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El poder de una palabra en el fútbol femenino: cuando el “¡Vamos!” impulsa más que las piernas

En el entrenamiento de élite, cada detalle cuenta. El tipo de ejercicio, la planificación semanal, la carga física, el descanso, la nutrición. Pero ¿y la voz del entrenador o entrenadora? ¿Y si lo que se dice —cómo se dice, cuándo se dice— tuviera un impacto más profundo del que imaginamos?

Un reciente estudio publicado en Human Movement (Ridwan et al., 2025) aporta evidencia clara y rotunda: el estímulo verbal durante los partidos de gran tamaño no solo mejora el rendimiento físico de las jugadoras, sino también sus niveles de disfrute, estado de ánimo y habilidades técnicas.

No es solo motivación: es ciencia del rendimiento

El equipo de investigación liderado por Ridwan analizó a jugadoras de fútbol femenino en diferentes condiciones de entrenamiento. Compararon grupos con y sin estímulo verbal por parte del cuerpo técnico durante partidos de gran tamaño (large-sided games), observando los efectos en tres dimensiones clave:

  • Condición física: Las jugadoras sometidas a estímulo verbal positivo (expresiones como “¡Vamos!” o “¡Otra vez!”) mejoraron significativamente en pruebas de velocidad (sprint de 20 metros), agilidad (Illinois Agility Test) y resistencia intermitente (Multistage Fitness Test).
  • Aspectos psicológicos: También se observó una mejora clara en el estado de ánimo, el disfrute y la motivación percibida (medida con escalas como PACES y SSA).
  • Desempeño técnico: Al cabo de ocho semanas, las futbolistas que entrenaron con estímulo verbal mostraron avances técnicos superiores al grupo de control.

Este estudio se suma a otros trabajos previos que ya habían identificado el valor de la retroalimentación verbal para promover mejoras en el rendimiento aeróbico, la intensidad percibida del entrenamiento y la conexión emocional con el juego (Khayati et al., 2022).

¿Por qué es tan relevante esto en el fútbol femenino?

Porque en los procesos de entrenamiento femenino, el componente relacional y emocional del entorno importa tanto como la carga física. Las investigaciones muestran que las jugadoras tienden a valorar más el acompañamiento comunicativo del cuerpo técnico, especialmente en contextos de exigencia, como los partidos de preparación o las tareas de alta intensidad.

La comunicación verbal no es simplemente una forma de animar: es una herramienta de regulación del esfuerzo, de canalización emocional y de refuerzo del autoconcepto deportivo. Y esto es especialmente crucial en edades formativas y en procesos de desarrollo del talento.

¿Estamos entrenando solo el juego… o también la manera de vivirlo?

En muchos vestuarios, el estímulo verbal sigue considerándose una cuestión de carisma o estilo personal. Pero a la luz de la evidencia científica, es momento de profesionalizar también la palabra: saber cuándo intervenir, cómo hacerlo, qué decir y con qué objetivo.

Un “¡bien hecho!”, un “¡dale otra vez!” o incluso un “¡tú puedes!” pueden marcar la diferencia entre la frustración y el crecimiento, entre el agotamiento y la resiliencia. Lo que se dice desde la banda no solo construye el juego… también construye a la jugadora.

Referencias

Khayati, A., Baccouch, A., & Ben Saad, H. (2022). Impact of verbal encouragement on mood and physical enjoyment during small-sided games in youth basketball players. International Journal of Sports Psychology, 53(4), 245–258. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2024.1392668

Ridwan, M., Hartoto, S., Kartiko, D. C., Ningsih, Y. F., Kurtoğlu, A., Widiyanto, W. E., … & Setiawan, E. (2025). Effects of verbal coach encouragement during large-sided games on selected physical, psychological and technical performance variables in women’s soccer. Human Movement, 26(2), 110–122. doi: https://doi.
org/10.5114/hm/202465.

¿Poseer o atacar?

En fútbol femenino, no hay una única receta para ganar… pero sí patrones que empiezan a emerger. Y lo interesante no es solo qué funciona, sino por qué, cómo y para quién.

