El duelo de existir

El hombre sufre el dolor de ser hombre.
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El dolor de ser hombre: el dolor de estar vivo y saberse en vilo.
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Al hombre le duele todo: incluso el amor (dolor de amor).
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El duelo de ser hombre: por el dolo o fraude de existir que le defrauda.
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La faena de existir: faena como tarea existencial y tara esencial.
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Ignoramos qué sentido tiene toda esta eclosión cósmica: un sentido eclosivo o
expansivo que se impande en el hombre (inclusivamente).
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Según G. H. Bayal, cada hombre encuentra en vida su propio dolor existencial: su
propio duelo de existir.
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El universo como desmesura: una realidad inflada o inflacionaria de proporciones
desproporcionadas.
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No crearse necesidades innecesarias o especiales: sólo las específicas de la especie
humana.
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La muerte es el soberano consuelo al dolor humano (D. Rivero).
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Hay que espantar la soledad: con el espanto de poder perderla a manos de algunos insolitarios/insolidarios.
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El hombre ha avanzado hacia la libertad: pero ha retrocedido a la desligación o irrelación (desafección).
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El universo parece regido por un mecanismo cuántico que eclosiona en el hombre: el cual proyecta a Dios como su valedor hiperhumano.
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El ligarse sentimentalmente no deja de ser liarse: un lío.
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El tiempo lo posibilita todo: y todo lo imposibilita.
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Reír: enseñar los dientes sin ensañarse con el otro.
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La filosofía melancoliza: porque ve el desbarajuste del mundo.
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Mi orfandad existencial: mi amado padre fue víctima de los hunos y los hotros.
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Proyectar una sociedad acordada por la razón-sentido: y no acordonada por el poder.
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Messi es sencillo y hace sencillo lo complicado: Cristiano es brillante y lo abrillanta todo (incluso el pelo con brillantina).
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El tiempo no pasa, pesa: el tiempo no huye, engulle.
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De viejo todo se ve viejo, caduco y caducado: la sabiduría peina canas.
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La Niña Blanca en México: el culto sincrético a la muerte cual calavera milagrera.
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Soy un filósofo externamente peripatético porque paseo: pero internamente soy directamente patético.
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Según S. Freud, el niño es polimorfo perverso: según M. Eguiraun, el viejo es amorfo perverso.
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La comunidad tipo religioso es la iglesia que se basa en la comunión: la comunidad tipo civil es la sociedad que se basa en la comunicación.
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La sentimentalidad del bolero es hispanoamericana y procede de Cuba: Perfidia, Toda una vida, Noche de ronda, Pecado…
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Lo que más me extraña de este mundo es que el hombre y la gente no se extrañen de él: sigo extrañado por mi propia extrañeza y la inextrañeza ajena (parezco extraño porque padezco extrañamiento).
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Acabamos como sombras vivientes: entonces bajamos al Hades, Sheol o inframundo.
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Según Schopenhauer, la vida es un tapiz: en la primera parte vemos el dibujo (la bella apariencia), en la segunda vemos el envés (la ruda realidad).
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Envejecer y morir: morir de las heridas que ya no nos pueden curar.
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El Pange lingua de Mocedades recupera una atmósfera de liturgia e incienso.
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En su canción “En esta tarde gris” El Cigala afronta la tristura de vivir: y la tritura cadenciosamente.
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Nadie como Fleta ha inmolado su voz en el altar del canto: sacerdote y víctima, ofrenda y ofertorio, rito de sublimación de la pasión en armonía y de la disonancia en consonancia.
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El pensamiento positivo me engaña y aturde tontamente: el pensamiento negativo me ayuda y despabila para afrontar la afrenta de la vida.
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Seguimos viviendo por inconsciencia e inercia: por rutina o costumbre.
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En la última parte de su vida el hombre prepara su entierro día a día: pero la mayoría trata de no pensar en lo impensable.
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Hay que predicar el interés por este mundo, es lo culturalmente correcto: pero a mí apenas me interesa este mundo con sus luengos atributos.
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Cuidas un órgano y descuidas otro: la naturaleza juega con nosotros.
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La belleza del mar y sus peces: atravesado por un violento hilo de sangre.
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Hay que agradecer al fin ser hombre y no un monstruo: sobrevivir y no malvivir.
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Oímos el pálpito del corazón: escuchamos el púlpito de su co-razón.
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La copla española es de origen andaluz y ofrece un cromatismo de arcoiris tamizado por el violeta: Tatuaje, El clavel, Dime que me quieres, Vino amargo…
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Nos echan la culpa de nuestra tristeza: pero la realidad es triste (nosotros sólo lo estamos).
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En un universo infinito la expansión infinita se impande o contrae infinitamente.
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Los filósofos filosofan sobre cosas o asuntos mundanos: yo prefiero filosofar sobre el ser y el sentido, la vida y la existencia, Dios y el diablo, lo simbólico y lo surreal.
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El amor se expansiona al precio de su ilusión.
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El científico Ampère puso como epitafio en su tumba “por fin feliz”: debió sufrir demasiados “amperios” en su vida.
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El amor como motor móvil o movilizador de la vida: y el desamor como motor inmóvil e inmovilizador.
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La vida lucha consigo misma y con los demás: demasiado.
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El hombre pasa pronto de la edad probeta a la edad provecta.
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Siempre he sido un desterrado hijo de Eva: siempre he vivido en exilio.
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La condición del mundo y su contradición: la coimplicación de los contrarios (de ahí el desconcierto de todo auténtico filósofo ante el ser).
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En la contemplación y vivencia del mundo vemos los elementos opuestos (lo bello y lo siniestro): pero no percibimos su relación empero real (ontológica).
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En P. Ricoeur la cuestión del mal traspasa de lo trágico a lo ético, del exterior al interior, de lo cósmico a lo humano: yo diría que el mal real o dado se abre simbólicamente a través de la apertura o abertura de la evolución que arriba al hombre (último refugio de cierta esperanza incierta).
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Me considero alguien que ha triunfado en su vida: y que ha fracasado en la misma (quien puede entender atienda).
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En España es mejor que te dejen en la estacada: y no darte la estocada.
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Las rancheras mexicanas te desquitan el dolor de amor con sus mariachis alegres:así Jorge Negrete cantando “Me cansé de rogarle”, o bien Infante y Vargas interpretando “Corazón” en dueto simulado (puede verse en la red).
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Observo con arrobo un algarrobo enjuto y otoñal, amarillento: espejo de mi existencia algarrobada o algo robada y sin algarabía (pero qué interesante).
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En el algarrobo cuelgan las algarrobas como pájaros oscuros en su guardarropía: así penden de mi alma sus pendencias y pensamientos yertos.
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Tras el algarrobo algo robado o desplumado, escuálido, diviso un cielo que transita del
azul al llanto.
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Tengo una imaginación enfebrecida: por la fiebre de la vida.
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Mis libros yacen en nichos como en un cementerio: ahora reciclo su quintaesencia en la
red donde quedan enredados.
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Pasear al anochecer: así nadie intimida tu intimidad.
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El tango argentino afronta la afrenta de la vida de frente y de perfil, a través de un
destino convertido en destinación: Caminito, Volver, El día que me quieras, Sus ojos se
cerraron…
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El dios del día: y el diablo de la noche.
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Qué tristeza este mundo de ceniza: lo escribo en penumbra porque está mal visto decirlo
a la luz.
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La risa sarcástica de Voltaire: la risa pérfida por la perfidia ajena, la risa maliciosa por
la maldad humana, la risa burlona frente al borde burdo.
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Hay que mantenerse toda la vida despabilado: y aún así nos engañan y nos
equivocamos, perdemos y fracasamos.
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Amor -la encarnación del sentido existencial: asistencial.
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La pasión desesperada de Lucio Dalla cantando “Caruso”.
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La música no podrá nunca libertarse de su sombra órfica (José Bergamín).
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El rostro como máscara del hombre, según Nietzsche: máscara que enmascara una
calavera, según Bergamín.
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Parafraseando a Goethe, cabría definir al hombre como un mono capaz de aburrirse: un

