Inteligencia Competitiva y Exploración Tecnológica para informar la Estrategia Corporativa

AUTOR: PACO GONZÁLEZ-BREE

El «cambio acelerado» es el incremento en la tasa de progreso tecnológico que producirá cambios más rápidos y profundos en el futuro. Este concepto se apoya en las ideas de Gordon E. Moore que en 1965 señaló que cada dos años se duplica el número de transistores en un microprocesador, o Raymond Kurzweil que planteó en 2001 la «ley de rendimientos acelerados» para describir un crecimiento exponencial del progreso tecnológico que nos llevará a una «singularidad tecnológica». La idea de la singularidad se remonta al siglo XVIII, con Nicolas de Condorcet, y fue desarrollada por autores como John von Neuman y Stanislaw Ulam en los años cincuenta, y por Vernor Vinge en los ochenta. Todas estas ideas, que fueron propuestas durante el siglo pasado, están de máxima actualidad para el mundo empresarial por la llegada de dos conceptos que están revolucionando el mundo como lo conocemos. El primero es de las «tecnologías exponenciales» las cuales permiten el cambio a una velocidad acelerada. Esta transformación del mundo como lo conocemos se está viendo facilitada por la reducción de costes y los progresos sustanciales en áreas tales como la potencia de computación, el ancho de banda y el almacenamiento de datos. El segundo es el de la «convergencia acelerada», que plantea que a medida que la tecnología continúe creciendo de forma exponencial, las interacciones entre los diferentes subgrupos de la tecnología crearán grandes oportunidades de negocio empresarial. Esto lo vemos con claridad en el ranking 2022 de la consultora BCG de las empresas más innovadoras del mundo donde las primeras 10 empresas del mundo (Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet, Tesla, Samsung, Moderna, Huawei, Sony e IBM) están claramente apostando por las tecnologías exponenciales. Sin embargo, esta ventaja que mantienen las empresas tecnológicas se puede atenuar y esto es algo que vemos claramente con la adopción de la Inteligencia Artificial (IA).

En un estudio de Accenture de septiembre de este año sobre la IA aplicada se observa que la brecha de madurez entre industrias, que en la actualidad lidera el sector tecnológico, se reducirá considerablemente en el año 2024. Algunos sectores que avanzan considerablemente incluyen: 1) La automoción con un aumento en las ventas de conducción autónoma impulsada por IA; 2) El sector aeroespacial y defensa, ya que se prevé una demanda continua de sistemas remotos habilitados por IA; y 3) las ciencias de la vida que ampliarán el uso de IA en el desarrollo eficiente de fármacos. El informe también destaca que existe un enorme espacio para el crecimiento en adopción de IA en todas las industrias y, en especial, para los rezagados como el sector de los servicios financieros y de salud. Desde el punto de vista del rendimiento, liderazgo y gestión, las empresas maduras en IA en prepandemia ya obtenían un 50% más de crecimiento de ingresos en promedio frente a empresas débiles en IA. Las empresas maduras se caracterizan por implementar soluciones de IA para resolver problemas, detectar oportunidades y superar a sus competidores. Dominan la multitarea, demuestran un alto rendimiento por su capacidad de combinar fuerzas en la estrategia, los procesos y personas. Estos datos son alentadores para las empresas que aún no están apostando por la tecnología, pero la pregunta que surge es cómo empezar. La respuesta es sencilla, con Inteligencia Competitiva y Vigilancia Tecnológica para informar la Estrategia Corporativa.

La inteligencia competitiva se puede definir como un proceso sistemático y continuo de obtención, análisis, interpretación y difusión de información útil y valiosa sobre los competidores, el entorno competitivo y las tendencias, con el fin de promover los objetivos de negocio. La exploración tecnológica se puede definir como un enfoque sistemático según el cual las organizaciones asignan a parte de su personal y otros agentes externos la recopilación de información relativa al campo de la ciencia y la tecnología. El objetivo es obtener ventajas competitivas identificando los posibles impactos internos y externos que los avances tecnológicos pueden provocar. La exploración tecnológica es muy útil para la identificación de tecnologías emergentes que podrán estimular la innovación. Para ello es fundamental combinar los reportes tecnológicos con los análisis de nuevos negocios potenciales. Este método se suele usar como parte de la inteligencia corporativa y puede aplicarse como un elemento de la innovación abierta. Esta misma semana cinco grupos ‘tech’ (Inndux, Área 101, Innsomnia, D+I y Deusto Business School) hemos dado a conocer el Informe de Consenso de Tendencias Tech 2023, un documento que se sustenta sobre más de 150 informes y estudios de fuentes públicas y privadas, seleccionadas y sintetizadas por el equipo de Inndux. En dicho estudio se han analizado los puntos fuertes y retos de tendencias tan diversas como la analítica de datos, la biotecnología, blockchain, ciberseguridad, impresión 3D, inteligencia artificial o el 5G-IoT. También aparecen reseñados aspectos como la nanotecnología, el metaverso, robótica, ‘big data’, chatbots, drones, computación cuántica, vehículos autónomos, comercio electrónico, gemelos digitales, nube, sostenibilidad o ciudades inteligentes. Dicho estudio deja claro que las empresas no pueden ser ajenas a estos formidables desarrollos y deben hacer todo lo posible por aprovechar las inmensas ventajas y oportunidades que traerán las tecnologías exponenciales y las interacciones entre sus diferentes subgrupos por medio de la convergencia acelerada.

Paco González-Bree, profesor de Deusto Business School

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