Cuando comencé a dar clases en titulaciones universitarias de Ingeniería Informática hace 15 años, sólo un 25 o 30% de mis estudiantes eran mujeres. Por aquel entonces esta cifra me parecía preocupante, parecía que nos habíamos estancado. Pero ahora sería una alegría observar esta proporción en el aula, ya que en los últimos cursos no tengo alumnas en muchas de mis asignaturas, y de tenerlas, son como mucho el 8% del alumnado.

Muchas veces me he preguntado a mí misma y he preguntado en voz alta el motivo de esta verdadera fuga. Y casi siempre he obtenido la misma respuesta en sus diferentes versiones, “a las chicas les gusta menos la ciencia y la tecnología que a los chicos, no les interesa, prefieren otros estudios y trabajos”. Está claro que, simplificando mucho, esto es así en la actualidad. Pero no lo era hace unos años, creo que está fuera de toda discusión que no es algo biológico o genético. Así que quizás la mejor manera de plantear la pregunta sea ¿por qué hemos conseguido entre todos que les guste o interese menos que a los chicos? O mejor todavía ¿qué podemos hacer para cambiar esta situación?

Alcanzar la igualdad de géneros es un objetivo compartido por muchas personas e instituciones, pero tenemos que ser conscientes de que en nuestro sector, en un par de generaciones, prácticamente no va a haber mujeres en puestos técnicos de responsabilidad porque no hay mujeres ahora mismo formándose para ocuparlos. Por lo que alcanzar la igualdad va a ser muy complicado si no comenzamos a trabajar hoy mismo en cambiar el modelo de familia, de sociedad, de educación y de mujer que está haciendo que nuestras niñas y jóvenes sientan que la ciencia y la tecnología no es lo suyo. ¿Por dónde empezamos?.

**Marta Beltrán es Profesora Titular de Universidad en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid donde dirige el grupo de investigación GAAP, desarrollando sus labores docentes e investigadoras en las áreas de sistemas distribuidos, computación de altas prestaciones y ciberseguridad.