Recientemente, hemos tenido noticia y del siguiente artículo, sobre innovación social, escrito por Carlos Fernández Isoird, de Denokinn, en el que se analiza y proponen nuevos mecanismos para la financiación de la innovación y del emprendimiento social.
Carlos lleva más de un año trabajando en el diseño de un modelo alternativo para la financiación de proyectos de innovación social al que ha denominado «Social Market Place«, entendido como un espacio de oportunidad en el que los nuevos negocios se presentan a la sociedad para su financiación y ésta se articula en función de cada proyecto a través de distintos medios:
- Retorno contra resultados
- Social impact bonds
- Crowdfunding
- Filantropía / Donativos
- Fondo de inversión en empresas socialmente innovadoras
- Créditos participativos
Y sobre todo articulando un mercado de valores alternativo en el que las participaciones sociales en estas empresas, o en el conjunto de algunas de ellas, cotizaría como en el mercado bursátil real, potenciando la compra y la venta de participaciones en las mismas o las participaciones y ampliaciones de capital. Una nueva forma de abordar los proyectos empresariales que atienden necesidades sociales con un potencial de desarrollo de negocio importante, abierto a la participación social tanto de individuos, de empresas sociales y mercantiles y también de fondos de inversión o de entidades públicas.
Este mercado de valores alternativo “Social Market Place” ayudaría al desarrollo de una nueva forma de hacer empresa rompiendo las actuales reglas de la financiación establecidas por las entidades financieras y por el modelo de desarrollo capitalista liberal que trata de fomentar la maximización del benéficio económico, dejando de lado otros factores que también deben valorarse como son los beneficios sociales y los medioambientales.
Esto no quiere decir que las empresas tengan que tener pérdidas, sino todo lo contrario, lo que indica es que también existen otros factores que deben tenerse en cuenta y que también deben valorarse de forma especial en que se emplean los beneficios generados y cómo repercuten en el bienestar social y en la calidad de vida de su entorno.
El “Social Market Place” puede convertirse en una alternativa real para el desarrollo de la innovación social, una nueva forma participativa de financiar los nuevos proyectos. Una forma que en gran medida recupera el sentido social de los propios proyectos, al exponerlos a la propia sociedad para su financiación. De esta forma, sólo aquellos que realmente despierten el interés llegaran a financiarse e incrementaran su potencialidad de éxito.