mono aburrido de (no) serlo.
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Dice Bergamín que la razón de la vida no hay que buscarla en la esfinge ni en la
serpiente, sino en la langosta: yo diría que en su doble sentido de crustáceo marino
(sabroso) y de insecto silvestre (devastador).
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Me siento en el parque frente a una funeraria-tanatorio: presiento mi destino en paz el
día de mi apaciguamiento o pacificación, la noche de mi acallamiento o encallamiento
final (espero que no resulte encanallamiento).
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Goethe olímpico y Nietzsche demónico: Heidegger enfático y Cioran entre linfático y
enfadado.
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Ortega solemne y Unamuno grandilocuente: Trias en ralentí y Savater raudo.
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Bohemia de París y Venecia sin ti: Aznavour es rumano y parisino, con marcado acento
veneciano.
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La música ligera aligera el alma: la música clásica clasifica el alma.
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Las ruinas humanas de mi entorno: entorno los ojos para no ver el desmoronamiento del
hombre junto a la mujer.
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Como no me pagan por escribir, puedo escribir lo que quiero sin estar pagado de mí
mismo: incluso despegarme de mí mismo y mofarme.
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No cantaré victoria hasta estar bien yecto, yerto, muerto.
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El hombre acaba declinando y ya no conjugando: el viejo va perdiendo referencias y
aferencias del mundo a favor del trasmundo.
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Los animales son los brutos oficiales de nuestro reino: en el cual reina el más bruto y
animal.
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Los buenos viven en su cielo: los malos viven en su infierno: los demás en la tierra.
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La respuesta personal a este mundo anarco-surreal es: anarco-surreal.
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La gente quiere estabilidad o estabulidad: estabulación del rebaño.
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Papa significa padre de padres: pater patrum (del griego pappas).
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Para no exacerbar mi romanticismo elijo convivir en una residencia clasicota.
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No ya en el infierno sino en la tierra vale la divisa de Dante: “Perded toda esperanza”…
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El amor nos introduce en la primavera del jardín del Edén: un territorio movedizo y
fantástico, de cuyo ensueño despertamos y salimos en el siguiente otoño.
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Roma locuta: causa difusa, cosa difunta.

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Pensar para vivir: porque uno piensa (en) vivir.
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Frente a la beatería mundana: despotricar contra este mundo.
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Nos enamoramos cuando estamos desenamorados: nos desenamoramos cuando estamos
enamorados.
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En el enamoramiento hay temblor: el temor acecha más tarde y a menudo se resuelve en
tumor (tumor de amor).
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El amor sólo subsiste por la falta de amor: por el deseo del deseo, por el amor del amor,
por la carencia.
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En el amor emerge la paradoja de que el dolor de un hombre puede curar el dolor
de otro hombre, la carencia de uno curar la carencia del otro/otra: así el amor es el
encuentro de dos desencontrados (compasión).
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Quien piensa se abre a la otredad: quien ama se abre al otro.
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La importancia de los “hábitos del corazón” según Tocqueville: son la base del sentido
convivencial frente a los empedernidos.
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Estamos atrapados por la geografía y el tiempo, el sustento y la sexualidad, la salud y la
enfermedad, el bien y el mal, la vida y la muerte, el otro y yo.
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Somos terrícolas: dejamos nuestros retos y restos en esta tierra.
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El desequilibrio térmico permite la vida: el muerto equilibra su temperatura con el
medio ambiente.
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Entropía es evolución o cambio, alteración o trasformación(en-tropé): más entropía es
más tiempo pasado.
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En estos lares trabajar con la cabeza es menos rentable que hacerlo con los pies.
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El río se convierte en ría y se vierte en la mar: allí ya no ríe al pasar del dulzor a la sal.
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Un perro me acecha en pleno campo: cojo un palo por si acaso y el can pierde todo
interés acechante (por si acaso).
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El despliegue colorista de la tarde me parece un derroche de luz ante el hombre
ensombrecido y ensimismado.
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El camino de la vida es tortuoso: de ida y vuelta.
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Me gusta andar solo pero acompañado, me gusta la soledad en compañía: y no la
compañía en soledad ni andar acompañado en solitario.
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Si vis vitam, para mortem (Freud): si quieres la vida, prepara la muerte.

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Mi escritura ya no es entendida ni atendida: el día que me vuelvan a entender o atender
me malentenderán y malatenderán, como ya lo hicieron (así que tranquilo).
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El hombre más feliz es el que hace feliz, decía Diderot: un pensamiento edificante.
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Nadie me hace caso: yo tampoco (autoliberación).
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El mal es la gran deconstrucción de toda verdad y sentido, de todo Dios o dioses, de
todo idealismo.
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Avanzamos accidentalmente: pero el problema existencial no tiene remedio (sólo
remedo).
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Al principio el mundo parece admirable: al final el mundo resulta inmirable (ya no
parece sino que perece).
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En la tradición cultural el destino es ciego y para algunos aciago: mientras que la
providencia es previdencia y para algunos aojo (predestinación).
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Criticalidad organizada: así llaman los científicos a nuestro modo de “construir” la
realidad experienciada a través de un modelo predictivo.
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Sólo el hombre hace de su capa un sayo: la mujer hace una saya.
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Estar aún vivo: qué peligro encarna para la vida esta vivencia radical.
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En mi caso el inicio del filosofar está en el descubrimiento de la vida humana y su
marrullería o recubrimiento existencial: no me inquietaba por qué hay algo en lugar de
nada, sino por qué alguien en lugar de otro.
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En la urna democrática depositamos la libertad: en la urna funeraria depositamos la
necesidad.
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En el fondo todos estamos solos: pero el solitario lo está también en la superficie.
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La vida humana consiste en un doble movimiento dualéctico y complementario: dar
lustre y echar lastre, positivizar y negativizar (sic et non).
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Los enemigos pueden ser los más amigos: los amigos pueden ser los más enemigos.
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Despotricar del mundo: porque es como un potrico desalmado.
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El amor se enfrenta con la muerte: pero en la vejez ya no podemos amar con tanta
pasión (por eso morimos).
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Morir es morder el polvo con sabor a ceniza.
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Amo luego existo: soy amado luego coexisto (consisto).
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El activismo del joven: el pasivismo del viejo.
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El amor es lo inquietante: lo inquietante cordial.
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El cargo de ser hombre y el contracargo de ser mujer: la carga de ser humano, el
encargo de serlo y el recargo de no serlo.
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Mis juegos de lenguaje son conjugaciones de sentido: lúdico/lúcidas.
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Soy un hombre poco hombre: soy un filósofo poco filosófico: soy un espécimen poco
específico.
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Mi biografía se resume en mi orfandad existencial: rellenada esencialmente por una
filosofía aferente o afectiva del sentido.
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Mi filosofía se centra en la crítica del mundo tomado literalmente porque mata: frente a
la letra mortífera el simbolismo abre un horizonte de sentido.
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Mi proyecto final se concentra en la nada simbólica (la muerte): se trataría de abrir una
apertura a la trascendencia que trascienda la trastienda de este mundo.
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Soy un simbólogo: incluso un simbóloco.
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La contradicción del mundo nos hace reír y llorar.
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Recuerdo sensiblemente a Gauchos-4 cantando Cuando un amigo se va: yo era joven y
estaba con algunos amigos que se fueron afuera, pero se han quedado adentro.
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La existencia consiste en asumir y desechar: asimilar y desasimilar.
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El pensamiento más profundo canta (Carlyle).
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La vieja combinación juvenil de vino y vinilo: Dioniso contenido y música enlatada.
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Sacralizar la sexualidad es adorarla: desacralizar la sexualidad es desacreditarla.
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De joven viví estrechamente: ahora trato de vivir holgado para tomar huelgo y holgar/
huelgar.
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La aforística es un género agradecido: expresión de la impresión, te dices y te dice, te
acompaña fielmente como una sombra luminosa.
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La Iglesia se organiza en curias: curiáceas, coriáceas, crustáceas.
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Lírica viene de lira: una lira que delira deliberadamente.
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Adaptarse a ciertas situaciones es desadaptarse a otras: adoptar ciertos roles es
desadoptar otros (desenrolarse).
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El día de mi muerte: el día de mi suerte (sortida).

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La gente no parece consciente de la muerte: parece inconsciente.
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Pensar filosóficamente es pensar radicalmente: la faena de existir, el duelo de ser
hombre, morirse en vida.
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A menudo preferimos el engaño al desengaño: y el desengaño al desamor.
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La Iglesia se mete contigo si te metes con ella: pero no necesariamente con Dios.
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Acércate al sepulcro para conocer tu refugio: purifícate en vida para preparar tu
cremación: asume el tiempo para entrar en la eternidad.
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La ausencia de la mujer en la vida produce soledad radical.
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En la aforística el aforista da vueltas y rodeos hasta dar con el meollo: juega con las
palabras hasta dar con el logos: se divierte escribiendo hasta encontrar la clave.
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La faena de existir como tauromaquia existencial: dominar y templar el toro de la vida
hasta que te domine y destemple.
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La existencia como temor y temblor: templar y temblar.
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No sabemos bien cómo funciona la economía: pero funciona mal.
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Paradoja: con la crisis se vende más lotería (la suerte como sortilegio).
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Olvidamos que la juventud es joven y la madurez madura hasta pasarse.
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El camino es la posada: que se hace poso al pasar.
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La aforística es un lenguaje de género anarcoide y especie surreal.
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El esplendor de la vida contrasta con su final abrupto: el esplendor y lo abrupto.
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Los desahuciados acuden a Dios: el gran Desahuciado de nuestra sociedad.
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Corro el curso de la vida ya sin discurso: discurro el curso de la existencia ya sin
discurrir.
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Mi melancolía no es bilis negra: es bilis violácea.
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Guardiola es un símbolo: Mourinho es un diábolo.
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Qué enigma el universo: todo me parece enigmático a pesar de su familiaridad.
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El mundo simboliza algo más que el mero mundo: del mundo emerge un sentido
enigmático no descifrado.
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El mundo simboliza algo más que el mundo: simboliza un sentido de relación que no se

reduce a sus meros elementos.
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La impresión de estar rodeado de tontos: que atentan contra mi propia tontera.
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No es culturalmente correcto lo que escribo, y está mal visto que un viejo critique la
vida tras vivirla: por eso lo hago, para vivirla críticamente hasta su final decadencia,
diciendo la verdad sentida.
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El amor simboliza la vida y la muerte: por eso su magnificencia e ilusión nos hace vivir
y su desilusión y decadencia nos prepara a la muerte.
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Deusto viene de Deus: por eso estoy como Dios (Deu-s-to).
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Dios no nos abandona: Dios es el abandono eterno al que nos abandonamos.
(Parafraseando a H. Mujica).
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Mi aforística es cada vez más decadente: como debe ser (decadente pero no decaída).
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Hay que vivir el presente: pero con un recuerdo del pasado y una idea del futuro.
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En este taco aforístico debería legar algo importante o alegar algo contundente: por
ejemplo, que cohabito un universo descomunal, un cosmos inmenso y una tierra
enorme, de la que percibo a través de mi ventana un montículo veroso con dos palmeras
ajadas, en un atardecer quieto y fresco, en el momento en que se apaga la luz solar y se
encienden las farolas amarillentas de esta ciudad sita cerca del mar…
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El fado lusitano canta un destino triste, que se expresa en una soledad cuasi cósmica:
Fado lisboeta, Una casa portuguesa, Flor de lua…
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El estilo es la manera o maniera del hombre: su manierismo y, exagerado, su
amaneramiento.
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Estoy solo, pero no aislado: no vivo en una isla o ínsula, sino en una península.
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El mundo como un pulular de géneros y especies, individuos y grupos, animales y
humanos, átomos y células, Dios y el diablo.
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En la filosofía española pueden detectarse ciertos ingredientes de la tauromaquia y la
zarzuela, del flamenco y la jota, de la guitarra y la pandereta, del aceite y del vino: una
filosofía colorista y castiza que castiga toda castidad “racionanista” a la alemana.
—–
Lo excelente también abruma: he quedado abrumado por las brumas refulgentes de la
Obra Completa de Bach (a la que habría que añadir aún muchos títulos perdidos).
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Más vale bueno conocido que mejor por conocer: menos vale regular conocido que
bueno por conocer.
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Necesitaría un secretario que guarde los secretos: una secretaria podría resultar
peligrosa para mi profesada independencia.
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El mundo no es una mera máquina: el mundo parece trasparentar en el hombre
cierta “maquinación” que sobrepasa el mero maquinismo maquinario.
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Antes me preocupaba por que mi escritura llegara al personal: ahora pienso que la
escritura merece cierto respeto, distancia, silencio (así no la desbastan o devastan).
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Mi única cuestión filosófico-existencial respecta a la ambivalencia radical de la vida:
por qué la vida es tan bella y tan fea en el mismo tracto, en simultaneidad sucesiva, en
diacronía sincrónica, en el mismo tiempo-espacio contextual.
—–
Veo al presidente europeo Barroso muy borroso: Europa abrumada por la bruma
(germánica).
—–
La filosofía debería ocuparse del sentido de las cosas en su contexto existencial:
simbólicamente.
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Imagino un casting de castidad como un anticasting: todo casting es un castigo de la
castidad.
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El hombre es poco válido: por eso teme acabar como inválido.
—–
La mortalidad relativiza la vida e incluso la muerte: ser mortal es mortífero, mata.
—–
La gente espera de la filosofía recetas, pero la filosofía no cura la vida: prepara para lo
peor y sólo cura de la muerte (ni siquiera del morir).
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El viejo se despoja de todo: y lo despojan de todo.
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La gloria del hombre es su imaginación y simbolismo: pero también su miseria.
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Hacer de tripas corazón: hacer de caos cosmos, de eros logos y de animal hombre.
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De la nada vengo, a la nada voy: entretanto me entretengo con nada.
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Veo el encuentro Madrid-Barça: el Barça más clásico y moderno, el Madrid más
romántico y posmoderno.
—–
En la vejez se van perdiendo todos los agarraderos: familia, amigos, libros, horizonte: se
prepara el desmoronamiento y la hecatombe del cuerpo ante el alma.
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La fe fe no es certidumbre: la fe es incertidumbre.
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La filosofía plantea el sentido y el sinsentido de la existencia, tratando de abrir el
sinsentido al sentido (apertura radical): la teología trata de abrir el sentido inmanente al
sentido trascendente (apertura trascendental).
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Todo se pasa: no sólo lo bueno sino también lo malo.
—–
Progreregresión: avanzamos al futuro haciendo pasado, avanzamos en edad
retrocediendo en años, arribamos al final abandonando el principio: el punto de llegada

