Adela Cortina, filósofa y catedrática de Ética de la Universidad de Valencia, considera que la situación de crisis económica generada por el Covid-19 supone “un momento de oro” para que las empresas demuestren que son verdaderamente beneficiosas para la sociedad. “Tienen que generar aliados como nunca y no adversarios”, recalca.
En una videoentrevista con el Centro de Ética Aplicada, la filósofa y doctora “honoris causa” por la Universidad de Deusto repasa diferentes aspectos relacionados con la pandemia, desde el papel de las empresas y la respuesta de los gobiernos, hasta el uso de tecnologías para el control de contagios.
Cortina constata que la crisis del coronavirus generará una situación de «precariedad y desigualdad». Defiende que, «si las empresas actúan con lucidez, es decir con prudencia y justicia, se darán cuenta de que no tienen que aprovechar los ERTEs para hacer despidos que sean en el fondo improcedentes”. Al contrario, deben «mostrar que saben retener a su gente al máximo, que buscan fórmulas para que nadie queda fuera y que sólo lo que sea inevitable queda fuera”, añade.
La catedrática de Ética cree que es un momento «clave» para las organizaciones, en el que deben “cerrar filas con todos sus grupos de interés, trabajadores, clientes…demostrarles que quieren seguir sirviendo y contando con todos”.
Carencias e interdependencia
Dentro de un análisis más general sobre la crisis del Covid-19, señala que el coronavirus ha sacado a luz “una gran cantidad de carencias”. “¿Cómo es posible que no tuviéramos previsto esto [la pandemia], no en España, sino a nivel mundial, con los avances técnicos que existen actualmente?», cuestiona.
La filosofa lamenta asimismo haber observado “un aumento de la gerontofobia”. “¿Cómo es posible que la gente está pensando que si las UCIs están colapsadas no hay que llevar a una persona de 80 años? ¿Qué nos está pasando que estamos haciendo distinciones por la edad?».
Cortina habla asimismo de la necesidad del apoyo mutuo estos días: «cuando llegan estas catástrofes nos damos cuenta que no somos individuos aislados. Somos individuos en relación que nos necesitamos porque somos vulnerables».
Controles mediante geolocalización
Sobre la utilización de tecnología de geolocalización para frenar los contagios, Cortina defiende que todas las medidas que se adopten tienen que ser «sanitarias, de controles médicos«, respetando la privacidad y la confidencialidad. En ese sentido, se muestra contraria a «un control público» que permita que «las personas puedan saber qué otras personas están contagiadas”.
Advierte de que este tipo de medidas pueden llevar “a una escalada desde los poderes públicos» para tratar de «tener controlada toda la ciudadanía, que es lo que se hace en los regímenes totalitarios”.
Ver la entrevista completa (15 minutos) en el siguiente vídeo: