Aprendí este jueves en la interesantísima charla “Mathematics of Planet Earth“, que la luna es la responsable de que el movimiento de precesión de la tierra sea moderado, y que gracias a ello los cambios estacionales son más suaves que en la mayoría de los planetas conocidos. La vida en nuestro planeta ha florecido bajo la protección atenta de la luna.
Lo demostró el gran matemático Jacques Laskar a finales del siglo XX, y también que el movimiento de los planetas del sistema solar responde en realidad a las leyes del caos (palabra que utilizamos para describir los acontecimientos que no somos capaces de reducir a nuestra lógica). Un leve terremoto en la tierra basta para desordenar levemente el orden celeste, y todas nuestras fórmulas matemáticas no son capaces de predecir exactamente qué efectos tendrá en el futuro (aunque podemos simular escenarios y asignarles probabilidades).
Así es también la economía, imposible de predecir con exactitud, sujeta a las caprichosas leyes del caos. Ese mismo día había leído los últimos datos de evolución del indicador PMI, que siempre os cuento que predice bastante bien lo que viene. No han sido las mejores noticias, los pedidos en Alemania han resbalado un poco, y el resto de Europa sigue bajo los 50 puntos, y Francia cada vez más claramente se suma al grupo de países de la periferia europea que no encuentra la salida del laberinto.
En medio del caos y la incertidumbre, nos queda invocar la protección de la luna, que desde siempre nos acompaña y nos recuerda que los ciclos nos acompañan, por fuera y por dentro. Podemos elegir desesperarnos por este ciclo de oscuridad que nos acompaña o, como la luna, trabajar para que la precesión sea menos violenta, la noche menos oscura, la soledad de los enamorados menos triste.
Algo parecido ocurre con los recortes en I+D: me explicaban esta semana que los Gobiernos se deben a la voluntad de la sociedad, y que las prioridades de la sociedad no pasan ahora precisamente por apostar por el conocimiento. Darle la vuelta a esa realidad es posible, pero las inexorables leyes matemáticas nos dicen que llevará mucho tiempo, y mucho trabajo. Sólo con muchas conferencias, muchos posts, muchos twitts, conseguiremos aumentar la probabilidad de un escenario de una sociedad formada, que entienda que el futuro de los países avanzados pasa por apostar por el conocimiento y la industria…
No nos queda otra que seguir trabajando, sumar el apoyo de muchos, multiplicar el esfuerzo, y elevar la esperanza. Y, para los días oscuros en los que nos parece que el caos vencerá, invocar la protección de la Luna. Ya sabes que celebramos la Semana Santa el primer fin de semana después de la primera luna llena en privavera: fíjate en ella y cuando la veas, recuerda que sus cráteres llevan orgullosos el nombre de personas enamoradas de las matemáticas.
Hoy no es 8 de marzo, pero para que no te olvides tan pronto, te dejo con la foto del cráter lunar “Kovalevskaya”, nombrado en honor de una gran matemática y la primera mujer que en 1881 consiguió una plaza de profesora universitaria en Europa, más en concreto en Suecia. Por cierto, una sociedad que nos lleva décadas en su apuesta por la igualdad, y también por el conocimiento, quizá ambas cosas tengan que ver.
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Bonus Track.
Si te has perdido el Matemozioa que organizábamos BCAM, IK4 y la Cátedra de Divulgación Científica de la UPV el jueves pasado, puedes redimirte la que viene con el interesantisimo ciclo de conferencias Forotech, la semana Deusto de la Ingeniería y la Tecnología. Del 12 al 19 de marzo en Bilbao conferencias de empresas, foros de debate, una exposición tecnológica, desayunos de emprendedores, talleres, visitas a laboratorios y actividades para centros educativos…
El martes, no te puedes perder la conferencia inaugural de Genís Roca: además de ser una de las 25 personas más influyentes en Internet, es una persona encantadora y un ponente excepcional.