es el punto de partida, conseguimos algo cuando lo consumimos, existimos dexistiendo.
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La ciudad es un sitio (city): un sitio situado y sitiado (simbólicamente).
—–
Los fantasmas nocturnos se disipan a la luz del día: las ideas diurnas se confunden en la
oscuridad nocturna.
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Me pregunto si me adaptaré a su hábitat: se preguntan si se adaptarán a mi hábitat.
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Hay que procurar calcular la vida hasta la muerte: no más pero tampoco menos.
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Tengo 200 seguidores en Twitter: casi los podría tutear.
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Todo árbitro es arbitrario: como su nombre indica.
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Era un hombre que tenía mucha cara por delante: y mucha sombra por detrás.
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La red es un libro abierto sin red.
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Los grandes jefes personifican la responsabilidad, pero no están sujetos a ella: ellos no
responden de sus actos.
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La angustia sería pagana, el sufrimiento sería cristiano: el dolor sería humano.
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Según un estudio americano, la profesión más feliz sería la de sacerdote: porque no es
una profesión ni un profesional sino un profeso muy profuso (vivir como un cura).
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Lo ontológico o existencial es lo radical: lo óntico o existenciario es lo radicado.
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La amistad se resuelve en la actitud amical o amistosa: el amor se resuelve en el acto de
amor.
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La filosofía tiene sentido: los filósofos no siempre.
—–
Hay bajos instintos: e instintos altos.
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No era un pederasta (pederastian) sino un pedestre (pedestrian): no le gustaba cabalgar
perversamente sino caminar rectamente.
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Hay que preconizar un sentido común crítico: tanto frente al sentido común acrítico
como al sinsentido común.
—–
El cuerpo dice sí a la vida: el espíritu dice no a la vida: el alma dice sí y no a la vida
(sabia ambivalencia).
—–
El espíritu dice no a la vida: y sí a la muerte.
—–
Sólo procrean los irreflexivos: por eso el mundo está lleno de irreflexivos (los reflexivos
no procrean sino que crean).
—–

La existencia es una pulsión de vida y un pulso con la muerte: ganamos aquella y
perdemos este.
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El Opus Dei y la “santa intransigencia”: el Opus hominis y la civil/civilizada
transigencia.
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En soledad de amor herido (Juan de la Cruz).
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La soledad canora: el pájaro solitario no sufre compañía.
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La nuestra es una sociedad infatuada: llena de fatuos.
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Amo, luego existo y desisto, me entrego y repliego, vivo y muero: amo, luego también
desamo. (Para Manuel Cruz).
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El extremismo sexual: el sexo proscrito o prescrito
—–
El que piensa lo más profundo tiene que despensarlo y dispensarlo: porque resulta
inquietante y abrumador.
—–
Pensar lo más profundo y lo más superficial: así este último compensa y diluye el
agobio de aquel.
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En el diálogo Sofista, Platón asume cierta lógica sofística: considera el no-ser como
otro-ser o ser-otro.
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En el paganismo el amor es carencia y exigencia: en el cristianismo el amor es tenencia
y donancia.
—–
El enfermo auténtico exige radicalmente: pero nadie responde adecuadamente (de ahí su
soledad radical).
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Pensamos que todo es para nada: pero sentimos que todo es para algo o alguien.
—–
Hay una filosofía rigurosa y rigorosa: rajorosa y rijosa, rígida y frígida.
—–
Quomodo vadis: cómo vadeas el vado de la vida.
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Vamos hacia la muerte: la vida ya no importa tanto (un pensamiento corrosivo).
—–
Amar a mares: parir a pares: pensar los pesares (para desespesarlos).
—-
El nacimiento es dolor, la muerte es dolor: la vida es dolo.
—–
Progreregresión: a medida que avanzamos la realidad desanda y las cosas retroceden.
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El ritmo del verso insinúa otro ritmo posible (J. Riechmann).
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La concepción de Dios por el hombre dice más de este que de aquel: dice prácticamente
todo de este y teóricamente nada de aquel.

