Pensando lo que escribir en esta última de entrada de este blog, se me pasaban por la cabeza algunos de los términos que hemos nombrado durante las últimas semanas: IoT, BI, Big Data, etc… Palabras que quizás, hace 5 o 10 años ningún profesional de las tecnologías tenía en mente y mucho menos el resto de la población. Pero si nos venimos al día de hoy, ¿quién no sabe de qué van estos temas? Al menos, todo el mundo ha oído algo sobre ellos o los han sufrido cuando han ido al supermercado y les han devuelto 20 tickets con descuentos para colchones (sí, yo tampoco entiendo por qué me ofrecen siempre descuentos en colchones). No voy a ser yo quien me ponga a explicarlos en este momento lo que son estos términos, pero sí que me gustaría hablar acerca de lo que puede llegar a convertirse todo esto, sobre todo en lo que engloba al Internet de las Cosas o Internet of Things.
Vivimos en una sociedad en la que podemos encontrar cualquier objeto conectado, desde los teléfonos móviles que todos llevamos en nuestros bolsillos a incluso los electrodomésticos de nuestro hogar (nunca entenderé para que quiero una nevera con wifi). Poco a poco, nos vamos haciendo más dependientes de ellos, nos compramos pulseras o relojes que nos monitorizan, nos gusta actualizar continuamente nuestras redes sociales, ¡e incluso soñamos con un coche autónomo! Y muchas veces, esta dependencia puede llegar a ser muy peligrosa, no dándote cuenta hasta que ya es demasiado tarde. Al pensar en dependencia me viene a la cabeza esta escena de la película Wall-E:
En esta, los humanos se han convertido en algo inútil y totalmente dependiente de las tecnologías y las máquinas que lo rodean. Sé que es algo muy exagerado, al final es una película para niños, pero, ¿no creéis que en parte tendemos a algo similar a eso? Cada uno tenemos nuestros dispositivos personalizados a nuestros gustos y cada vez nos conocerán más, solo habrá que juntar muchos cabos y dejar que el tiempo pase para que esto suceda.
Nosotros, que somos más técnicos vemos todo esto del BI o el IoT como algo que va a acabar instaurándose en nuestras vidas como algo común antes o después y con lo que vamos a tener que convivir. Pero, ¿alguno os habéis planteado como ven el resto de las personas estas temáticas? Ayer estuve con un amigo cenando y se me ocurrió la brillante idea de sacar este tema de conversación. ¿Os imagináis cual es la sensación que el resto de la gente tiene de todo esto? Lo podría describir con una sola palabra: Miedo. A mucha gente le da miedo pensar en lo que se puede convertir la sociedad con los avances que hay actualmente. ¿Sería posible una rebelión de las máquinas emulando aquella película de Terminator? ¿Veremos alguna vez una inteligencia artificial con el poder de Skynet? Creo que estamos aún lejos de eso, pero no creo que vayamos mal encaminados.
Os quiero contar una pequeña anécdota que me ocurrió durante la cena de ayer. Fuimos a un restaurante de un centro comercial. A la hora de pagar, como yo tengo un Apple Watch, le dije a la camarera que pagaría con tarjeta utilizando el reloj que se encontraba en mi muñeca. En ese momento, el simple hecho de no entregarle una tarjeta para pagar la dejó tan bloqueada que no sabía lo que hacer. Yo intenté explicárselo, pero ella tuvo que preguntarle a una compañera si eso era posible realmente, ya que, no se creía que eso se pudiera hacer. Finalmente, al acercar mi muñeca al dispositivo de pago se quedó sorprendida, como si de una brujería extraña se tratase. Este es realmente uno de los problemas del IoT. Por mucho que se evolucione tecnológicamente, si la sociedad no evoluciona en paralelo, va a ser mucho mas complicado encontrar nuevos avances para nuestro día a día.
Para ir finalizando este último post, yo no acostumbro a recomendar cosas normalmente, pero en esta ocasión voy a hacer una excepción. Creo que hay una serie en la que podemos ver perfectamente las consecuencias que puede tener esta inclusión de la tecnología en nuestras vidas y realmente, las historias que se cuentan puede llegar a dar miedo. Esta serie, que quizás muchos de vosotros habréis visto, es Black Mirror. En cada capítulo de esta, se realiza una crítica a como la tecnología puede llegar a sacar lo peor de nosotros desde enfoques como la rapidez en la que se difunde la información, los medios de entretenimiento y su deshumanización o las redes sociales .
Como conclusión, me gustaría decir que creo que somos muy afortunados de vivir en estos tiempos, hemos visto con nuestros propios ojos una evolución brutal en la tecnología y además somos los encargados de que esto siga adelante. Creo que uno de los primeros pasos que se deben hacer es el concienciar a la gente de que las tecnologías están ahí para facilitarnos la vida, y en ningún caso para perjudicarnos. Estoy seguro que nada será en unos años tal y como lo conocemos actualmente, por lo que solo podemos disfrutar del camino que vamos a hacer y seguir soñando con lo que vendrá, que no dudo que al menos, nos sorprenderá.
Ekaitz Polledo Sánchez
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Me gusta el ultimo consejo, disfrutar el camino, tenemos que ser conscientes de que estamos en un camino y que esto es un paso al que le seguirá otro y otro. Lo importante que ninguna parte de la sociedad se quede descolgada en alguno de los pasos, que no se abra una brecha que luego no se pueda cerrar.