Durante años, el análisis táctico del fútbol ha estado dominado por modelos masculinos que asumían una cierta universalidad del juego. Sin embargo, las investigaciones más recientes sobre el rendimiento en fútbol femenino están poniendo sobre la mesa microdimensiones propias, que invitan a construir una mirada diferenciada y más precisa.

Posesión vs. juego directo: una disputa táctica en evolución

Algunos estudios clásicos como el de Althoff et al. (2010), centrado en el Mundial femenino de 2003, señalaban que las selecciones de élite tendían a utilizar un juego más directo, basado en transiciones rápidas y pases largos. Este planteamiento respondía a un contexto táctico muy específico, caracterizado por una menor homogeneidad técnica entre equipos y una clara búsqueda de verticalidad.

Sin embargo, investigaciones más recientes ofrecen resultados distintos. Casal et al. (2020), analizando partidos de la liga española, encontraron que los equipos con mayor posesión de balón y pases combinativos tenían más probabilidades de ganar. En otras palabras, en algunos contextos del fútbol femenino actual, la posesión ya no es solo control, sino también una herramienta ofensiva eficaz.

Esta divergencia entre estudios no es un problema, sino una pista: el fútbol femenino no puede analizarse desde una lógica táctica única. Los estilos de juego varían según el nivel competitivo, la cultura futbolística del país, el perfil de las jugadoras y las características del entorno.

Asistencias intencionales y paradas clave: predictores con perspectiva de género

De Jong (2022) introducen un concepto clave para el análisis diferencial del rendimiento: asistencias intencionales. Se trata de pases realizados con clara intención de generar una ocasión de gol, sin que medien rebotes o desvíos. Este matiz —que suele pasar desapercibido en los modelos tradicionales— emerge como un predictor específico del éxito en el fútbol femenino, junto con otro menos mencionado: las paradas clave de la portera.

¿Por qué importan estos factores?

Porque señalan que la eficacia ofensiva y la solidez defensiva en el fútbol femenino operan con patrones y ritmos distintos. La menor densidad defensiva, las diferencias de calidad entre equipos y las particularidades de la preparación física y técnica hacen que estos indicadores —asistencia y parada decisiva— tengan mayor peso relativo en el desenlace de un partido.

¿Estamos midiendo lo que realmente importa?

La mayoría de los modelos de análisis del rendimiento en fútbol siguen priorizando variables como la posesión global, el número de tiros o la distancia recorrida, sin tener en cuenta los condicionantes de género, cultura táctica o nivel de profesionalización.

Pero el fútbol femenino no es simplemente una «versión» del masculino. Tiene otras cadencias, otros lenguajes tácticos, otras urgencias físicas y emocionales. Y eso exige construir métricas propias que permitan evaluar su complejidad sin reducirla ni invisibilizarla.

Referencias (formato APA):

  • Casal, C. A., Maneiro, R., Ardá, T., Losada, J. L., & Rial, A. (2020). Possession and effectiveness in women’s football: Analysis of the Spanish league. International Journal of Performance Analysis in Sport, 20(5), 751–766.
  • De Jong, L. M. S. (2022). Technical and tactical determinants of success in elite women’s football (Doctoral dissertation, Deakin University).

¿Por qué debemos mirar a quienes se apropian del descontento?

Acabo de publicar un artículo en The Conversation titulado “Extrême droite et antiféminisme: pourquoi cette alliance séduit tant de jeunes hommes?”, donde analizo una tendencia preocupante: el modo en que la ultraderecha está captando a parte de la juventud, especialmente a los hombres, mediante discursos antifeministas.

Como profesora universitaria e investigadora, me preocupa profundamente este auge. No solo por el impacto político inmediato, sino porque pone en riesgo décadas de avances en materia de igualdad y derechos. Lo que estamos presenciando no es un simple giro ideológico, sino una estrategia bien articulada para canalizar malestares reales —algunos relacionados con precariedad, falta de expectativas o confusión identitaria— hacia una narrativa reaccionaria, autoritaria y antifeminista.

