Hace años ya os conté que una de mis películas favoritas es “Un lugar en el mundo” (Aristarain, 1992). La película deja interesantes reflexiones sobre el lugar al que pertenecemos.
¿Te has fijado que con la familia se puede usar el posesivo en los dos sentidos? “Esta es mi familia” y también “Esta es la familia a la que pertenezco”. Con los lugares pasa también “Esta es mi tierra”, “Esta es la tierra a la que pertenezco”… El matiz no es trivial, porque lo que tienes o dejas de tener, depende más de tu voluntad. Sin embargo, si perteneces a otro, ese lazo ya no depende de ti el poder romperlo…
Me venían estas ideas a la cabeza, porque ahora no solo las personas tenemos que encontrar nuestro lugar en el mundo. Las ciudades y los países también deben hacerlo.
Estarás pensando, no hace falta, basta con mirar al mapa. La pregunta es qué mapa mira el resto del mundo, porque la Proyección Mercator que aprendimos en el colegio cada vez viene más tamizada con colores distintos, los colores de los rankings… Por ejemplo, acaba de publicar Insead en Davos el “The Global Talent Competitiveness Index” (gracias por el link, Aitor : )
Y si no sales en el mapa del talento, puede ocurrir que el talento no te encuentre cuando ande pensando en buscar su lugar en el mundo… Los países buscan su sitio, las ciudades buscan su lugar… Te dejo la parte alta de la tabla, en un gráfico que compara la posición en el índice de atracción de talento (en verticales), con el PIB per cápita (en horizontales). Sí, SG es Singapur… Y sí, ES es España…
Si algo sabemos de este Siglo XXI, es que vamos a seguir asistiendo a un inexorable incremento de desigualdades (Abba, sin saberlo, compuso el himno del Siglo XXI “The winner takes it all”). Así que no esperes que los que están arriba en la tabla nos esperen: cada vez reunirán más talento, cada vez serán más atractivos, porque el talento busca talento.
Y no digo yo que haya que perder la cabeza por los rankings. Y tampoco que hay que dedicarse a copiar a los que van en cabeza. Lo que sí digo es que nuestro futuro está directamente relacionado con la capacidad que tengamos de atraer talento. Y que para hacerlo, tenemos que encontrar nuestro lugar en el mundo. El de nuestras ciudades, el de nuestras universidades, el de nuestras empresas y sus centros de decisión…
Tenemos que entender el mundo, tenemos que entendernos a nosotros mismos, tenemos que encontrar nuestro lugar en el mundo…