El crecimiento del número de entrenadoras en el fútbol femenino ha traído consigo una evolución en la gestión de los vestuarios, un espacio clave en la convivencia y socialización de los equipos. Aunque las entrenadoras siguen siendo una minoría en comparación con sus colegas masculinos, con menos de 2.000 mujeres con licencia de entrenadora en 2022 (La Vanguardia, 2021), su presencia ha permitido una reflexión más profunda sobre la creación de espacios seguros dentro del deporte. En la temporada 2022/2023, la Finetwork Liga F, máxima categoría del fútbol femenino español, contó con seis entrenadoras al frente de sus equipos (Diario de Avisos, 2023), un avance significativo en un ámbito tradicionalmente dominado por hombres.
El vestuario es un espacio central en la vida de un equipo, no solo como lugar de preparación física, sino también como un entorno donde se construyen relaciones, se establecen dinámicas de grupo y, en algunos casos, se desafían normas de género. En los equipos masculinos, los vestuarios suelen estar marcados por códigos de masculinidad hegemónica, donde la exposición corporal, el contacto físico y ciertas bromas pueden ser normalizadas. En cambio, en los equipos femeninos, el manejo del vestuario requiere una mirada más inclusiva y flexible, ya que se trata de espacios donde convergen diversas identidades de género y orientación sexual. Investigaciones como las de Mennesson y Clément (2003) han evidenciado que los equipos femeninos pueden operar bajo una lógica de homosociabilidad permisiva, en la que la convivencia estrecha y la confianza generan un ambiente en el que las relaciones homosexuales pueden ser aceptadas con mayor naturalidad, aunque no de manera homogénea.
Para garantizar vestuarios seguros en equipos femeninos, es crucial implementar políticas de respeto y consentimiento, asegurando que todas las jugadoras se sientan cómodas en el espacio. La presencia de entrenadoras puede ser un factor clave en esta transformación, ya que su experiencia en el fútbol femenino y su conocimiento de las dinámicas de género pueden contribuir a la construcción de normas internas que promuevan la inclusión y el bienestar del equipo. En este sentido, es fundamental proporcionar formación en diversidad y género para entrenadores y jugadoras, así como garantizar la existencia de espacios individuales dentro del vestuario para aquellas que lo requieran.
Más allá del aumento en el número de entrenadoras, el verdadero desafío radica en transformar las estructuras deportivas para que los vestuarios sean espacios de convivencia segura, donde todas las jugadoras, independientemente de su identidad de género u orientación sexual, puedan sentirse cómodas y respetadas.
Diario de Avisos. (2023). Las entrenadoras en el fútbol español: una realidad en crecimiento. Diario de Avisos. Recuperado de https://diariodeavisos.elespanol.com/2023/01/entrenadoras-futbol
El Diario. (2023). El número de mujeres federadas en el fútbol ha aumentado un 55% en los últimos nueve años. El Diario. Recuperado de https://www.eldiario.es/sociedad/numero-mujeres-federadas-futbol-aumentado-55-ultimos-nueve-anos-comienzo_1_10460391.html
La Vanguardia. (2021). Rompiendo techos de cristal: las entrenadoras de fútbol femenino en España. La Vanguardia. Recuperado de [https://www.lavanguardia.com/deportes/futbol