Últimamente los posts me huelen un poco a azufre, con tanto infierno. Así que le he pedido ayuda a Jacob (ya sabéis, el que le cambió a su hermano la primogenitura por las lentejas), para que me ayude a construir la escalera con la que él soñó, por la que los ángleles suben y bajan del cielo.
Jacob ha cumplido, y me ha mandado esta semana un kit para montar los tres primeros peldaños. Me ha explicado que el resto de escalones bajarán del cielo si yo consigo levantar estos primeros. Al parecer en los temas celestiales la esperanza es una virtud indispensable.
- El primer escalón es el PCTI 2020, que se ha aprobado esta semana. Me ha pasado un poco como con la escalera, que yo pensaba que iba a llegar hasta el cielo, y al final se me ha quedado un poco más abajo (lo mío con la apuesta por el conocimiento, ya sabéis). Pero, bien pensado, mejor apreciar el escalón que tanto ha costado construir, y que tiene la virtud de ser realista y pragmático. Tener un plan interinstititucional, plurianual y que centre las apuestas, es mucho mejor que no tenerlo, sin ninguna duda. Y nunca se sabe, si lo subimos con esperanza, igual encontramos los recursos para construir nuevos peldaños por el camino…
- El segundo escalón que me ha mandado Jacob ha sido el “Libro Blanco de Democracia y Participación Ciudadana para Euskadi”, que se presentó el viernes. Me ha anilmado a seguir escribiendo este blog, que siempre ha ido de eso, de transmitir a la sociedad la importancia de implicarse en la apuesta que este País necesita hacer por la industria, el conocimiento y las personas. Me parece importante que los ciudadanos participemos, nos impliquemos, expresemos nuestras opiniones, y que nuestras instituciones sepan, como dice el Libro Blanco, escuchar, “Aprender, desde la humildad y la autocrítica”. En esto también habrá que tener esperanza ; )
- El tercer escalón que me ha mandado Jacob tenía truco. No es un Plan, ni un Libro Blanco. El tercer escalón es un poco más laborioso, me ha explicado, y se construye trabajando cada día, todos los días. Aprendiendo a cuidar cada día mejor a las personas que nos vamos encontrando en este viaje, escuchándolas, ayudándolas a construir su escalera, y dejándonos ayudar a construir la nuestra. Trabajando por una economía más al servicio de las personas. Os contaré la próxima semana cómo será mi peldaño en 2015, como siempre el solsticio llega con novedades : )
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Estaba en eso, trabajando en el tercer escalón, y la verdad es que me quedaba la duda de si Jacob me había timado, y esto de su escalera era un cuento chino. Entonces el martes, mientras volvía de Donosti por la A8 de noche y lloviendo bastante, una piedra enorme atravesó el parabrisas de mi coche y me golpeó con fuerza en la cara. Así quedó el cristal, esta era la piedra…
Menos mal que andaba construyendo los tres primeros escalones, y del cielo pudo entonces bajar el angel que sujetó el volante y llevó el coche hasta el arcén de la autopista. No volveré a dudar de Jacob, hay que vivir con esperanza : )