Una hoja de ruta para transitar hacia la empresa ciudadana

Ser una organización rentable no está desligado de ser una empresa ciudadana, orientada al bien común. Pero para transitar hacia ese modelo, son necesarios ejemplos y contar con una hoja de ruta adaptada al tipo de organización. Porque cada una puede aportar de una manera distinta a la sociedad. 

Estas son algunas de las conclusiones planteadas en el evento online Empresa Ciudadana: oportunidades y desafíos, celebrado el pasado miércoles de la mano del Centro de Ética Aplicada (CEA), Alboan y REAS Euskadi. Daniel Villanueva, vicepresidente Ejecutivo de Alboan, abrió el encuentro, en el que Nerea Burgoa, directora RRHH, Comunicación y Organización de ULMA Advanced Forged Solutions, analizó las oportunidades y desafíos del modelo de Empresa Ciudadana junto a Iciar Arechavala Gomeza, técnica senior de Desarrollo Corporativo e Innovación de ILUNION,.

La Empresa ciudadana es un marco que el CEA, Alboan y Reas proponen para ayudar a las empresas a orientarse hacia la construcción de mejores sociedades. El carácter o identidad ciudadana de la organización se concreta en que tiene un propósito que va más allá de la actividad económica. “La Empresa ciudadana no se ocupa sólo de sus impactos, sino también de afrontar los problemas que la sociedad tiene y, para ello, construye alianzas con el resto de agentes, se muestra responsable y rinde cuentas”, explicó Cecilia Martínez Arellano, del CEA. 

Daniel Villanueva, de Alboan, y Cecilia Martínez Arellano, del Centro de Ética Aplicada.

Los líderes, grandes facilitadores

Nerea Burgoa e Iciar Arechavala reflexionaron sobre cómo puede engarzar este modelo en el tejido empresarial. Nerea Burgoa destacó que quienes lideran desde posiciones directivas, en función de su conciencia social, pueden ser los “grandes facilitadores” que permiten transitar claramente hacia ese modelo de empresa.  

Burgoa, cuya empresa pertenece al Grupo Mondragón, aseguró que ser una organización socialmente responsable no excluye ser “competitiva y rentable”. La Empresa ciudadana no es una “utopía” porque “ya está siendo”, en la medida en que muchas organizaciones lo están ejerciendo, “cada una a su manera”. “La empresa ciudadana ya es una empresa rentable. Ya está unido. Ser rentable no está desligado de ser socialmente responsable”, insistió.

No obstante, advirtió de que para “transitar de un modelo clásico de empresa” al de “empresa ciudadana”, en el que la organización tiene una visión más holística, sistémica y de conjunto, es necesario contar con “ejemplos”, y constató que “nos faltan”.Nos ayudaría tener un modelo bien descrito para el tipo de organizaciones que somos. Porque el modelo de Empresa ciudadana es muy amplio y no es lo mismo una charcutería, que ULMA o una empresa multinacional, cada empresa puede aportar de una manera distinta”, añadió.

Se convence con hechos

Iciar Arechavala, de Ilunion, opinó que, a la hora de transformar una empresa en ciudadana,  “el mayor desafío es superar el escepticismo” y convencer de que esta aspiración “no es una moda o una corriente, sino algo auténtico”.

La solución es, a su juicio clara. “Al final se convence con hechos” y puso el ejemplo de su empresa, perteneciente al Grupo social Once, en la que el 40,5% de la plantilla de 38.000 profesionales tiene algún tipo de discapacidad.

Arechavala aportó diferentes puntos sobre los que trabajar. La empresa debe convencerse a sí misma de que es posible ese cambio, seguir una estrategia para hacer esa transición en toda la organización y que exista una comunicación interna de manera que los empleados sean conscientes de su papel transformador.

La ponente coincidió con Burgoa en que “se deben unir los retos sociales, medioambientales y de gobernanza a los de generación de riqueza”. “Sin esa unión, parece que la supervivencia [de las organizaciones] está en tela de juicio a medio largo plazo”, añadió.

Este webinar clausuró el evento Empresa ciudadana, celebrado del 19 al 26 de mayo, en el que diferentes profesionales del ámbito empresarial, social, académico y público han reflexionado sobre nuevas formas de pensar y hacer empresa a través de intervenciones en directo y diferido. El vídeo y podcasts del evento estarán accesibles próximamente.

Los impulsores llevarán a cabo nuevas iniciativas en el futuro para acercar este debate a las organizaciones.

De izquierda a derecha, Iciar Arechavala, de Ilunion; Daniel Villanueva; Cecilia Martínez Arellano; Galo Bilbao, del Centro de Ética Aplicada, y Nerea Burgoa, de Ulman.