En noviembre nos visitan cada año las estadísticas de I+D. Las del EUSTAT (Euskadi) y las del INE (el Estado y las Comunidades Autónomas), que siguen con esa práctica ancestral de dar datos distintos para el mismo indicador. Sin duda así consiguen ganar nuestra confianza (mentiras, grandes mentiras, y estadísticas…).
Ya suponía yo que un año de estos en las del INE, Euskadi acabaría cogiendo la delantera. Ha sido en las que han publicado hoy, correspondientes al Ejercicio 2011, en las que Euskadi por primera vez se sitúa como la Comunidad Autónoma líder en I+D.
Ya ves, años esperando este día, y ahora que llega, no me va a salir celebrarlo.
Primero porque en el conjunto del Estado, seguimos sin levantar cabeza, mantenemos encefalograma plano. No me vale ser tuerto en país de ciegos. No me vale el indicador de Euskadi de 2011 (ni el de EUSTAT de 2,04, ni el de INE de 2,10) para llegar en el 2015 al 3%. No me valen.
No me vale tampoco el consuelo de la zorra (la de las uvas). Los que dicen que tampoco es tan grave que baje la inversión en I+D, que para invertir más antes tenemos que mejorar nuestro sistema de Ciencia y Tecnología. O los que dicen que nadie ha demostrado que invertir en conocimiento garantice el futuro de nuestra economía. O los que dicen que habría que contar la inversión en diseño e interiorismo también. El futuro de este país está en la industria, y la nuestra necesita tecnología. Y hay que invertir más. Mucho más.
Yo soy así, ya me conocéis, muy mío para este tema. Me llevan los diablos cuando veo la pendiente que va cogiendo la curva, las restricciones presupuestarias para el 2013, y el objetivo de llegar al 3% en 2015. Os lo enseño, para que me entendáis. Si lees toda la historia el objetivo no parece imposible, pero si te quedas con los últimos años de la serie, ves que hemos tendido al encefalograma plano… Hay que volver a ponerse las zapatillas de correr.
Así que pocas fiestas hoy. Me acuerdo de lo que decía el rey Pirro, que gano a los romanos en las batallas de Heraclea (280 a.C.) y en Asculum (279 a.C.), pero con tantas pérdidas que finalmente tuvo que renunciar a expandir su reino por la Península Itálica. Las crónicas cuentan que después de una de ellas exclamó: «Otra victoria más como ésta, y estoy perdido». Por eso el Diccionario de la Real Academia recoge como una de las acepciones del adjetivo pírrico: “De poco valor o insuficiente, especialmente en proporción al esfuerzo realizado.”
En fin, ya sabes lo que pienso de ganar y perder. Hasta 2030 quedan muchos Noviembres, y aunque este nos haya tocado perder, no por eso nos vamos a desanimar ¿verdad? Ya vamos llegando a 5.000 visitas al mes en Thought in Euskadi (la montaña de junio es de “Salvados”, sí: el entusiasmo se agradece mucho, pero no conviene olvidar que esta carrera es de fondo)