Una publicación del Centro de Ética Aplicada (CEA) plantea que la enseñanza de la historia puede contribuir a deslegitimar la violencia y, para ello, debe integrar la reflexión ética. El documento recoge la fundamentación teórica del trabajo realizado en la Comunidad de Aprendizaje de Enseñanza de la Historia y Construcción de Paz puesta en marcha el pasado curso por el CEA y el Consejo de la Juventud de Euskadi (EGK).
El objetivo de esta comunidad de aprendizaje es desencadenar un diálogo abierto y la exploración crítica y reflexiva sobre la memoria y la historia del conflicto vasco y la violencia para plantear diversas propuestas sobre cómo enseñar el pasado violento vivido en el País Vasco a las nuevas generaciones. En su primer año ha trabajado con un grupo de jóvenes a través de debates y talleres.
La publicación, titulada Contribuciones de la educación histórica a la deslegitimación de la violencia de motivación política, ha sido desarrollada por los investigadores del área de Conflictos y Paz del centro Ángela Bermúdez, Izaskun Sáez de la Fuente y Galo Bilbao. Está diseñada como herramienta para docentes y profesionales que trabajan en el ámbito de la educación histórica.
El contexto vasco
El cuadernillo comienza con un acercamiento al modo en el que se ha trabajado estos últimos años la deslegitimación de la violencia en el contexto vasco desde las perspectivas ética e histórica.
Los investigadores constatan que se han dado pasos “muy importante hacia la construcción de una cultura de paz” a partir de programas educativos centrados en la memoria de las víctimas. “En contraste, el acercamiento histórico tiene un recorrido mucho menor. Con frecuencia, se tiende a ver ambos acercamientos no solo como distintos, sino en términos antagónicos”, apuntan. Defienden que, sin embargo, “la búsqueda de sinergias” entre ambas aproximaciones “no solo es posible sino imprescindible para contribuir a la deslegitimación de la violencia”.
El planteamiento que realizan se divide en cuatro apartados que analizan la “compleja articulación entre memoria e historia”, “la historización de la memoria social de las víctimas”, “la enseñanza de la historia como desarrollo de la conciencia histórica” y, finalmente, “las claves narrativas para desnormalizar la violencia”.
Esta propuesta teórica se completará con un segundo cuadernillo que realizará un acercamiento práctico, mediante la sistematización de la experiencia de la Comunidad de Aprendizaje. El cuadernillo 3 ofrecerá orientaciones pedagógicas y recursos educativos para la enseñanza de la historia orientada hacia la deslegitimación de la violencia.