—–
El mundo es logos y mito, razón e irrazón, vida y muerte, dios y diablo: en medio el
hombre oscila y media (simbólicamente).
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Las chaladurías del hombre: y sus devaimientos.
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Hombre, si vienes a este mundo, ciñe tu mente y ata tu calzado: si decides quedarte,
abre el corazón con precaución: si deseas marcharte, sólo es cuestión de tiempo
—–
Colocan al buen filósofo E. Trias en un elenco de filósofos menores: yo al menos ni
aparezco en tales elencos (quizás porque no hago filosofía sino psicofilosofía).
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Cuidado: la invocación a Dios –oh, Dios- puede crear odios.
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Agustín Lara escribe el chotis Madrid sin conocer la villa: por eso resulta más bello o
majo que el Madrid real.
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Hay que imaginarlo todo simbólicamente: para poder comprender humanamente.
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La felicidad coincide con la llegada del amor: un llegar que es un llagar místicamente.
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Caminar con amor es deslizarse: deslizarse sin amor es arrastrarse.
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La mirada de amor atestigua la presencia del Dios.
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Al final de la vida el cerco hermenéutico del aparecer va desapareciendo: reaparece y
nos cerca el cerco hermético del perecer o enmudecer. (Parafraseando a E. Trías).
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La historia secreta del amor: y la historia secreta del odio.
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El primer estudioso que me (re)descubre se pone las botas: simbólicamente.
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Existir es salir de la consistencia a la intemperie: y resistir.
—–
A los jubilados les queda poco júbilo: lo gastaron al jubilarse.
—–
Conclusión existencial: la felicidad es posible aunque no del todo, la infelicidad es real
aunque no totalmente.
—–
Toda existencia es la disolución de una esencia: toda esencia es la resolución de una
existencia.
—–
He hecho acopio de buen tiempo en mi alma: ahora el mal tiempo sólo atañe a mi
cuerpo.
—–
La existencia como quebranto: y el quiebro como método antiquebranto.
—–
Para morir en paz yo necesitaría que mi madre renaciera: quizás la propia muerte es la
cuna, el renacimiento y la madre.
—–

Mientras hablamos de Dios no hablamos del hombre: hablamos del intrahombre.
—–
El film Barry Lyndon de Kubrick, con la Zarabanda de Haendel: lo vivencié en plena
transición democrática como un rito de tránsito, paso o pasaje.
—–
Nuestra alma engaña al cuerpo animalesco con ciertos trucos bien trucados: para evitar
incontinencias y excesos.
—–
La envidia envida al envidiado: y enviuda al envidiador.
—–
Los perros son como hombres animales: los hombres son como perros humanos.
—–
En la vida hay toda una primera etapa de ascensión, luego nos instalamos en la
altiplanicie y finalmente descendemos peligrosamente al inframundo.
—–
Dios nos deja en paz si nos metemos con él: pero no así su clericato fundamentalista.
—–
El hombre busca un último refugio: donde poder caerse muerto.
—–
Gaviotas sobre la ría bilbaína: unas quietas en el agua, otras volátiles por el aire, otras
en formación sobre la balaustrada recibiendo a los paseantes.
—–
La crudeza de la vida y su crueldad se convierten en la rudeza del ruedo de la existencia.
—–
El hombre acumula al final de su vida tal cúmulo de contradicciones que no está mal
dejar su resolución para el otro barrio.
—–
Cierto criticismo critica el idealismo teóricamente: pero prácticamente recae en un
idealismo más radical o utópico.
—–
Veo a Harold Bloom en foto convertido en todo un viejo cascarrabias: todo viejo acaba
siendo un anticuario despavorido.
—–
A los muertos en paz los recibe san Pedro: a los muertos sin paz los acoge Dios
directamente (porque lo necesitan más).
—–
La vida nos va cercando mortalmente: a medida que se acerca el cerco mortal..
—–
La idea de suicidio abre una puerta a la desesperanza: diluyendo su morbosidad.
—–
Hello Dolly, por Armstrong: grutesco y grotesco, como la vida humana.
—–
El nihilista dice que no hay sino nada, el sino de la nada: el simbolista como yo dice que
hay ser y nada, sí y no, si-no.
—–
Asumir la soledad es acompañarse: asumir la compañía es acompasarse.
—–
La vida es como una carraca: barco viejo por fuera y son desapacible por dentro.
—–
La deuda soberana: una soberana deuda.

—–
Paseo para digerir la vida: y exonerar la mente.
—–
Los sulfitos del cava nos ponen sulfurosos: y a veces sulfurados (por el súlfuro o
azufre).
—–
Debería dejar algún legado a mis congéneres y sucesores, a mis cofrades y hermanos de
destino humano: un legado aforístico ligado a mi experiencia abrupta del mundo y sus
atributos.
—–
El pensamiento es disolvente: el corazón es resolvente.
—–
San Martín simboliza el veranillo (regala su medio capote al indigente): san Lorenzo
simboliza el verano (resulta asado vivo).
—–
Al pasar una farola mi sombra que viene detrás me alcanza y sobrepasa, pero bajo otras
farolas se divide en tres formatos a la vez: un espectáculo funambulesco al atardecer.
—–
El avestruz no esconde la cabeza bajo el ala ante el peligro: huye corriendo
antiheroicamente (un animal sabio).
—–
Cada uno encuentra lo que siembra: más algún encontronazo.
—–
Demo-cracia: demos gracias.
—–
Los amores imposibles son amores posibles: mas imposibilitados.
—–
Dejamos de amar –desamamos- cuando hay retorcimiento mental: cuando observamos
un gesto altanero de desligación o desafección.
—–
Esta sociedad preconiza luchar por todo, trabajo y amor, vida y honor: una lucha heroica
descabellada (en la que pierdes el cabello y el caballo).
—–
España es un país grande: no un gran país.
—–
De momento aún no hay recortes para los recuerdos: pero concordamos cada vez más en
acordarnos menos.
—–
A menudo la gorra es un engorro: y la pamela un camelo.
—–
No ama la vida porque no la tiene, cuando la tuvo sí la supo amar: a los suburbios de la
muerte accede, cuando ya sólo queda el recordar. (Parafraseando a Zunzunegui).
—–
Amor luego vivo: soy amado luego revivo.
—–
A veces acertamos al decir que no: a veces aciertan al decirnos que no.
—–
Jugar con las palabras: una forma de desendurecer lo real y hacerlo dúctil, esponjoso o
poroso.
—–

Una rendición a tiempo puede ahorrar mucho tiempo: y mucha mala sangre.
—–
Las profesiones vocacionales resultan más vacacionales: porque trabajas
gratificantemente.
—–
Este mundo está en el aire: abandonarlo es transvivir.
—–
Si estás bien todo es posible: si no estás bien nada es factible.
—–
Todo cambio nos cambia: todo recambio nos recambia.
—–
Las profesiones liberales no son profesiones libres: son librescas.
—–
Amo luego soy: soy amado luego estoy.
Venimos de mala manera a este mundo: y nos vamos de manera aún peor.
—–
Si no vives la vida, no vives (estás muerto): y si la vives, te desvives (mueres).
—–
El placer está unido a la consunción: consumición.
—–
Me pongo un jersey blanco: y el mundo se aclara levemente.
—–
El muerto al hoyo y el vivo al bollo: el bollo hueco y el hoyo lleno.
—–
Llamamos cuesta a una subida: por lo que cuesta.
—–
Me gusta andar ancho y largo: paralelo y libre.
—–
La música disipa la oscuridad: irradiándola.
—–
La realidad se expande hasta su difuminación física o su difamación política.
—–
La filosofía escolástica suele ser una adormidera: trata de todo como de nada (lo
maltrata todo como si fuera nada).
—–
Sólo me queda un último tránsito: pasar del seno de Deusto al seno de Deus-Dios.
—–
Frente al extremismo de san Juan de la Cruz y de don Juan Tenorio, Gracián propugna
un amor medial: ni divino ni animalesco, sino humano. (Parafraseando a A. Fabris).
—–
La ideología es un ideario cerrado: el ideario es una ideología abierta.
—–
Vattimo me dice que soy un filósofo anarcoide o anarcoidal: me lo imaginaba (quisiera
ser anarcordial).
—–
El sexo sintetiza la vida: reúne lo delicioso y lo asqueroso.
—–
Como las grandes instituciones o familias, la Iglesia tiene lo bueno y lo malo.
—–
Hablamos de providencia como previdencia: quizás sería mejor hablar de previvencia o