Los comentarios que ha suscitado el artículo abren un debate necesario: ¿dónde está la responsabilidad?, ¿en la educación?, ¿en los propios jóvenes? Mi punto de vista es claro: aunque debemos seguir educando en igualdad y pensamiento crítico, no podemos dejar de mirar hacia quienes están instrumentalizando el descontento juvenil y la desinformación como combustible político.

La cuestión no es únicamente qué hacen mal las instituciones educativas o las familias. Es, sobre todo, qué hacen bien quienes están sabiendo hablar (y manipular) mejor ese malestar. Es hora de desplazar el foco y analizar con profundidad los canales, los lenguajes y las plataformas desde los que se construyen estas narrativas seductoras pero peligrosas.

Desde Sorbitos de Sociología, seguiré explorando estas tensiones con el ánimo de ofrecer claves para comprender y, ojalá, intervenir.

Bilbao activa y saludable: una ciudad que entiende la «silver economy»

Envejecer activamente no es una moda. Es una prioridad social, una apuesta política… y una gran oportunidad económica.

La OCDE (2021) subraya que las ciudades juegan un papel central en la promoción del envejecimiento activo. Por su parte, la Comisión Europea (2020) estima que el mercado de la silver economy en Europa —impulsado por la población mayor de 50 años— alcanzará los 5,7 billones de euros en 2025, con sectores clave como la salud, el turismo, la vivienda y la actividad física.

Y es precisamente en este último punto donde Bilbao está marcando la diferencia.

De ciudad industrial a referente en urbanismo saludable, Bilbao ha sabido adaptarse a las nuevas dinámicas demográficas. Hoy, más del 45 % de los desplazamientos se hacen a pie, la red de carriles bici supera los 50 km, y los espacios verdes no solo embellecen, sino que activan la ciudad.

El debate está servido. No se trata solo de ofrecer servicios adaptados, sino de construir un entorno urbano que facilite la autonomía, la interacción y el bienestar. Bilbao ha entendido esto: los programas municipales de actividad física, los parques biosaludables y las rutas urbanas accesibles son solo algunas de las respuestas.

Pero también debemos mirar con atención la proliferación de gimnasios, zonas de workout, parques de calistenia, rocódromos, etc.
¿Hacia qué modelo camina Bilbao?
¿En manos de quién está hoy la promoción de la actividad física?
¿A quiénes favorece la mercantilización del ejercicio y la salud?

Estas fueron algunas de las cuestiones que abordamos en la mesa sobre «Bilbao, ciudad activa y saludable», organizada con motivo del X Aniversario de la Cátedra Cities Lab.

En este contexto, Bilbao es laboratorio y escaparate. Las políticas públicas y la iniciativa privada convergen en un modelo de ciudad donde envejecer activamente es un nuevo modo de habitar, contribuir y disfrutar.
Invertir en la ciudad activa no es solo apostar por la salud: es generar empleo, cohesión y futuro.

Gracias a @RobertoSanSalvador, @MariajesusMonteagudo y @MarceloLeslabay por compartir mesa, y a todas las personas que habéis contribuido al debate desde el otro lado. Seguimos caminando, activamente.

¿Estamos acompañando bien a las futbolistas?

El crecimiento del fútbol femenino es incuestionable. En 2023, el Mundial Femenino de la FIFA batió récords de audiencia: más de 2.000 millones de espectadores globales, y 1,4 millones de personas asistieron a los partidos en Australia y Nueva Zelanda. Las ligas nacionales en países como España, Inglaterra o EE. UU. están profesionalizando estructuras, y cada vez más niñas sueñan con llegar a la élite. Pero mientras se transforma el escaparate, las estructuras de acompañamiento psicológico y emocional siguen ancladas en modelos diseñados para hombres.

¿Por qué importa el acompañamiento psicodeportivo?

En psicología del deporte, se reconoce desde hace décadas que el rendimiento no puede entenderse sin el bienestar. Sin embargo, este bienestar está condicionado por variables sociales y de género que rara vez se abordan en los programas estándar.

 Como señalan Stambulova & Wylleman (2019), las trayectorias de las mujeres en el deporte presentan cuatro grandes características diferenciadoras:

  1. Mayor discontinuidad: Las carreras deportivas femeninas suelen estar marcadas por interrupciones, transiciones no lineales, o abandonos temporales relacionados con estudios, maternidad, lesiones o falta de recursos.

