El máster cuenta con una asignatura denominada “Desarrollos Actuales y Avances en Psicoterapia Sistémico-Relacional”, a la que acuden profesionales de ámbitos emergentes en la sociedad. El pasado curso, tuvimos el placer de recibir a la psicóloga Pilar Polo, quien expuso un discurso defensor y protector de la infancia, haciendo reflexionar al alumnado sobre el tabú del Abuso Sexual Infantil (ASI) y la necesidad de su atención integral.
Polo es responsable de Relaciones Institucionales de la Fundación Vicki Bernadet, entidad fundada en 1997 que se dedica a la prevención y sensibilización contra los abusos sexuales a menores, ofreciendo asesoramiento y tratamiento personalizado a las personas afectadas directa o indirectamente por un caso de abuso sexual infantil.
Mediante multitud de conferencias, entrevistas y otros servicios de comunicación, la fundación hace de portavoz para defender y proteger a la infancia, ya que la sociedad otorga silencio ante este hecho. Esto se debe a la complejidad que supone hablar del abuso sexual infantil, ya que rompe con los estereotipos de: infancia, familia y sexualidad. ¿Quién no asocia la infancia a felicidad? ¿Quién no espera de la familia un entorno seguro y de protección? ¿Quién habla de la sexualidad con total naturalidad y libertad?
Sin embargo, las alarmantes cifras hablan de que 1 de cada 5 menores ha sufrido algún tipo de abuso sexual, normalmente en su entorno de convivencia. Esto supone no solo una violación de su integridad física, sino que también una salud mental afectada y una esfera de confianza dañada, predominando sentimientos de culpabilidad, vergüenza, inseguridad y desconfianza en múltiples facetas de la vida.
Por otro lado, cabe destacar el impacto de la cultura de género en la visualización del abuso sexual infantil. Concretamente, la evidencia muestra que los niños (hombres) que han sido abusados sexualmente tienden a etiquetarlo como “experiencia” y no como “abuso” por la presión social que les incapacita a verse vulnerables. Esto no solo conlleva al silencio de estas víctimas, sino tambien a la repetición de los malos tratos recibidos, lo que magnifica la gravedad del problema.
Por todo ello, es imprescindible que la sociedad tome conciencia del maltrato que sufren tanto niños como niñas, así como de las repercusiones que tienen en su vida. Se necesita una política que visibilice y sensibilice, con el fin de contribuir a que el abuso sea un problema del que se pueda hablar.
En esta lucha se mantiene Pilar Polo y la Fundación Vicki Bernadet, pero nosotros/as debemos ser quienes demos voz y luchemos por una sociedad sana, competente y buentratante.
Para más información sobre la Fundación y servicios similares accede a www.fbernadet.org