Me publican hoy en Expansión una entrevista, y han elegido como titular algo que comenté en la conversación: “El modelo del empleo fijo es insolidario y desequilibrado”.
Algún eco ha tenido el titular, y he pensado que sería bueno explicarme en algunos caracteres más que los 140 que me da Twitter. De la lectura de la entrevista no tengo claro que se entienda bien el mensaje que quería dejar…
Lo que comentaba en ese momento de la charla es la brecha, la fractura social que se está abriendo entre aquellos que hemos conseguido y conservamos un empleo estable, y aquellos que lo han perdido o que ni siquiera han tenido la posibilidad de acceder a uno. Es muy evidente la asimetría entre los índices de desempleo en las diferentes franjas de edad, que hacen de los jóvenes un colectivo muy desfavorecido, después de 5 años de crisis.
Es evidente que una forma de atajar ese problema sería conseguir un mercado del trabajo que genere más empleos fijos. Proyectos empresariales en el que exista un mayor nivel de compromiso con las personas que participan en ellos. Que la sociedad o los representantes de los trabajadores reclamen reformas en este sentido, me parece lógico y necesario. Parte de la solución, sin duda, viene por ese camino, y me sumo a las reflexiones que muchas voces autorizadas están haciendo en este sentido.
Lo que sería ilógico es que aquellos que reclaman mayor compromiso por parte de los empresarios o de las instituciones para solucionar este grave problema que tenemos, no estuviesen dispuestos a ejercitar esa misma solidaridad y justicia, estableciendo mecanismos que permitan ir articulando una distribución más amplia de ese recurso escaso que ahora tenemos, que es el empleo.
Estoy convencido, que la solución pasa por una combinación de esos dos caminos. Más compromiso, más flexibilidad, una mayor participación de las personas en los proyectos empresariales, y unos modelos de relación más abiertos que permitan recuperar el dinamismo y abran oportunidades a las personas que ahora no ven la forma de reincorporarse al mercado del trabajo, o de acceder por primera vez.
Modelos que hace poco se mencionaban en un interesante artículo que explicaba recientemente las razones de que Alemania se encuentre en una situación mucho mejor que la nuestra, si no lo has leído te puede interesar: “El mito de las reformas en Alemania“
Eso quería decir, y quizá algunos al leer el titular lo hayan entendido ya así. Me ha parecido oportuno explicarme, este tema me parece que merece cierta atención y cuidado, y todo el respeto por las personas que necesitan de un empleo (de cualquier tipo de empleo, en realidad), para poder seguir adelante con sus vidas y las de sus familias.