Sorteo del mes de mayo
El resultado del sorteo aleatorio entre las personas inscritas en el blog durante el mes de mayo ha dado como ganadora a: Begoña Mintegui ¡Enhorabuena! Recibirá un ejemplar de Platero y yo.
El resultado del sorteo aleatorio entre las personas inscritas en el blog durante el mes de mayo ha dado como ganadora a: Begoña Mintegui ¡Enhorabuena! Recibirá un ejemplar de Platero y yo.
Araitz y Platerito Audio 6, Unai trota con Platero, 3ªparte. Platero y las palabras olvidadas —Veréis, Platero tiene cosquillas. —¿De verdad? —Ixone se reía, sin creérselo. —¡Pues vais a ver! Entonces la niña chica metió su manita en la bocaza de Platero y Platero empezó a rebuznar, loco de contento. Todos se reían y la niña metía su mano una y otra vez en la boca del burrito. Platero movía la cabeza rebuznando sin parar. Platero rebuzna sin parar y, entonces a lo lejos, se escucha otro rebuzno lejano. ¿Sabéis qué es?. Platero levanta las orejas, pensando que es otro burro. Esta anécdota está basada en dos cuadros de Platero y yo; uno es el XXXIV y otro el CI. Audio 5. El eco. Platero y yo. Los niños y Platero están muy contentos. Se han divertido mucho con los rebuznos y el eco. Araitz se acerca al burrito, se abraza a su cuello diciéndole: —¡Platerito! ¡Platerito! —¡Anda, le ha llamado Platerito! —dijo Ixone—. ¡Eso se lo ha inventado Araitz! Tengo una idea: ¿Por qué no nos inventamos nombres? Así comienza el juego de inventar nombres para Platero. Plateriquillo, Platerucho bonitillo, Platerito, el más bonito… Rocío y la niña chica le llaman Platerón, Platerillo, Platerete y Platerucho. Es el encuentro con esas niñas del campo y, sobre todo con Platero, lo que despierta la creatividad y el lenguaje en Araitz, Ixone y Unai. Imaginaos qué importante es para ellos poder crear nombres porque la enfermedad que tienen es una ladrona de palabras; poco a poco les va robando las palabras. Y ahora te toca a ti: Fíjate en el título que el poeta da al capítulo que he leído. Platero se extraña cuando su rebuzno se repite. ¿Qué cree que es? El título te da la pista. La pregunta concreta que te hago es: ¿Cómo se titula el capítulo que he leído?
Ilustración de Elisa Amann Audio 4, Unai trota con Platero 1ªparte. Platero y las palabras olvidadas La niña chica y el naranjal Seguramente te extraña esta forma de llamar a la amiga de Rocío: niña chica. Quiere decir niña pequeña y se utiliza mucho en Andalucía. Se llama Montemayor, que es el nombre de una Virgen que se venera allí, en Moguer. Tiene una ermita a las afueras del pueblo. Ya sabemos que la niña chica es amiga de Platero y que lo llama con diferentes nombres. Rocío explica a nuestros protagonistas que está en el naranjal, en el campo de las naranjas. Hacia allí van a buscarla y recordemos que Unai va a lomos de Platero. —¡Arre, Platerillo —cantaba alegre Rocío—, que la niña chica nos dará naranjas! A Platero le gustan las naranjas, mandarinas y las uvas moscateles. Cuando terminan de recoger las uvas en las viñas, vamos a buscar los racimos olvidados. Y también le gustan los higos —seguía contando Rociillo. Platero y los niños avanzan por un sendero entre los altos pinos. El suelo es de arena y el trotecillo suave de Platero va levantándola. Las niñas se entretienen cogiendo flores y haciendo unas coronas con ellas. Así, entre risas y flores, llegan al campo de los naranjos donde está la niña chica. Audio 5, Unai trota con Platero 2ªparte. Platero y las palabras olvidadas La niña, en medio de los árboles, miraba hacia donde venían las voces. Dos trenzas pequeñitas asomaban bajo un sombrero un poco roto que la protegía del sol. Llevaba un vestido azul de tirantes, un poco descolorido. La pequeña tenía diez años como su amiga. La niña chica se extraña de que Araitz e Ixone llevan pantalones. A ella le parece que van “vestidas como los chicos”. Seguramente a ti no te parece nada extraordinario, claro. ¿Por qué crees que le sorprende a la niña chica? Verás, en el cuento todos, nosotros y los protagonistas, hacemos un viaje al pasado, al tiempo en el que vivió Platero hace ya cien años. Entonces no era corriente que las niñas vistieran pantalones; llevaban vestidos como Rocío o la niña chica. Este viaje a ese tiempo nos hará comprender otras diferencias con nuestra vida actual. Te adelanto una: Rocío y la niña chica trabajan en el campo, ayudan a sus padres. La niña chica cuida el naranjal y Rocío vende piñones. Más tarde conoceremos a otra niña que va tirando de una carretilla. Audio 4. La granada, Platero y yo. Y ahora te toca a ti: A Platero le gustan las naranjas. En el primer capítulo de Platero y yo escribe el poeta: Le gustan las naranjas, mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar … ¿Qué más le gusta a Platero? ¿Cómo continúa el párrafo que he cortado? Para contestar a esta preguntar puedes escuchar de nuevo el audio 1 de Platero y yo.