protovivencia.
—–
Poetizar es simbolizar el mundo: filosofar es racionalizar el simbolismo.
—–
El alma como “arma” en Andalucía: armario/almario.
—–
Quizás aún tenga para mí la cruel Natura un poco de piedad. (Parafraseando a G.
Lorca).
—–
La aforística puede ser genial para el autor: y banal para el lector.
—–
Lo cultural como secularización de lo cultual.
—–
Teoría de la progreregresión: caminamos hacia el pasado, vivimos con retranca,
sobrevivimos pero no supervivimos, remamos contra lo que nos rebasa.
—–
La bonanza nos hizo extraterrestres: la crisis parece hacernos más humanos (porque el
hombre es un animal en crisis permanente).
—–
La filosofía al servicio de la vida: biosofía.
—–
El más malo puede ser el más bueno: y viceversa.
—–
Nuestras ideologías políticas, religiosas o culturales: onanismos colectivos.
—–
La vida volverá a resurgir incluso tras la muerte: sobre todo tras la muerte.
—–
Venecia controló la isla de Creta: quiero pensar en la influencia cretense sobre lo
veneciano (por ejemplo, en su arte colorista).
—–
La solución definitiva: la disolución.
—–
En el cristianismo Jesús asume nuestros pecados: liberadoramente.
—–
No digais nunca: de este buen vino no beberé.
—–
Hay que adaptarse o morir: para adaptarse al otro mundo.
—–
La avricia rompe el saco: y se convierte en saqueo.
—–
Paradoja del cambio horario: una hora menos es una hora más (como en Canarias).
—–
La canción Padam de E. Piaf: el sordo batir del corazón humano como intermitencia en
medio del mundo.
—–
Las mala soledad retumba como en una tumba: la buena soledad resuena y reverbera
como en una tumbona.
—–
En España hay acogidas: y hay cogidas.
—–

Quien da por supuesto a Dios es un imbécil: quien da por depuesto a Dios es un imbécil.
—–
Un obispo debe ser un epíscopo o coordinador: y no un períscopo o controlador a modo
de periscopio inquisitorial
—–
Los obispos como controladores aéreos de la trascendencia: con todos sus privilegios
paulinos y petrinos.
—–
Como Profe ofrezco dos vertientes: la burocrática del profesor y la carismática del
profeso y a veces profeta (proferidor o hermeneuta).
—–
El tema de amor de El Padrino: amor y muerte, familia y mafia, ternura y violencia.
—–
Un día de sol no es nuestro, pero un día sin sol puede ser nuestro: porque el sol nos
altera y desaloja, mientras la penumbra nos desaleja de nuestra intimidad a modo de
casa anímica propia o apropiada.
—–
Lilí Marlène cantada por Marlene Dietrich: eros y thánatos, patria y muerte, incesto y
guerra.
—–
La vida es bella cuando se apacigua y ensueña
—–
Mi hogar es un recoveco en el mundo: en medio del exilio mundano.
—–
Como ya he dicho en otras ocasiones, mi primera generación de alumnos era moderna
y heroica (marxiana): la segunda ha sido posmoderna o antiheroica (marciana):
últimamente he conocido alumnos de carácter más sensible, interior o intramoderno,
quizás provocado por la propia crisis. (Para Héctor y Peio, Ángela y Alexandra, Imanol
et alii).
—–
Hay una fina interpretación de la famosa plegaria “Erbarme dich” de Bach cantada por
la californiana Eula Beal: la bella contralto aparece entre Donati y Menuhin sobre un
fondo oscuro, con negro cabello y atuendo, lanzando su lamento como una lechuza en la
noche (Eule en alemán es búho).
—–
Definitivamente Beniamino Gigli es la más bella voz de tenor: acabo de escuchar su
interpretación de “Pietá Signore”, profunda y alta, muelle y elástica, transida de sentido
aferente.
—–
No entiendo cómo la gente trae hijos a este mundo para verlos sufrir: será para sufrir en
compañía.
—–
La capacidad increíble del tenor M. Fleta para apianar la voz y aplanarla o hacerla
planear: piano y forte, sutil y borrascoso.
—–
El joven se preocupa por la fama: el viejo se preocupa por su difamación.
—–
Sólo fui temporalmente eterno como estudiante en Innsbruck: protegido por los Alpes
gigantes y sus nieves perpetuas.

—–
Tengo un Salterio para saltar cual saltero de salmo en salmo: de ensalmo en ensalmo
(litúrgico).
—–
Me gusta ser filosóficamente provocativo: o como dice Vattimo, provocatorio.
—–
La madre Iglesia nos libró del padre Estado y de su servicio militar obligatorio: la
democracia nos ha liberado luego de cierta Iglesia matriarcal y de cierto Estado
patriarcal en nombre de la fraternidad civil/civilizada.
—–
La madera fresca: la materia prima: la mater-materia.
—–
Soy feliz en medio de unas campas al descampado: bajo un cielo descapotado y oreado.
—–
Hay una mediocridad de plomo o plomiza: y hay una mediocridad de oro o dorada
(áurea).
—–
Según Baudelaire, el amor es prostitución: porque nos enajena..
—–
Paradójicamente el mal mantiene abierta la esperanza del bien: la herida radical como
apertura existencial.
—–
El que resiste gana, decía C.J.Cela: si no se resiente.
—–
El corazón tiene sus co-razones que la razón desconoce.
—–
La Biblia: los avatares de Dios, su currículo vital.
—–
El mundo es fascinante y terrible: la realidad es sublime y abyecta.
—–
Interpretar los signos del amor sutilmente: para captar el sentido latente/latiente.
—–
Según un Wittgenstein delirante su vida fue maravillosa, según un Cioran insomne
su vida fue esperpéntica: según mi propia experiencia decadente mi vida ha sido
maravillosa y esperpéntica, o sea, estrambótica.
—–
La vida resulta estrambótica: el hombre es el estrambote del universo.
—–
La pintura desfigural o desfigurativa de Bacon: desfiguración de la figura que se esfuma
(dolientemente).
—–
Cristiano es el héroe lineal: Messi es el antihéroe laberíntico.
—–
La fama como símbolo de la vida posmoderna: te expande e impande, te llena y de
vacía, te da exterioridad y te quita interioridad
—–

