Los jóvenes del Foro de Davos se han debido acordar de la escena en la que Indiana Jones supera la tercera prueba para alcanzar el Santo Grial, y por eso esta tarde cerrarán su encuentro anual con una conferencia que han titulado “Leap of Faith” (Salto de Fe).
Y es que, después de las pruebas de esta crisis global, les parece que tienen al alcance de la mano el nuevo Santo Grial, el “Crecimiento de la Economía”, que solucionará todos nuestros problemas.
No se acuerdan bien de cómo acababa la película… Indy aprendía que es precisamente la ambición de la riqueza lo nos precipita al abismo…De nada sirve el crecimiento, si las desigualdades se instalan y van minando los principios básicos que sostienen la sociedad.
Ni el informe que ha publicado el lunes Oxfam “Gobernar para las élites. Secuestro democrático y desigualdad económica“, ni la intervención del Nobel Stiglitz en el propio Foro de Davos, les van a cambiar el paso… Stiglitz ha recordado en su charla su artículo de hace un par de años “Of the 1%, by the 1%, for the 1%”, jugando con las palabras de Lincoln “Un gobierno de las pueblo, por el pueblo y para el pueblo”…
También le han preguntado a Bill Gates por el informe de Oxfam, y se ha venido a encoger de hombros: seguirá habiendo desigualdades, sí, qué se le va a hacer. No ha llegado a usar el argumento que usó el alcalde de Londres (“No habrá igualdad económica porque hay personas muy estúpidas”), pero ha venido a decir lo mismo (por cierto, hablando de desigualdades y estúpidos, Davos 85% chicos, 15% chicas).
Ven la desigualdad como un efecto colateral del capitalismo global, y piensan “Cuando volvamos a crecer, se les pasarán estas manías. Ya tenemos al alcance de la mano el Grial, nos falta solo un salto de fe…”.
Se equivocan de salto, no superarán la tercera prueba del Grial…
El discurso de Davos esta tarde sin duda con alguna referencia al “problema” de la desigualdad, son muy políticamente correctos. Pero no hablarán alto y claro, no dirán que la desigualdad es el verdadero y principal reto al que nos enfrentamos en los países avanzados. Vamos a crecer tan despacio que sólo se va a crear riqueza para los más ricos, y las desigualdades irán a peor.
El que sí está hablando claro es el Nobel Michael Spence, en sus dos últimos posts en Project Syndicate: “The Distributional Challenge” (9 de enero) y “The Real Challenges to Growth” (23 de enero).
En este último post, nos explica el verdadero problema que, por ejemplo, tiene Euskadi. Los gobiernos tienen menos dinero, y lo están usando para amortiguar la desigualdad a corto (educación, sanidad, empleo…). Pero no les queda para invertir con decisión en apuestas que garanticen la prosperidad a medio y largo plazo (ciencia y tecnología, por ejemplo). Y sin esas apuestas, seguiremos sin generar empleo, y seguiremos asomados al borde del abismo.
Igual que Indiana Jones en busca del Grial, si queremos pasar esta última prueba de la crisis necesitamos dar un salto de fe. Construir un gran pacto del conjunto de la sociedad para recuperar con decisión las apuestas de largo plazo, en el que todos aportemos en la medida de nuestras posibilidades. Y para eso, lo primero es que todos vayamos en la misma trainera.
Vamos, las manos a los remos!