A los amigos de Platero Rocío. Los niños conocen a Platero, 2ªparte. Platero y las palabras olvidadas Audio 3.Los niños conocen a Platero, 2ªparte. Platero y las palabras olvidadas Ilustración de Elisa Amann La niña que los pequeños han conocido se llama Rocío o Rociillo. A Ixone este nombre no le resulta familiar, pero se utiliza mucho en Andalucía y, sobre todo, en Huelva. En Almonte está la Virgen del Rocío y todos los años se celebra una romería en su honor. Es una fiesta muy grande y las hermandades van desde lugares lejanos con carretas tiradas por bueyes, muy adornadas. Juan Ramón le dedica un capítulo en Platero y yo. El Rocío En Platero y las palabras olvidadas, Rocío es amiga de Platero. Ella y la niña chica lo llevan al campo, juega con ellas y Rocío dice que “¡Es nuestro mejor amigo! “. A Platero le gustan los niños y, enseguida, se hace amigo de Araitz, Ixone y Unai. Se queda quieto para que no tengan miedo y se acerquen. Araitz comienza a pasarle suavemente la mano por el lomo y Platero se deja acariciar: Platero, mimoso, se dejaba acariciar y parecía muy contento. —¡Platero! ¡Platero!… —decía Araitz, muy bajito, una y otra vez. La pequeña Araitz sonreía y abrazaba al burrito con sus manitas, susurrando: —¡Platero, Platero…! Y Platero bajaba su cabezota, como queriendo decirle que era su amigo. A Platero le gustan los niños y, por eso, Rocío propone que quizá a Unai le gustaría montarse en el burrito. Entre las tres, Rocío, Ixone y Araitz, suben a Unai a lomos de Platero y todos juntos emprenden el camino hacia el naranjal a buscar a la niña chica. Te decía antes que el Rocío también aparece en Platero y yo. Te leo un fragmento.Audio 3. El Rocío, Platero y yo Quizá te sorprenda el Sinpecado, en el texto de Platero y yo. Es un distintivo que llevan las hermandades o cofradías. Se transporta en una carreta y cuando llega al Rocío es presentado ante la Virgen. Aquí tienes una imagen: El Simpecado en una carreta Y ahora te toca a ti: Acabas de escuchar lo que escribe el poeta en el capítulo XLVII, EL ROCIO Se oía ya la música, ahogada entre el campaneo y los cohetes negros y el duro herir de los cascos herrados en las piedras… Platero entonces…. ¿Qué hace Platero en ese momento?
AMIGOS DE PLATERO Audio 2. Los niños conocen a Platero. Platero y las palabras olvidadas Los pequeños han pasado la primera noche en el hotel, muy cansados del largo viaje. A la mañana los tres hermanos salen a buscar a Platero. Unai lleva una pelota para jugar. Mientras caminan entre los altos pinos, el pequeño tira la pelota tan lejos que desaparece. Ixone se enfada con él. Ilustración de Elisa Amann En medio del campo ven a una niña y se acercan para preguntarle por la pelota perdida. Ella les dice que se llama Rocío, que les ayudará a buscarla y que esperen un poco mientras va a recoger a Platero. Los niños se quedan asombrados al escuchar cómo lo llama: —¡Platero! ¡Platerete! Platero enseguida acude a la llamada de Rocío. —¿Le llamas Platerete? —preguntó Ixone. —Se llama Platero, pero la niña chica y yo le llamamos: Platero, Platerón, Platerillo, Platerete y Platerucho. Nos obedece de todas formas. En el cuento, los niños juegan creando nombres para Platero y, como ya iremos viendo, este juego es muy importante para ellos. Estos nombres de Platero están inspirados en una página que Juan Ramón dedica a La niña chica. Esta pequeña era amiga de Platero y lo llamaba con todas las variaciones mimosas de su nombre: “¡Platero! ¡Platerón! ¡Platerillo! ¡Platerete! ¡Platerucho!”. Ilustración de Elisa Amann El poeta escribe un texto precioso sobre La niña chica. Es un poco triste porque la pequeña muere. En aquel tiempo, cuando Juan Ramón escribe Platero y yo, morían muchos niños. Entonces no había antibióticos, ni otras medicinas que pudieran curarles de algunas enfermedades. Platero es como un niño, pero no va al cole. El capítulo VI se titula La miga, lo que quiere decir colegio para niños pequeños, párvulos, se decía antes. Nos tenemos que imaginar a Platero en ese colegio: ¿En qué sillita te ibas a sentar tú, en qué mesa ibas tú a escribir, qué cartilla ni qué pluma te bastarían, en qué lugar del corro ibas a cantar, di, el Credo? No, Platero no va al colegio; va al campo. Audio 2. La miga, Platero y yo Y ahora te toca a ti: Escribe el poeta No, Platero, no. Vente tú conmigo. Yo te enseñaré ……….y……….. Y no se reirán de ti como de un niño torpón, ni te pondrán, cual si fueras lo que ellos llaman un burro, el gorro de los ojos grandes ribeteados de añil y almagra, como los de las barcas del río, con dos orejas dobles que las tuyas. ¿Qué le enseñará a Platero? Rellena los huecos del párrafo.
