Asistí ayer a un interesante debate sobre el Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión (conocido por el acrónimo en inglés TTIP). Entre Halloween, Black Friday y Cyber Monday, Noviembre es un buen mes para reflexionar sobre los efectos del comercio transatlántico ¿verdad?
Si no abrimos al libre comercio la región atlántica (USA-Europa), nos iremos quedando orillados por el dinamismo y pujanza de la región pacífica (USA-Asia). Pero si la abrimos, ya sabemos que se recrudecerá la competencia, y hemos aprendido que la competencia trae más riqueza, pero más desigualdad. El sistema basado en el consumismo y el capitalismo global sabe crear de riqueza, pero cada vez la distribuye peor…
Las personas, las ciudades, los países, nos enfrentamos a una encrucijada global: abrirnos al comercio y la competencia global y tratar de estar entre los que ganan ese juego para mantener la prosperidad (aunque sepamos que las reglas de juego serán las de la desigualdad), o decidir que estamos cansados y bajarnos de ese tren. Algunos no tienen opción: van en el vagón de cola y les dejarán desenganchados.
Muchas personas en Europa estamos cansadas de esta carrera, que no vemos a dónde conduce (o sí lo vemos y no nos gusta). Pero la estación de parada de ese tren tiene mala pinta. Está desvencijada y en el cartel se lee “Aquí es donde empieza el declive y termina el estado del bienestar”. Porque sin prosperidad económica en el mercado global, no hay quien sepa mantener el estado de bienestar que con tanto esfuerzo hemos construido.
Ya nos lo explican los amigos del otro lado del Atlántico en Halloween: “Truco o Trato”. O en Black Friday “Consume o revienta”. Aunque a mí me suena todo al viejo “Susto o muerte”…
Un gran innovador, Richard Buckminster Fuller, tiene una cita que me encanta «No intentes cambiar un sistema, construye uno nuevo que haga que el anterior se vuelva obsoleto». Antes que él Ulises ya pensó que la solución no era estrellar las fuerzas griegas contra las inexpugnables murallas de Troya, sino construir un caballo de madera…
Por eso me gusta tanto la idea de FairSaturday. Dedicar el sábado tras el Black Friday a la Cultura, al Arte y a la Solidaridad. Más de 5.000 artistas se han unido en alrededor de 200 eventos por toda España para decir que el arte y la cultura son esenciales en nuestro futuro. Y el dinero que recauden, se destinará a una ONG con fin social.
Vamos que tenemos que llenar las salas. A Europa siempre le ha salvado la cultura, y esta vez no será diferente. Me voy al Guggenheim ¿dónde vas tú?