Galo Bilbao e Izaskun Sáez de la Fuente, investigadores del área de Conflicto y Paz del Centro de Ética Aplicada, publican hoy un artículo en El Correo y El Diario Vasco con ocasión del 10º aniversario del anuncio del cese de la violencia por parte de ETA. Los investigadores señalan que el reto es ahora configurar una convivencia más allá de la coexistencia sin violencia, basada en una reconciliación justa«. Y aseguran que ese trayecto «sólo es factible desde un inequívoco compromiso por la deslegitimación de la violencia, pasada, presente y futura».
En el artículo, Bilbao y Sáez de la Fuente defienden la necesidad de que «quienes han defendido, justificado, alentado y ejercido la violencia» aborden «la ineludible tarea del ejercicio de la autocrítica y su incorporación a la mayoría social y política de nuestro país». De igual manera, destacan que, cualquier aproximación a la injusticia y al fenómeno de la violencia que merezca el calificativo de ética, «debe hacerse desde la asunción de la centralidad y prioridad de las víctimas«.
Los académicos recuerdan que, el hecho de haya transcurrido una década sin ETA, implica que haya ya «una generación de personas jóvenes que se han constituido como conciudadanas nuestras libres de la amenaza permanente de su violencia».
Pero advierten de que «la inmensa mayoría» de las personas jóvenes «ignoran nuestro pasado más reciente, a pesar de la proliferación de meritorios productos culturales (largometrajes, miniseries, documentales, comics y novelas)». Por ello, los profesores concluyen que «tenemos por delante el gran reto de transmitir una memoria justa y verdadera a las personas más jóvenes y de hacer del aprendizaje de la historia una auténtica educación en la conciencia crítica que permita combatir la subcultura de la violencia y del odio».