Una noticia que habla de cómo hay niñas que se tienen que vestir como niños para poder ir a la escuela me deja con un profunda tristeza que me resulta difícil de describir. Yo he tenido la suerte de nacer en un país donde esto no pasa y por ello me gustaría dar las gracias. Gracias a todas aquellas personas, hombres y mujeres, que han contribuido y facilitado a que las mujeres puedan estudiar e incorporarse al mercado del trabajo. Gracias a quienes en el ámbito científico y tecnológico fueron abriendo puertas al trabajo bien hecho y al esfuerzo sin importarles el género.

Creo que la igualdad, de cualquier tipo y en cualquier ámbito, es algo que se va construyendo entre todos. Desde las personas que luchan en su trabajo contra los prejuicios, muchas veces en silencio, mostrando su valía, a los entornos de estas personas, que saben reconfortar y animar a pesar de las dificultades. Todos podemos contribuir a crear una sociedad igualitaria, donde ser mujer no importe a la hora de tener oportunidades profesionales, ni en el salario ni en el trato diario en el puesto de trabajo.

Como investigadora y docente me gustaría animar a todas esas niñas que tienen curiosidad por la ciencia y la tecnología, para que sepan que tendrán la mismas oportunidades que cualquiera y que llegaran hasta donde ellas quieran. Nadie nunca les podrá decir qué pueden hacer o no, ya que no habrá más límites que el que ellas mismas se pongan.

Ayudemos entre todos a acabar con la desigualdad y las injusticias, a abrir ese camino que hoy en día muchas niñas en el mundo tienen cerrado. Y no permitamos que ese camino de igualdad, educación y ciencia se les cierre jamás.

 

*La Dra. Ana María Rodriguez Alloza es Ingeniera Civil y trabaja en la Universidad Politécnica de Madrid. Premio a la mejor Tesis Doctoral 2015 en los Premios a la Innovación en Infraestructuras Viarias.