Por ejemplo, en una encuesta realizada a 3.500 futbolistas europeas por FIFPRO (2020), el 47% de las jugadoras afirmaron haber considerado dejar el fútbol por falta de condiciones profesionales adecuadas.

  1. Conflictos entre roles sociales: Muchas futbolistas combinan el alto rendimiento con estudios universitarios, trabajos remunerados o tareas de cuidado.

El informe de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE, 2022) muestra que el 63% de las jugadoras de Primera División compaginan su carrera deportiva con otra actividad profesional o formativa.

  1. Acceso desigual a recursos: Las futbolistas tienen menos acceso a psicólogos deportivos, médicos especializados, fisioterapeutas o preparadores físicos de calidad, especialmente en ligas semiprofesionales.

Según el sindicato internacional FIFPRO, solo el 18% de las futbolistas encuestadas cuentan con apoyo psicológico profesional.

  1. Exposición emocional distinta al éxito y al fracaso: Las mujeres deportistas lidian con una presión adicional vinculada a estereotipos de género, inseguridad contractual y falta de reconocimiento.

Estudios como el de Nixdorf et al. (2016) indican que las futbolistas presentan niveles más altos de síntomas depresivos en comparación con sus pares masculinos, especialmente en periodos de transición o lesión.

El error de incluir sin transformar

A menudo se comete el error de pensar que basta con “abrir” los programas existentes a mujeres. Sin embargo, los modelos pensados para trayectorias masculinas no responden a las necesidades reales de las futbolistas. La verdadera inclusión pasa por diseñar modelos específicos, que partan de una comprensión profunda del ciclo vital femenino y de sus condicionantes sociales, culturales y económicos.

Esto implica:

  • Crear espacios de acompañamiento en todas las etapas del ciclo deportivo: iniciación, desarrollo, élite, retirada y transición laboral.
  • Incorporar enfoques interseccionales: no todas las mujeres viven el deporte de la misma manera; las desigualdades se amplifican por clase, raza, orientación sexual, nacionalidad o maternidad.
  • Priorizar una ética del cuidado en la formación de equipos técnicos y profesionales que trabajan con mujeres.

¿Y si el reto no fuera el rendimiento, sino el bienestar?

Acompañar bien no significa solo mejorar el rendimiento en el campo, sino también cuidar las emociones, sostener la motivación y construir una trayectoria sostenible. Y esto, en fútbol femenino, implica repensar muchas cosas: desde la planificación de entrenamientos respetuosa con el ciclo menstrual, hasta el acceso a redes de apoyo durante las lesiones o los embarazos.

Como recuerdan Henriksen et al. (2020), los entornos de desarrollo deportivo exitosos no se centran solo en el talento, sino en la capacidad de acompañar el crecimiento humano de cada persona deportista.

Conclusión: un cambio de cultura

No se trata de “feminizar” el deporte, sino de hacerlo más justo, más humano y más sensible a la experiencia de las mujeres. Apostar por modelos de acompañamiento adaptados no es una moda, es una necesidad ética, sanitaria y profesional.

Porque cuidar el bienestar de las futbolistas no es un lujo, es la base sobre la que puede construirse un fútbol realmente transformador.


Referencias clave:

  • Stambulova, N., & Wylleman, P. (2019). Psychology of athletes’ dual careers: A state-of-the-art critical review of the European discourse. Psychology of Sport and Exercise, 42, 74–88. https://doi.org/10.1016/j.psychsport.2018.11.013
  • FIFPRO (2020). Raising Our Game: Women’s Football Report.
  • AFE (2022). Encuesta sobre la situación de las futbolistas en España.
  • Nixdorf, I., Frank, R., & Beckmann, J. (2016). An explorative study on major stressors and its connection to depression and chronic stress among German elite athletes. Advances in Physical Education, 6(2), 62–70.
  • Henriksen, K., Stambulova, N., & Roessler, K. K. (2020). Holistic ecological approach to talent development environments: A successful case study. Psychology of Sport and Exercise, 47, 101595.

