Hay expresiones que en inglés o en castellano tienen significados diferentes.
En castellano “tomar cartas en un asunto” significa ocuparse, asumir que un tema es importante y decidir intevenir en él. El origen no está claro, aunque se remonta a varios siglos atrás. Puede estar vinculado a que antes de actuar se pedía a las partes implicadas que remitiesen su opinión por escrito, o a que se elaboraban documentos oficiales (“carta” tuvo en algún momento ese significado), o incluso que se acudía los mapas (“carta” también fue sinónimo de mapa) para decidir una disputa entre colonos.
En inglés “going postal” tiene un significado totalmente distinto, y más reciente. Está vinculado a un conjunto de sucesos violentos que se sucedieron en oficinas postales en USA en la década entre 1986 y 1997, en los que empleados de correos enloquecidos se liaban a tiros con los clientes. Desde entonces cuando se dice de alguien que está a punto de “going postal”, quiere decir que está a punto de explotar, de perder el control (generalmente asociado a la tensión producida en un entorno profesional).
¿Nada que ver, verdad? Pero ya ves, el libro de la saga Mundodisco de Terry Pratchet “Going Postal” (2004), se tradujo al castellano en 2011 como “Cartas en el asunto”…
Os cuento esta historia porque veo la estadística de I+D que publicó ayer el EUSTAT, y me pasa lo que me viene pasando estos últimos años, oscilo entre el sentimiento de necesidad urgente de tomar cartas en el asunto, y otras emociones más próximas al “going postal”…
No me consuela que, en comparación a los datos provisionales publicados por Eurostat, Euskadi se sitúe un 51% por encima de España, que obtiene un 1,22% (esta semana que viene el INE publicará los datos definitivos). Porque después de haber conseguido converger en 2009, ahora hemos vuelto a caer 9,8% por debajo de la media de UE-28 (2,04%), y más todavía si nos comparamos con la Zona Euro (2,12%)…
Si me lees desde hace tiempo, ya sabrás que estoy convencido que la inversión en conocimiento es una de las claves fundamentales de nuestro futuro, de nuestra competitividad. Así que estos datos me preocupan mucho.Y más todavía la falta de eco en los medios que ha tenido la nota de prensa que salió ayer.
No será fácil que nos convirtamos en un polo de atracción del talento mundial si somos un país que invierte en estas cosas menos que la media de Europa. Y esa atracción aplica al talento de fuera, y también a nuestro propio talento (te acordarás de la historia de dos ciudades de la que hablaba hace poco…)
No busco culpables, ni creo que sea sencillo identificarlos. Sé de las dificultades de hacer magia desde las administraciones públicas, con presupuestos menguantes y necesidades crecientes. Y también sé de la dificultad de apostar a largo plazo desde el sector privado, en un entorno en el que la incertidumbre crece cada mes.
Pero si la media de la UE está subiendo, si la carrera por la apuesta en I+D de las grandes potencias industriales sigue escalando y nosotros empezamos a bajar la cuesta, no sé cómo vamos a sostener nuestra industria aquí… Si en otros sitios lo están haciendo, es que no es imposible.
Vamos, tomemos cartas en el asunto, entre todos tenemos que dar la vuelta a esta gráfica.