Desde pequeño, siempre he pensado que odiaba aburrirme y hace poco me he dado cuenta de que el problema no es tanto que odie el aburrimiento si no que odio hacer cosas que no quiera hacer o que no me motiven en absoluto. La vida dura lo que dura, es imposible saberlo a ciencia cierta, personalmente quiero disfrutar cada momento haciendo cosas que disfrute y me motiven. Mucha gente cree que disfrutar de la vida es salir de fiesta, irte con la novia o los amigos de vacaciones o hacer un montón de actividades que globalmente se consideran divertidas, pero para mí el simple hecho de escuchar la música que quiero, jugar a videojuegos, dar un paseo o comentar memes con los amigos ya es disfrutar del día a día. Es cierto que durante la vida tendremos que hacer cosas que no nos gusten y que no nos motiven en absoluto y eso hasta cierto punto está bien. El problema viene cuando esas cosas que no te motivan se establecen en tu rutina y empiecen a devorarte convirtiéndote en un ser lleno de negatividad. Por naturaleza, soy una persona muy negativa. Me es más fácil ver lo malo que lo bueno de las cosas, sobre todo cuando hablamos de cosas que no me motivan.
Hablemos del máster de Ingeniería informática. Para empezar, yo siempre he querido ser programador o diseñador de videojuegos, por ello me habría gustado haber cursado un grado dirigido a ese ámbito, pero por desgracia en España no son oficiales o son bastante caros. En ese momento no me importó ya que me gusta la informática y siempre había querido realizar la carrera de ingeniería. Mi idea siempre había sido una vez terminada la carrera realizar un máster sobre videojuegos, ya que era lo que me gustaba y en la carrera me he dado cuenta de que lo que me mueve y me motiva es el ocio y no me interesa nada el ámbito industrial. Pero, como pasa en las mejores familias, a los adultos no les parece buena idea hacer un máster en el que no tengas un título oficial porque si no, no podrás encontrar trabajo en el futuro. El problema radica en que al hacer algo que realmente no quieres, pierdes la motivación como me ha pasado a mí.
El perder la motivación no solo afecta eso que haces, si no que acaba afectando a tu día a día cada vez más. En mi caso el pensar que podría estar aprendiendo desarrollo de videojuegos hace que pierda el interés por las asignaturas que desarrollo en el máster. Muchas de las asignaturas no me motivan porque no son lo que quiero hacer y esa falta de motivación se va contagiando como una pandemia. Al perder la motivación entras en un estado de negatividad en el que incluso las asignaturas que podrías llegar a disfrutar te parecen poco interesantes y el prestar atención en clase se convierte en una tarea titánica ya que, aunque lo intentes al mismo tiempo tu mente lucha por abstraerse de la situación actual. Y no solo afecta a los estudios, sino también a la vida personal. Ya que poco a poco esa falta de motivación y negatividad hace que no tengas ganas de realizar tareas que antes encontrabas divertidas, ya sean de ocio o no. Me he dado cuenta de que mi problema es que no soporto sentir que podría estar haciendo algo que me guste más y eso me provoca ansiedad y entrar en un estado de negatividad que se extiende a todo lo que me rodea.
Siempre he pensado que al trabajar lo más importante es pensar en encontrar algo que te guste y donde te sientas a gusto, y cada día no hago más que confirmar esa idea. Conozco gente que quiere tener un gran puesto, para ganar mucho dinero, coche de la empresa y ese tipo de cosas, pero en mi caso siempre me he preguntado hasta qué punto merece la pena hacer algo que no te motiva con tal de tener más dinero. Prefiero vivir 30 años disfrutando, haciendo algo que me motive que vivir 90 en los que gran parte de mi vida se ha desperdiciado en un trabajo que no lleva a ninguna parte. Por esta razón siempre me he querido meter en el mundo de los videojuegos que son algo que me motivan y consiguen alegrar cualquier día. El curso anterior no hice más que reafirmar esta idea cuando trabajé en mi TFG. El TFG se basó en el desarrollo de un juego de misterio y aventura en Unity3D. Durante el desarrollo me di cuenta de que no es que yo sea una persona muy vaga, que también, si no que nunca había hecho un proyecto tan ilusionante como ese. Recuerdo levantarme y ponerme a trabajar sobre las 11 de la mañana y las 7 de la tarde decir que ya dejaría de trabajar para encontrarme luego a las 12 de la noche programando aún más líneas de código o redactando la memoria. Realmente es lo más ilusionante que hice en toda la carrera y donde me di cuenta de que cuando trabajas en algo que realmente adoras eres capaz de poner todo tu ser en ese proyecto y disfrutar de cada segundo del desarrollo.
Puede que parte del texto, sino todo, haya parecido muy negativo, pero por eso vamos a darle la vuelta a la tortilla. Cuando me di cuenta de en qué situación estaba, actúe. Una de las opciones siempre ha sido abandonar el máster, pero con el también tengo la oportunidad de seguir realizando las prácticas de Virtualware que tengo ahora mismo y no solo eso si no que me he dado cuenta de que tampoco le he dado una oportunidad. Eso se ha convertido en mi objetivo actual, en fijarme en lo bueno y darle una oportunidad a eso a lo que de primeras me he cerrado. Aunque pueda sonar a frase motivadora de internet, intentar ver las cosas con buenos ojos y darles una oportunidad funciona y para bien. Personalmente he decidido que mi objetivo en el máster ya no es solo conseguir un título, sino divertirme en el proceso. Esto me ha hecho replantearme varias asignaturas y ahora disfruto de cosas como Arquitectura del Software o incluso Sistemas de información Empresariales, este último siendo el caso más curioso. En SIE no me interesa tanto el temario, pero estoy encontrando cosas en la asignatura que creo que invitan a la reflexión personal y al crecimiento personal más allá de un aula o un entorno de trabajo.
En conclusión, decir que tenemos que dar una oportunidad a todo en esta vida y si creemos que no es para nosotros no pasa nada por elegir otro camino, todos son correctos siempre y cuando te hagan feliz y sean legales. Como consejo, cuando algo no os motive, más aún si sois personas que tiran a la negatividad como yo, intentad darle una vuelta de tuerca antes de descartar nada por completo y puede que os llevéis más de una sorpresa. Disfrutad de lo que os motiva.
Egoitz Aranzabal Calvo
Latest posts by Egoitz Aranzabal Calvo (see all)
- Carpe Diem - 5 enero, 2021
- Amenazas Internas en La Industria del Videojuego - 24 noviembre, 2020
- Controles para amenazas internas - 22 noviembre, 2020
Me siento orgulloso de compartir clase con una persona como tu Egoitz, que es capaz de entender que le pasa, de poner el foco en él y de saber que el problema lo tiene el, de ser capaz de entender las consecuencias de la emocionalidad en la que esta y que además es capaz de darle la vuelta y de buscar y encontrar una solución. Eres un crack.
Cuando estaba leyendo el post se me estaba ocurriendo proponerte un juego, una misión, encontrar la fuente de motivación siendo consciente de que va a haber agentes continuamente intentando restarte energías y sumergiéndote en la negatividad, pero veo que llego tarde.
Por si te sirve yo me puse un lema en la vida «El secreto en la vida no está solo en hacer lo que te guste, sino en hacer que te guste lo que haces»
Gracias por compartir todo esto Egoitz