Según T. Mann, Jacob y José serían figuras lunares, frente a Esaú y los hermanos de José que serían solares (patriarcales). También el Tristán de Wagner estaría bajo la concepción lunar (véase al respecto J. Campbell, Las máscaras de Dios).
(De Interludio: Razones afectivas, #28)
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Mi obrita El matriarcalismo vasco es el ejemplo de cómo no hacer antropología: pues una antropología científica hubiera consistido en recontar el número exacto de madres vascas y dejarse de mitos, arquetipos y símbolos colectivos.
(De Interludio: Razones afectivas, #130)
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La Historia es la crónica de lo que pasa: como si lo que pasa fuera lo más relevante. Lo más relevante es precisamente lo que no pasa: y allí sólo accede el símbolo.
(De Interludio: Razones afectivas, #22)
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Basándonos en que los nazis apelaron al «buen sentir» del pueblo alemán, desacreditamos los sentimientos en nombre de la razón. Como si los crímenes nazis no se hubieran realizado por falta de sentir y fallo del sentimiento —en el nombre de una razón desafecta—. (Precisamente si de algo puede acusarse a la filosofía alemana es de intelectualista y poco sentimental en general).
(De Interludio: Razones afectivas, #15)
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