Un dios se abre paso evolutivamente a través de las ruinas y escombros del devenir: un
logos que emerge balbuciendo desde un eros cosmogónico.
—–
En griego Dike es justicia: un dique contra la maldad.
—–
Nadie dice nada de nada: hay un silencio ontológico sobre el ser-sentido radical del
universo.
—–
Se me desgarra el alma, se me desgarra: cuando me agarra tu alma, cuando me agarra.
—–
La música romántica coloca nuestros sentimientos flotantes en los alvéolos del panal
anímico: la colmena musical calma/colma el alma con el aroma dulce de la miel libada..
—–
La filosofía de E. Trías es más molar (mola más): la mía es más incisiva (incide más).
—–
En la fauna clerical, todo lo real es surreal. (Parafraseando a Rafael Belda).
—–
El dolor de ser hombre: el dolor de no ser dios.
—–
Sólo hay superficie para los supérfluos: sólo hay profundidad para los profusos.
—–
Parafraseando a Novalis, el hombre es el sentido herido que este mundo abre al cielo: la
finitud abierta en canal al infinito.
—–
Cuidado con la socialidad: y cuidado con la soledad.
—–
Deberíamos aprender tanto del propio lenguaje como del lenguaje propio.
—–
Mi filosofía proviene de mi extrañeza existencial, de mi extrañamiento en medio del
mundo: por eso simbolizo, para tratar de entrañar un sentido huidizo que se escurre o
escapa por las grietas o heridas abiertas de lo real.
—–
El rostro sería la sublimación humana del contrarostro animalesco, y el contrarostro
animal la desublimación del rostro humano: cara y cruz, frontispicio y retrovisor, visión
y tubo de escape, delante y detrás, arriba y abajo.
—–
No pinto nada en este mundo: y el mundo apenas si pinta algo para mí.
—–
La metafísica comienza cuando la física llega a la meta. (Parafraseando a M. Eguiraun).
—–
El ridículo de ser hombre: en este mundo.
—–
En nuestros lares el triunfo está amparado por el poder y no por la potencia: por eso
decae raudo sin dejar rastro.
—–
En la agonía nos abandona el dios: y nos recibe el demon disolutor.
—–

Es como si un daimon hubiera configurado este mundo: como un juego radical a cara y
cruz.
—–
El fondo soberano como trasfondo soberano. (Parafraseando a El Roto).
—–
Lo malo de estar bien es olvidarnos de estar mal: lo malo de estar mal es acordarnos de
estar bien.
—–
En la vejez trato de vivenciar la vida: dejándome vivir y concienciando esa vividuría.
—–
Los brillantes libros de E. Trías sobre música nos han dejado deslumbrados y
asombrados: incluso ensombrecidos.
—–
Siento luego vivo, pienso luego muero: el sentimiento es vivencial, el pensamiento es
abstractivo y preludia la muerte (porque detiene el tiempo vital y prevé su fin).
—–
No preocuparse: ocuparse y desocuparse.
—–
Mi trabajo apenas se valora: por eso trabajo para mí mismo (trabajo anímico).
—–
En el arte griego, la inmovilidad del ser se abre y conmueve: en el arte cristiano la
inquietud del ser se aquieta y eterniza.
—–
El ludismo sagrado de Bach: el juego musical y su conjugación religiosa.
—–
El dios griego Hermes de la hermenéutica asume que el hombre es un ladronzuelo: pero
el posterior dios romano Mercurio del mercado eleva la ladronería a sistema mercantil.
—–
El agorero es un pájaro de mal agüero: augura calamidades sobre el ágora.
—–
Tú lavabas mi muerte en viejas aguas indelebles, tus dedos lavaban mi acerba muerte
en tu fabril cárcava, virgen de la ternura (escribe Miguel A. de la Prida): el amor
es el único capaz de afrontar la muerte y enfrentarse a su destino “liquidándolo”
simbólicamente.
—–
No me perdonaría ni me perdonarían irme de este mundo sin decir adiós: así que
aprovecho para decir adiós por si acaso el caso.
—–
(A mí, sufrientes) Debería fundar una banda de sufridores de la existencia humana: pero
sin masoquismo ni derrotismo (lúcido/lúdica, crítico/gracianescamente).
—–
Criticar no es critiquizar: criticar gracianescamente no es criticar catequísticamente, es
criticar con gracia (aragonesa).
—–
La homosexualidad no es una enfermedad: lo es la homofobia.
—–
El inglés suena plomizo, el francés acuoso, el italiano vocálico y el alemán

consonántico: el portugués sedoso y el español arenoso: el griego rítmico y el latín
románico: el hebreo y el árabe guturales, el japonés y el chino gatunos, el ruso silbado:
el vasco grutesco y el esperanto grotesco (puesto que en vano).
—–
Para la gran mayoría el mundo es lo normal, para mí resulta extraño y aún ridículo: pero
no absurdo, tiene su lógica estrambótica.
—–
Según Darwin, el mundo es lucha o guerra larvada por la sobrevivencia: regida por la
ley del más fuerte o apto.
—–
Para ser feliz hay que estarlo, para ser bueno hay que hacerlo, para tener éxito hay que
obtenerlo: estas son las recetas de nuestro sentido común tautológico.
—–
Los murciélagos como estalactitas en sus cuevas diurnas: agarrados verticalmente a sus
paredes.
—–
Mi filosofía simbólica: el simbolismo me sirve como relleno de sentido del sinsentido
propio de mi vieja orfandad: sutura simbólica de la fisura real.
—–
La vejez es el acabóse y la caraba: la que araba pero ya no ara.
—–
El hombre es insensato porque la vida es insensata: y el cosmos insensible.
—–
No es que espere lo peor: es que me espera mortalmente.
—–
Los viejos adversarios pueden ser nuestros aliados frente a los nuevos corsarios.
—–
La España pseudorica vuelve a ser la Ezpaña medio pobre: a ver si un día llega a ser la
España media, medial y mediadora.
—–
Encuentro excesivo el contraste de los opuestos en nuestro mundo: amor y desamor,
belleza y fealdad, resplandor y abismo: este contraste es la clave positiva y negativa de
la existencia.
—–
La belleza del mundo y su pasión: el sufrimiento del mundo y su horror: el amor del mundo y su ilusión: la extrañeza del mundo y su interrogación.
—–
Dios es amor: toda oración debería ser a favor del amor.
—–
Amar no es exactamente ser amado: puedo amar y no serlo (la vida es así de rara).
—–
La cultura española cifra su éxito en que cada españolito lea el Quijote íntegramente:
piensan transmitir así nuestros “memes” culturales (qué memez).
—–
Este mundo tiene un gran diseño: desmesurado.
—–
Cierto, Dios no juega a los dados, como adujo Einstein: pero los dados juegan con el Dios tradicional.
—–
La mayoría de la gente parece tonta: pero está simplemente atontada.