Lesiones de cruzado en el fútbol femenino

Revisión Crítica: Profesionalización del Fútbol Femenino y Entornos Seguros para la Salud de las Jugadoras

A medida que el fútbol femenino se consolida en el ámbito profesional, se celebran avances en visibilidad, inversión y oportunidades para las jugadoras. Sin embargo, bajo esta narrativa de progreso, persiste un desajuste estructural profundo: las exigencias aumentan, pero la atención a la salud, la ciencia aplicada y las condiciones estructurales de seguridad no han evolucionado al mismo ritmo.

Este desbalance no es solo una omisión técnica: es una falla sistémica que compromete la integridad física, emocional y profesional de las futbolistas. Por tanto, hablar de entornos seguros para mujeres en el deporte va mucho más allá del combate al acoso o la violencia; implica también revisar críticamente la deuda científica, médica y organizativa que impacta directamente su bienestar.

Salud y Seguridad: Un Doble Lente para la Profesionalización

El caso emblemático de las lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA) en mujeres futbolistas refleja este problema estructural. A pesar de ser una de las lesiones más frecuentes y devastadoras en el fútbol femenino profesional, su prevención ha recibido poca atención investigativa. La ciencia aún no ha cerrado la brecha sobre por qué las mujeres tienen más riesgo, ni cómo personalizar programas efectivos de prevención y recuperación.

Esta negligencia no es anecdótica: constituye una forma de inseguridad estructural. Si el cuerpo femenino deportista sigue sin ser centro de investigación, si los clubes no priorizan recursos médicos proporcionales al riesgo, y si los calendarios competitivos se endurecen sin protección, entonces el entorno profesional sigue siendo inseguro, aunque haya contratos firmados y transmisiones televisivas.

Garantizar entornos seguros para las mujeres futbolistas implica mucho más que condiciones contractuales o campañas simbólicas. Requiere una transformación profunda de cómo se gestiona su salud, cómo se investiga su cuerpo, y cómo se construye su entorno de rendimiento. El desajuste actual en la profesionalización es una deuda pendiente que afecta no solo el rendimiento, sino el derecho a una carrera deportiva sin daños evitables

Referencias utilizadas

·  Cho, J.-H., & Park, J.-Y. (2024). The importance of preventing and managing anterior cruciate ligament injuries in female soccer players. Iranian Journal of Public Health. https://doi.org/10.18502/ijph.v53i11.16965

·  Shallak, H. S., Abdul Hussein, A. Z., Nouri, A. S., & Al-Diwan, L. H. M. (2025). Evaluating the effectiveness of the rehabilitation program for treating the anterior cruciate ligament (ACL) in team sport athletes (Football – Basketball – Handball). Dirāsāt wa-buḥūṯ al-tarbiyyaẗ al-riyāḍiyyaẗ. https://doi.org/10.55998/jsrse.v35i1.819

·  Fältström, A., Forssblad, M., & Sandon, A. (2025). Young age and return to play increase the likelihood of subsequent ACL reconstruction in football players: Data from the Swedish National Knee Ligament Registry. Knee Surgery, Sports Traumatology, Arthroscopy. https://doi.org/10.1002/ksa.12580

·  Piskin, D., Cobani, G., Lehmann, T., Büchel, D., & Baumeister, J. (2025). Cortical changes associated with an anterior cruciate ligament injury may retrograde skilled kicking in football: preliminary EEG findings. Dental Science Reports. https://doi.org/10.1038/s41598-025-86196-4

Mapa Bibliométrico: Fútbol Y Mujer (2019–2024)

Un mapa bibliométrico no solo organiza el conocimiento existente, sino que actúa como una brújula científica: te dice dónde estás, qué se sabe y hacia dónde podrías ir. Por eso he realizado este mapa que comparto para que podamos orientar nuestra investigación e intervención.

Observando el mapa bibliométrico se puede identificar con claridad cuáles son las áreas más investigadas dentro del corpus de 1.756 artículos sobre fútbol y mujer publicados entre 2019 y 2024, basándonos en el tamaño de los nodos y la densidad de conexiones.