AMIGOS DE CAVE CANEM Muy pronto iniciaremos las aventuras con nuestros amigos de El secreto de cave canem. Sé que algunos estáis impacientes y con ganas de participar en las correrías de Leo, Clarita, Manuel y Lucía. Les acompañaremos en sus andanzas en la Universidad de Deusto, siguiendo las pistas de cave canem que aparecen en el plano de Leo, bien escondido en su rincón. Mientras tanto, os invito a que conozcáis a Araitz, Ixone y Unai, protagonistas de Platero y las palabras olvidadas.
AMIGOS DE CAVE CANEM Esta entrada está dedicada a los AMIGOS DE CAVE CANEM. La iniciaré con el libro El secreto de cave canem, publicado recientemente. Forma parte de una serie que he titulado: Misterios en la universidad. Acompañaremos a sus protagonistas en sus aventuras por la Universidad de Deusto. Manuel, Lucía, Leo y Clarita tendrán que descifrar un plano, seguir las indicaciones enigmáticas de cave canem, leer unos rollos, hasta descubrir un secreto bien guardado desde hace más de ochenta años.
Hola: Soy Marisa Amigo, la autora del cuento Platero y las palabras olvidadas. Es un cuento inspirado en Platero y yo, la célebre obra de Juan Ramón Jiménez. La escribí para tres niños de Bilbao, Araitz, Ixone y Unai, que están enfermos y sufren el Síndrome de Sanfilippo. Ellos son mis amigos y serán también los tuyos cuando leas esta obra en la que son protagonistas, junto con Platero y otros niños. Te voy a presentar a mis amigos. Audio 1. Los pequeños llegan de viaje. Platero y las palabras olvidadas Platero y las palabras olvidadas 1. Los pequeños llegan de viaje Ilustración de Elisa Amann Este cuento empieza con un viaje a Moguer. ¿Sabes dónde está Moguer? En Andalucía, en Huelva. Es una ciudad preciosa con casas blancas y una plaza muy bonita donde está el convento de Santa Clara. Por ella pasó hace muchos años Colón, antes de salir para América. Pero Moguer es famosa en el mundo entero porque allí nació el premio Nobel de literatura Juan Ramón Jiménez, el autor de Platero y yo. Este año, 2017, es el cumpleaños de la edición completa del libro y nosotros vamos a celebrarlo. Platero y las palabras olvidadas es un cuento inspirado en Platero y yo. Lo escribí pensando en tres niños que están enfermos y son mis amigos. Se llaman Araitz, Ixone y Unai. Son los protagonistas de este relato, junto con Platero y otros niños de Moguer. Como ya has escuchado, el cuento se inicia con un viaje al sur. Nuestros protagonistas viajan con sus padres hasta Moguer, donde van a pasar unos días de vacaciones. El viaje es muy largo y pesado porque hay que recorrer muchos kilómetros en coche. Su ama —como se dice mamá en euskera—les entretiene mostrándoles los molinos de viento de La Mancha o los grandes carteles del toro que hay en la carretera. Araitz es la hermana mayor y tiene ocho años; Ixone tiene cinco y el pequeño Unai tiene tres. Están malitos con una enfermedad muy cruel que les va haciendo olvidar las palabras. En el sur podrán ir a la playa y divertirse. Lo que no se imaginan es la aventura que les espera allí.Tienen la suerte de conocer a Platero y también a Rociillo, la niña chica, y otros amigos del burrito. Por la noche su ama les lee fragmentos de Platero y yo. Yo te voy a leer ahora la primera página de este libro para que conozcas a Platero. Audio 1 Platero. Platero y yo Con la lectura, los pequeños se quedan dormidos. El trotecillo alegre de Platero sonó dulcemente en la imaginación de los niños que cerraron los ojos y echaron a andar por un camino resplandeciente en busca de su nuevo amigo. El próximo día te contaré el encuentro de los niños con Platero. Y ahora te toca a ti: Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Solo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual … ¿De qué color son los ojos de Platero? Pista: Vuelve a escuchar la grabación y fíjate cómo continúa el texto.