¿Os imagináis que vuestros estudiantes fueran hologramas?
Hace unos meses escuchábamos a un ponente lanzar esta pregunta a una audiencia de docentes universitarios: ¿os imagináis que vuestros estudiantes fueran hologramas? En el contexto en el que se planteaba, este interrogante quería simbolizar un ejemplo de despersonalización, una muestra más de las consecuencias negativas que nos puede traer el avance tecnológico. Como profesional