La temática más prominente corresponde al análisis del rendimiento deportivo y la preparación física (clúster verde), que presenta los nodos más grandes y conectados, con términos como performance, exercise, fatigue, demands y reliability. Este predominio revela una fuerte orientación de la literatura hacia el estudio de las cargas de entrenamiento, las respuestas fisiológicas y las herramientas de evaluación del rendimiento en futbolistas. Esta línea de investigación es especialmente visible en publicaciones provenientes de países como España, Reino Unido, Australia y Brasil, donde la producción científica en ciencias del deporte tiene una notable consolidación.

En segundo lugar, se encuentra el clúster rojo, vinculado a temáticas de género y representación del fútbol femenino, que incluye conceptos como gender, women’s football, media, identity y experiences. Este enfoque sociocultural ha sido impulsado en gran parte por investigaciones desarrolladas en Canadá, Estados Unidos, Noruega y Suecia, donde existen agendas institucionales centradas en la equidad de género y la crítica a las representaciones mediáticas. Otras áreas emergentes, aunque con menor volumen relativo, incluyen el estudio de lesiones deportivas y prevención médica (clúster azul), con especial atención en lesiones como la rotura del ligamento cruzado anterior; la biomecánica del entrenamiento (amarillo/naranja), más técnica y focalizada; y finalmente, la investigación sobre salud mental y bienestar psicológico en el deporte femenino (clúster púrpura), aún incipiente pero en crecimiento.

Es en este último punto donde queremos y debemos poner en foco: entornos psicológicamente seguros para mujeres futbolistas, y deportistas en general.

Cuando la pobreza silencia a las niñas: actividad física, deporte y desigualdad

¿Dónde queda el derecho al juego, a la actividad física y al deporte cuando la pobreza condiciona cada paso?

Según el Análisis de la Encuesta de Condiciones de Vida 2025, más de la mitad de la infancia en España (51,6 %) pertenece a los dos quintiles de renta más bajos. Esta realidad no afecta por igual a todos los menores. En el caso de las niñas, el impacto es doble: a la desigualdad económica se suma la discriminación estructural por razón de género.

Los datos son especialmente alarmantes en los hogares monoparentales, la mayoría de los cuales están encabezados por mujeres. El 50,4 % de estas familias se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, y un 42,4 % vive por debajo del umbral de pobreza. Además, un 16,6 % sufre carencias materiales severas y un 17,7 % presenta baja intensidad laboral. Esta precariedad limita el acceso a recursos esenciales, entre ellos, las oportunidades de participación en actividades físicas y deportivas.

La exclusión también se manifiesta en los espacios deportivos

En este contexto, hablar de actividad física y deporte es hablar también de barreras de acceso. El coste de las actividades, la escasez de instalaciones deportivas adecuadas en áreas alejadas de las grandes ciudades, la falta de programas públicos gratuitos o adaptados, y la ausencia de políticas con enfoque de género e infancia constituyen obstáculos que impiden la participación plena de muchas niñas. Esta situación no solo dificulta el acceso a la educación o a la atención sanitaria, sino también a espacios seguros donde niñas y adolescentes puedan jugar, moverse, explorar y desarrollarse mediante la actividad física.

En el ámbito educativo y deportivo, resulta imprescindible considerar el contexto socioeconómico de las niñas con las que se trabaja. Las condiciones materiales de vida inciden directamente en sus posibilidades reales de participación. Cada vez que se solicita una equipación, se propone una excursión o se organiza una actividad extracurricular, deberíamos preguntarnos: ¿puede esta niña asumir ese coste?

Por ello, es fundamental que quienes trabajamos en estos entornos —docentes, entrenadoras, monitores, responsables de programas— vayamos más allá de una oferta estandarizada. No basta con generar oportunidades: es necesario acompañar, comprender y adaptar las propuestas a las realidades de quienes más lo necesitan.

En definitiva, garantizar el acceso igualitario a la actividad física y al deporte no es solo una cuestión de salud o desarrollo personal. Es una cuestión de justicia social y de derechos. Hacerlo posible para todas las niñas no es una utopía: es una urgencia inaplazable.

