Xabier Riezu, investigador del Centro de Ética Aplicada (CEA), ha tomado posesión como nuevo vicerrector del campus de Donostia-San Sebastián de la Universidad de Deusto, en una ceremonia en la que el hasta ahora director del CEA, Javier Arellano, ha asumido el cargo de decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.
El antecesor de Arellano en el decanato de Ciencias Sociales y Humanas, Eduardo Ruiz Vieytez, ha tomado a su vez posesión como vicerrector de Estrategia Universitaria.
Proyectos de ética pública y comunicación
Xabier Riezu es doctor en Estudios Internacionales e Interculturales, máster en Migraciones, Conflictos y Cohesión Social en la Sociedad Global. Tiene dos licenciaturas, una en Sociología y Ciencias Políticas, y otra en Filosofía.
Se incorporó profesionalmente a la Universidad de Deusto en septiembre de 2011 y, desde entonces, ha impartido asignaturas de ética y humanidades en diversas facultades de la Universidad. Como investigador, es miembro del Centro de Ética Aplicada y ha colaborado con el Instituto de Derechos Humanos Pedro Arrupe. Durante su trayectoria ha publicado y contribuido a proyectos sobre ética pública, comunicación, migraciones y sociología de la religión.
Riezu, colaborador de este blog, ha compatibilizado la labor propiamente universitaria con diversas funciones como asesor de comunicación de la Compañía de Jesús, primero en la antigua provincia de Loyola y posteriormente en la provincia de España.
Antes de su llegada a la Universidad de Deusto trabajó en la cadena de radio Herri Irratia-Loyola Media, medio del que fue director general tras ocupar diversos puestos. Ha colaborado con medios de comunicación como analista, particularmente en EITB.
El campus de Donostia, un proyecto compartido
En sus primeras palabras como vicerrector, Xabier Riezu se ha mostrado convencido de que es imposible que “personifique a este Campus de San Sebastián». «De hecho, nadie podría aspirar a hacerlo», ha añadido.
«Redescubro todo lo que hacemos (formando a alumnos, investigando, en nuestra relación con el tejido empresarial, administración pública, movimientos sociales, con la Iglesia…), y me doy cuenta de que no hay persona digna de representar tanto. Y si lo pretendiera, sería un impostor y un mal vicerrector», ha indicado.
«Nuestro campus y todo lo que proyecta a su alrededor es el resultado de la suma de muchas personas, talentos, colaboraciones, redes… de un empeño compartido por contribuir desde lo que somos a transformar el mundo juntos», ha destacado.