Vivimos en tiempos de dudas y vacilaciones. Los economistas no acaban de encontrar un mix de políticas que nos traigan el crecimiento de vuelta. Así que se limitan a constatar que las perspectivas son, el mejor de los casos, poco alentadoras (demoledor el último post de Nouriel Roubini en Project Syndicate…). Es como tener un médico y una enfermedad incurable: para lo único que sirve es para comentar la jugada…

Solo algunos tecno-optimistas afirman que los avances en ciencia y tecnología abrirán un nuevo ciclo de prosperidad. Claro que tienen enfrente los que aportan datos sobre el estancamiento de la productividad (por primera vez en la historia, las inversiones en tecnología no consiguen mejoras de productividad), y sobre los efectos perversos de la tecnología sobre el empleo (la sustitución de personas por máquinas destruye puestos de trabajo, y agrava la desigualdad).

En medio de esta niebla, el siempre interesante Robert Atkinson de la Fundación ITIF, ha publicado un Informe que aborda con rigor la relación entre teconología, productividad, empleo y prosperidad “Think Like an Enterprise: Why Nations Need Comprehensive Productivity Strategies“, que desmonta con argumentos y datos actuales muchos de los “mantras” que nos rodean.

Think Like an EnterpriseHacía tiempo que no leía un documento tan completo, tan relevante. Estoy preparando la asignatura de “Principios de Economía Política” que empezaré a impartir el curso que viene en el nuevo Grado de Filosofía, Política y Economía en Deusto, y ando estructurando ideas y contenidos que este documento ha venido a enriquecer y completar.

Porque no se detiene en el diagnóstico, y propone un conjunto de medidas concretas para que una nación recupere la productividad, que me parecen muy acertadas. En esencia, propone dejar la óptica de las políticas económicas ortodoxas (lo del médico y la enfermedad incurable), y recuperar lo que en tiempos se llamaba “política industrial” que ahora Atkinson centra de manera específica en la productividad. Mirar las naciones como empresas, y actuar como se hace en ellas para conseguir incrementos de productividad.

¿Cuáles son estas medidas?

  • Prioridad. Convertir el objetivo principal de la política económica en conseguir una mayor productividad
  • Dimensión. Las microPYMES son menos productivas, por lo tanto, es preciso poner el foco en ganar dimensión
  • Inversión. Aumentar decididamente la inversión de capital, elevando el precio del trabajo (elevar el salario mínimo, buscando inmigración de mayor cualificación…) y reduciendo el precio de los bienes de equipo (con deducciones por inversiones, etc.)
  • Gobernanza. La reforma de gobierno corporativo, evitando que la especulación y el cortoplacismo, impida la inversión en proyectos de largo plazo
  • I+D+i. La ampliación de fondos para la investigación científica y tecnológica y la orientación específicamente hacia el desarrollo de tecnologías que mejoran la productividad;
  • Clusters. El análisis de las oportunidades y limitaciones que enfrentan todas las principales industrias, y el desarrollo políticas de productividad en sectores específicos;
  • Instrumentos. Reconvertir las agencias públicas de política industrial en “agencias de productividad”

Coincido mucho con las propuestas de Atkinson, y los datos que las soportan son contundentes, os animo a leer el informe completo, no tiene desperdicio. No había leído nada mejor desde “La Ventaja Competitiva de las Naciones” que publicó Porter en 1990, y que en Euskadi nos ayudó a orientar nuestra política industrial con tanto acierto y tan buenos resultados.

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