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), UNICEF España, & Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil. (2025). Análisis de la Encuesta de Condiciones de Vida con enfoque de infancia. https://www.plataformadeinfancia.org/documento/analisis-de-la-encuesta-de-condiciones-de-vida-con-enfoque-de-infancia-2025/

La menstruación: un tabú que aleja a las niñas del fútbol

Uno de los factores menos visibilizados en el abandono deportivo de las niñas durante la adolescencia es la menstruación. Aunque pueda parecer un tema secundario frente a cuestiones como la presión académica o la falta de oportunidades, lo cierto es que el ciclo menstrual representa una barrera importante para muchas adolescentes que practican deporte, especialmente en disciplinas tradicionalmente masculinizadas como el fútbol.

La menstruación sigue siendo un tema silenciado en muchos entornos deportivos juveniles, lo que genera sentimientos de vergüenza, incomodidad y miedo en muchas adolescentes. Uno de los principales temores es manchar el uniforme o sufrir una fuga durante la práctica, lo que influye decisivamente en la decisión de seguir participando en el deporte (Bonals, 2024).

Diversas encuestas reflejan que alrededor del 50% de las adolescentes reduce o evita la actividad física durante su período menstrual por temor a accidentes, dolor o vergüenza (Women in Sport, 2022; PUMA & Modibodi, 2022). Un estudio británico identificó que entre el 70% y el 78% de las chicas que antes se consideraban activas abandonan temporalmente el deporte durante la menstruación (Women in Sport, 2022). Este nivel de abstención revela hasta qué punto la menstruación opera como una barrera estructural: muchas adolescentes prefieren no entrenar ni competir antes que exponerse a sentirse humilladas o incómodas.

La falta de diálogo abierto sobre el tema, junto con la escasez de apoyos prácticos —como productos menstruales accesibles o instalaciones adecuadas—, agrava esta situación. Cuando el entorno deportivo permanece en silencio o minimiza el impacto de la menstruación, muchas niñas interiorizan el mensaje de que esos días no son bienvenidas en el campo de fútbol.

Para retener a las niñas en el deporte, no basta con motivarlas a que sigan; es imprescindible cambiar las condiciones para que ellas se sientan cómodas, seguras y respetadas. Eso implica romper tabúes, adaptar las estructuras y escuchar activamente lo que necesitan para permanecer en el juego.

Referencias

Bonals, L. (2024, 9 de mayo). El 70% de las adolescentes deja el deporte: cambios corporales, la llegada de la regla y espacios masculinizados. El Periódico. https://www.elperiodico.com/es/deporte-femenino/20240509/70-adolescentes-deja-deporte-cambios-102135807

PUMA & Modibodi. (2022). Global survey finds 1 in 2 girls quit sports due to periods [Comunicado de prensa]. BusinessWire. https://www.businesswire.com/news/home/20220920005467/en/

Women in Sport. (2022). Reframing Sport for Teenage Girls: Tackling Teenage Disengagement. Women in Sport UK. https://www.womeninsport.org/research-and-advice/our-publications/reframing-sport-for-teenage-girls/

Repensar el alto rendimiento: bienestar, disfrute y responsabilidad compartida en el deporte femenino

La práctica deportiva de alto rendimiento sigue anclada en un modelo que privilegia el resultado sobre el proceso, y que ha sido históricamente diseñado desde parámetros masculinos. Esto ha implicado que las necesidades específicas de las mujeres deportistas hayan sido, en el mejor de los casos, interpretadas como “particularidades”, y en el peor, completamente invisibilizadas (Donoso, Reina & Álvarez-Sotomayor, 2022).

Imagen: Compartido experiencias con Rakel Mateo, triatleta paraolímpica y Maider Unda, olímpica en lucha libre. #Women´s Sports Day

El problema no es solo que no se considere el bienestar como parte del rendimiento, sino que se ha naturalizado la idea de que el sacrificio, la exigencia extrema y el sufrimiento emocional son peajes inevitables en el camino a la élite. Y en este esquema, el disfrute de la práctica deportiva, entendido como elemento clave de motivación y salud mental, ha sido sistemáticamente desplazado (Poucher, 2021).