—–
Para saberse solo, sólo hay que saberse: pero hay quien no se sabe.
—–
El hombre trasparenta algo que le trasciende: algo/alguien.
—–
Hic et nunc nunquam: el aquí y el ahora nunca vuelven lieralmente (aunque sí simbólicamente).
—–
Jesús el Infrahombre: voluntad de amor.
—–
La derrota, derruye: el triunfo, atrofia.
—–
Michelle cantada por McCartney: la significación del amor, lo que quiere decir, el sentido íntimo de la vida.
—–
El Dios Padre es el Padrino (Godfather): el peligro de la mafia eclesiástica acecha.
—–
La enfermedad radical del hombre consiste en serlo.
—–
El pesimismo es crítico: el optimismo es acrítico.
——
La vida como tal es bruta y exabrupta: no se le puede pedir nada razonable o humano.
—–
Como decía Iñigo de Loyola, hay tiempos de consolación y tiempos de desolación: en la consolación pensemos en la desolación como trasfondo, en la desolación pensemos en la consolación como horizonte.
—–
El flamenco es el cante jondo u hondo típicamente andaluz: pero El Cigala ha mezclado el flamenco con el bolero en “Lágrimas negras”, acompañado al piano por Bebo Valdés
vibrantemente.
—–
Hay tenores líricos como Gigli, ligeros como Kraus, dramáticos como Domingo, lírico-dramáticos como Pavarotti, trágico-spinto como Fleta.
——
Las maquinaciones de las máquinas.
——
La cosa está ardua: la cosa está que arde.
—–
En nosotros hay algo que nos desborda, pero que tiramos por la borda: lo abortamos para que no nos aborde.
—–
Cuidado con la soledad radical (solitaria): si acaso una soledad radicada (acompañada o solidaria).
—–
La vida es dura pero no perdura sino en el otro barrio: mucho más acogedor que acogido por el hombre.
—–
(Epitafio) Me he librado del hombre y del hambre.
—–
Sin autoridad no hay educación: mas sin educación no hay autoridad.

—–
Necesitamos autoridad: pero hay que autorizarla (democráticamente).
—–
(Paradoja) La autoridad es necesaria culturalmente: pero la necesidad es autoritaria naturalmente.
—–
Vemos la realidad, pero no la miramos: porque no la admiramos.
—–
Viva Euskadi libre: sin Eta.
—–
En español corazón es un aumentativo (del latín cor-cordis): una amplificación cordial, un corazón grande, con coraje o coraza.
—–
No sabemos nada: y algunos menos.
—–
Mi actual misión antropológica: digerir el mundo física y simbólicamente (asimilación y metabolización).
—–
Como me decía G. Vattimo, la caridad es un poco de cariño: paseábamos por el puerto donostiarra, y yo asentí su propuesta afectiva.
—–
Cuando la vida entra en su ocaso se vuelve tornasolada y vistosa: valiosa.
—–
Me gustaría morirme tranquilo: pero todo el mundo se muere intranquilo.
—–
El tango desgarrado titulado “En esta tarde gris”: cantado por Julio Sosa o Candi Sosa, Rocío Dúrcal o El Cigala.
—–
En todo caso hay que dejar un margen a la vida: cuando menos lo esperas te sorprende.
—–
De repente veo una sombra moviéndose a mi lado: me asombra su baile externo que yo apenas si vivencio internamente.
—–
La Iglesia ha metido en líos psicomorales a cierta gente: debería sacarlos de semejantes líos en lugar de empecinarse.
—–
Hoy te quiero casi tanto como ayer: aunque menos que mañana.
—–
La vida triunfa sobre un fondo de fracaso: mortal.
—–
Como dice Bergamín, una creencia sin dudas es una mera credulidad: credulidad que puede volverse cruel (añado yo).
—–
Todo lo que vemos cuando estamos despiertos es muerte (Píndaro): espectros ambulantes.
—–
Nos casamos para solucionar nuestra soltería: nos descasamos para solucionar nuestro casamiento.
—–
Demasiados problemas para administrar: la salud, el gas y la electricidad, el amor, el agua y el vino, el dinero y la temperatura, la comida y la basura.
—–
Soy un filósofo controvertido o controversado: por los no versados.
—–
Mi aventura filosófica es aventurera: aventurada.
—–
En la vida ya me espero lo más drástico: la muerte.
—–
La canción del Emigrante cantada por Valderrama: como emigrante estudiantil reconozco la doble migraña de emigrar primero y de inmigrar después.
—–
(Epitafio) Aquí yace el abate AOO: que vivió como supo, pudo y le dejaron.
—–
Todo tiene remedio menos la muerte: que es el gran remedio.
—–
Destemplarse: salir del templo, abandonar lo templado, enfriarse.
—–
Fernando Arrabal como “Trickster” o bufón salvador: una figura demónica o mediadora sse sitúa entre lo subreal y lo sobrerreal, los súperos y los ínferos.
—–
Qué complicada es la vida: con lo simple que es (Luis Garagalza).
—–
(Epitafio) Aquí yazgo yo: donde yacerás tú.
—–
San Jorge es más típico de Cataluña: el dragón lo es de Aragón y sus Reyes (d´Aragón=Dragón).
—–
Para creer en la felicidad hay que ser inglés, decía Nietzsche: y para no creer en ella español, afirma Bergamín.
—–
El dos conlleva el tres: por eso Dios es tres (Trinidad).
—–
La muerte es lo más intelectual: la razón de ser de la vida (J. Bergamín).
—–
Al viejo le importa/importuna más lo interior que lo exterior.
—–
Suenan en mi cabeza y resuenan en mi cráneo melodías y canciones de toda la vida: El largo de Haendel, por K. Ferrier: Las suites para cello de Bach, por P. Casals: Las danzas húngaras de Brahms: O salutaris hostia de Perosi: Adiós para siempre, por Fleta: Je crois entendre encore, por Gigli: Ti voglio bene assai, por L. Dalla: Penny Lane, por los Beatles: La canción del vagabundo, por Schipa: Ágata, por N. Ferrer: Capri, por H. Villard: Ho capito, por Nicola di Bari: Toda una vida, por Mª Dolores Pradera: La mama, por Aznavour: Eloise, por T. Casal: Digan lo que digan, por Raphael: En un rincón del alma, por Chavela Vargas: Piensa en mí, por Luz Casal: Tatuaje, por C. Piquer: Dime que me quieres, por M. Poveda: María la portuguesa, por C. Cano: Gigi el amoroso, por Dalida: Los de Aragón, por Kraus: No te vayas de Navarra, por Anoz…
—–
De joven abandonaba el vil-vaho de Bilbao y me iba al mar: ahora suelo pasear por la villa como un villano sin villanía.
—–

La cuesta abajo es más peligrosa que la cuesta arriba.
—–
Los autores desean ser recordados tras la muerte: pero yo preferiría ser recordado en vida y no póstumamente.
—–
Jesús proyectó y practicó un amor misericordioso; que en hebreo es Hesed: un amor compasivo para con el hombre, pero que puede ampliarse a todo el mundo e incluso al propio Dios (sufriente).
—–
(Epitafio) Me he librado de todo el mundo: pero no del cosmos.
—–
El duelo de existir: la dualéctica/dueléctica de coexistir.

Escudo Universidad de deusto