Ni el mundo se ha terminado con el fin del calendario maya, ni tenían razón John Maynard Keynes cuando escribió en 1930 “Economic Possibilities for our grandchildren” o Francis Fukuyama en 1992 con sus predicciones en “El Fin de la Historia“. Los dos pensaban que la economía, para estas fechas, iba a solucionar todos los problemas de la humanidad.
Los economistas han aprendido que predecir a largo plazo tiene estos riesgos, y por eso se dedican a hora a ahogarnos en datos e indicadores sobre lo que va a suceder en el próximo trimestre (básicamente porque la inercia, esa ley universal, hace que sea difícil que se equivoquen demasiado en ese plazo). Algunos más audaces estiran la predicción al siguiente año, aunque avisan que trimestralmente irán ajustando sus previsiones.
Es cómodo vivir con estas gafas de miope que nos colocan. Nos vamos acostumbrando a estas predicciones autocumplidas sobre lo que ocurrirá con el PIB o con el empleo. Es como ver el mapa del tiempo para mañana: puedes elegir si coges paraguas o no, pero no puedes hacer nada por cambiar el clima ¿verdad?
Lamento tener que despertarte, pero estoy buscando a Neo, y lo mismo eres tú.
Porque no es cierto que el futuro se acabe en 2013. Y es menos cierto todavía que no podamos hacer nada para cambiar la economía. Son nuestras decisiones las que la construyen, cada día. Y podemos cambiar esas decisiones. Claro que esos cambios no actúan en el siguiente trimestre, ni siquiera en el siguiente año. Hace falta más tiempo para ver sus resultados…
Así que tuya es la decisión. Si tomas la pastilla azul, la historia se acaba, y despiertas en tu cama, creyendo lo que sea que quieras creer. Si tomas la pastilla roja, te quedas en el País de las Maravillas, y te mostraré cuán profundo llega el agujero del conejo…
¿Has tomado la roja? No tengo todavía el Nabuchadnezzar, pero puedo recomendarte tres informes para que vayas despertando al mundo real:
- El primero es el que ha publicado Battelle la semana pasada: “2013 Global R&D Funding Forecast“. Hay países y empresas que están invirtiendo en generar el conocimiento que transformará la economía del futuro, y países que están a por uvas. Ya sabes en qué grupo me parece que tendríamos que estar.
- El segundo es el que ha publicado en Noviembre Pearson y The Economist Information Unit: “The Learning Curve. Lessons in country performance in education“. Hay países que apuestan de verdad por transformar su sistema educativo, por adaptarlo al nuevo mundo que viene. Les va bien. Oh, sorpresa: son los mismos que más invierten en I+D. Y su economía también va bien. Curiosas coincidencias de la vida.
- El tercero es el de un grupo prospectivo “The Futures Group” de Singapur, que ha recogido sus mejores informes de los últimos meses en el informe “Future Tense“, publicado en Octubre. Los dos primeros hablan sobre el futuro de la industria y sobre el futuro del empleo. No hablan de 2013, sino del verdadero futuro. Por cierto, Singapur es de los que aparece arriba en los dos informes anteriores ¿Casualidad? No creo.
¿Te parece mucha lectura? Nada comparado con lo que nos queda por trabajar.
Bienvenido al mundo real.
