“Felices los que saben reírse de sí mismos,
porque nunca terminarán de divertirse”
Tomás Moro, El gusto de vivir
Me decía hace poco un amigo que en ocasiones se me notaba una cierta frustación cuando escribo aquí. Como si a veces perdiese la esperanza y me dominase un escepticismo amargo. Y me aconsejaba no abandonarme a esos pensamientos oscuros, y mantener la sonrisa, pase lo que pase.
Me pasaba un poco esta semana, que veía como el lunes se aprobaban en el Congreso de Estados Unidos los 300 Millones de dólares para el “Revitalizing American Manufacturing Innovation Act”. Con ellos van a crear cuatro Centros Tecnológicos más, que se sumarán a los que ya han creado el año pasado:
– “America Makes” (additive manufacturing, 3D-printing…) en Youngstown, Ohio
– “Next Generation Power Electronics National Manufacturing Innovation Institute” en Raleigh, North Carolina;
– “Digital Manufacturing & Design Innovation Institute (DMDII) en la Universidad de Illinois
– “Lightweight & Modern Metals Manufacturing Innovation (LM3I) Institute” en Detroit, Michigan
Son fondos adicionales, que se suman a los que ya cada año invierten en Ciencia y Tecnología (un 2,8% de su PIB según las últimas estadísticas disponibles). Igual que en el caso de UK, han detectado que tenían una debilidad en el eslabón de los Centros Tecnológicos, y se han lanzado con decisión a completar la cadena de transferencia tecnológica, porque están convencidos que el futuro de su industria pasa por esta inversión.
Y no es que no me consuelen los datos del Informe de la Ciencia 2014 que ha publicado esta semana Ikerbasque, en el que se puede ver el avance que hemos tenido en Euskadi a pesar de la crisis en los últimos 10 años.
Es que creo que es preciso hacer más, mucho más. Poner más foco en este esfuerzo, mejorar su gobernanza, multiplicar las conexiones entre universidad y empresa (como acertadamente pedía el Rector de Mondragón en su intervención en la apertura del curso académico).
Y apostar con más decisión en los presupuestos, que cuando salgan en noviembre las estadísticas de I+D en Euskadi para 2013, EUSTAT ya ha avisado que nos vamos a llevar el mal rato de encontrarnos con el primer retroceso en muchos años… Lo comentaba con acierto ests últimos días Roberto Velasco en varios artículos que han llegado a la prensa con ocasión de su libro “Salvad la industria española“
Pero me parece muy acertado el consejo que me dieron. Además, preparando ayer una charla que tenía que dar, me volví a encontrar con “El Gusto de Vivir” de Tomás Moro, que empieza con la cita que abre el post, y decidí que este curso tenía que esforzarme en mantener la sonrisa (y para eso, nada mejor que no tomarse a uno demasiado en serio…)
Si no consigo mi objetivo, la solución no es amargarme. Más bien debería seguir los consejos de otro renacentista, mi querido Leonardo da Vinci.
La vida es bastante simple: haces algunas cosas. La mayoría falla.
Otras funcionan. Haces más de esos trabajos. Si funciona mejor, otros lo copian rápidamente. Entonces haces algo diferente.
El truco es hacer algo diferente.
Este curso, haré algo diferente : )