóstico de expertos y estos sistemas podrían ser un gran apoyo para los médicos que no sean expertos en oncología sobre todo en los países subdesarrollados. [3]
Para concluir, me gustaría aclarar que creo que aún le queda mucho que mejorar a esta tecnología y que en ningún caso estoy diciendo que la inteligencia artificial debería de reemplazar a los médicos. Lo que intento dejar claro es que hoy en día en casos extremos como los países subdesarrollados, sistemas capaces de diagnosticar enfermedades podrían dar soporte a los médicos fuera de su área de conocimiento y de esta manera poder salvar más vidas si estas enfermedades se detectan precozmente.
Bibliografía
- “Fast.ai”, https://www.fast.ai/, consultado el 8 de enero del 2020
- “El cáncer en África”, http://www.info-farmacia.com/actualidad/desarrollo-y-conciencia-social/el-cancer-en-africa, consultado el 8 de enero del 2020
- “Un algoritmo de Google ya detecta el cáncer de pulmón al 99%”, https://www.redaccionmedica.com/secciones/oncologia-medica/un-algoritmo-de-google-ya-detecta-el-cancer-de-pulmon-al-99–8980, consultado el 8 de enero del 2020
unailopez1
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Creo que queda completamente clara tu opinión al respecto y coincido con ella. Las bondades de la IA son enormes en muchos campos, uno de ellos como el que comentas de la medicina, en los cuales a través de la detección de patrones podemos predecir lo que va a ocurrir y por lo tanto prevenirlo. Coincido también contigo en que irá evolucionando mucho más. Buen post