Cuando el equilibrio no es una prioridad

Los datos son claros. El 33% de los deportistas de alto rendimiento ha padecido ansiedad o depresión en algún momento de su carrera (Cadena SER Navarra, 2024). Las mujeres, además, enfrentan presiones adicionales: control de peso, imagen corporal, compatibilidad con la maternidad, sexualización, infravaloración profesional… Todo ello impacta en su bienestar, pero sigue sin ocupar un lugar central en las agendas de planificación, acompañamiento o entrenamiento (Sanum, 2024).

El disfrute también cuenta

Poner el foco en el disfrute no significa romantizar el esfuerzo. Significa reconocer que practicar deporte —incluso al máximo nivel— puede y debe ser fuente de realización, placer y sentido. En cambio, seguimos atrapados en un paradigma en el que el rendimiento parece incompatible con el bienestar emocional (Knight et al., 2021). Este desequilibrio empobrece la experiencia deportiva y, paradójicamente, puede terminar afectando también al rendimiento.

Una responsabilidad compartida que interpela a todos

Hablar de entornos seguros y de una práctica deportiva saludable para las mujeres no puede seguir colocándolas únicamente a ellas como protagonistas del cambio. No se trata de que las deportistas aprendan a «gestionar mejor» su estrés o a «conciliar» sus ciclos vitales. Se trata de revisar críticamente qué estructuras, dinámicas y prácticas profesionales estamos sosteniendo los que acompañamos esos procesos: entrenadores, preparadores físicos, personal médico, psicólogos, responsables federativos, académicos.

Nos interpela a todos. Poner el foco en las mujeres deportistas implica también una profunda autocrítica y autoreflexión profesional. No es solo una cuestión de «darles voz», sino de cambiar nuestras propias lógicas de intervención y acompañamiento, que muchas veces reproducen desigualdades y culpabilizan a quienes ya están sobrecargadas (Evans & Pfister, 2021).

Conclusión: cambiar el foco, cambiar el marco

No se trata de añadir “perspectiva de género” como un apéndice en la planificación del alto rendimiento, sino de repensarlo todo desde el principio: desde cómo definimos el éxito deportivo hasta cómo medimos el bienestar. Porque solo cuando el rendimiento y el disfrute se entienden como aliados —y no como opuestos— podemos hablar de un deporte verdaderamente transformador.


Referencias (formato APA)

Cadena SER Navarra. (2024). VII Congreso Deporte y Mujeres “El podio del bienestar. La salud mental en el deporte”. Recuperado de https://cadenaser.com/navarra/2024/11/21/vii-congreso-deporte-y-mujeres-el-podio-del-bienestar-la-salud-mental-en-el-deporte-radio-pamplona/

Donoso, B., Reina, A., & Álvarez-Sotomayor, A. (2022). Mujer y deporte de competición: barreras percibidas para la igualdad. Cultura, Ciencia y Deporte, 17(54), 63-86. https://doi.org/10.12800/ccd.v17i54.1887

Evans, A. B., & Pfister, G. (2021). Women in sport and exercise: Challenges and opportunities. European Journal for Sport and Society, 18(1), 1–10. https://doi.org/10.1080/16138171.2020.1841261

Knight, C. J., Harwood, C. G., & Sellars, P. A. (2021). Supporting adolescent athletes: The role of parents in balancing performance, wellbeing and enjoyment. Psychology of Sport and Exercise, 52, 101825. https://doi.org/10.1016/j.psychsport.2020.101825

Poucher, Z. A., Tamminen, K. A., Caron, J. G., & Sweet, S. N. (2021). Thinking through and designing qualitative research studies: A focused mapping review of sport psychology. Psychology of Sport and Exercise, 52, 101823. https://doi.org/10.1016/j.psychsport.2020.101823

Sanum. (2024). Salud mental y deportistas de élite: revisión bibliográfica. Revista Científica Sanum, 8(2). Recuperado de https://revistacientificasanum.com/vol-8-num-2-abril-2024-salud-mental-y-deportistas-de-elite-revision-bibliografica/

Escudo Universidad de deusto