Artículo publicado en The Conversation (23/10/2022)
En los últimos años se ha visto reducida la participación de los salarios en el PIB. Las razones de este descenso son variadas: errores de medición, la creciente importancia de las empresas muy intensivas en capital, la acumulación de capital privado, los cambios en el mercado laboral y sus instituciones, y la expansión de las cadenas de valor globales, entre otras.
En nuestra investigación nos hemos centrado en la inversión pública, que también ha
disminuido sustancialmente en los últimos años. El siguiente gráfico muestra claramente el
patrón para los países desarrollados: una menor inversión pública (línea roja discontinua,
eje derecho) fuertemente asociada con una menor participación de los salarios en el PIB
(línea azul continua).
Inversión pública y participación de los salarios en el PIB de los países desarrollados (1990-2019).
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del FMI y de The Conference Board (TCB).
El mecanismo que explica por qué una menor inversión pública está relacionada con una
participación menor de los salarios en el PIB se basa en dos condiciones fundamentales,
que nos parecen empíricamente plausibles.
La dificultad de sustituir trabajo por capital
Es técnicamente difícil para las empresas sustituir trabajo por capital. Por ejemplo, adquirir
una máquina que haga el trabajo de una persona, o al revés. Esto depende del tipo de
empresa y del sector económico en el que opera, por supuesto, y va cambiando con el
progreso tecnológico, pero la gran mayoría de los estudios demuestran que sigue siendo así
a nivel agregado (es decir, para el total de la economía).
En términos más técnicos, se dice que los factores de producción capital y trabajo son
complementarios. Así, un incremento del factor capital aumenta la productividad del factor
trabajo más que proporcionalmente. Por ejemplo, una empresa de transporte que aumente
su flota de camiones aumentará la productividad del trabajo. Sin embargo, el camión por sí
solo no incrementará la producción de la empresa (servicios de transporte). Este incremento
solo tendrá lugar cuando se contrate a un trabajador más que pueda conducir el camión.
El capital público aumenta la productividad del privado
El capital público (del Estado) interactúa directamente con el capital privado (de las
empresas) de forma que aumenta la productividad de este último. Por ejemplo, un
incremento en la calidad de una carretera aumenta la productividad de los camiones que
circulan por ella. Otras formas de inversión pública, tales como las inversiones en energía y
telecomunicaciones, tienen también esta característica.
Además, los salarios reflejan los incrementos de productividad del factor trabajo, lo que
tradicionalmente se obtiene al asumir que el mercado laboral es competitivo. Combinemos
ahora las observaciones anteriores:
- Si la inversión pública genera incrementos en la productividad del capital privado,
- y este, por la complementariedad capital-trabajo, aumenta la productividad del factor
trabajo aún en mayor proporción, - entonces la inversión pública aumentará la participación de los salarios en el PIB.
Por el contrario, una menor inversión pública empujará a la disminución del peso del factor
trabajo en el PIB.
Nuestro artículo demuestra el funcionamiento de este mecanismo en el contexto de un
modelo macroeconómico de equilibrio general y encuentra un sólido soporte empírico para
los países desarrollados.
Inversión pública contra la desigualdad
Creemos que la inversión pública puede ser un importante determinante de la participación
salarial en el PIB. Una menor participación salarial, a su vez, puede estar fuertemente
relacionada con un menor bienestar, mayor desigualdad y menor crecimiento.
La inversión pública es recomendable no solo por razones de eficiencia, sino también de
equidad. No obstante, la Gran Recesión y la pandemia no han ayudado mucho a que la
inversión pública se recupere, teniendo en cuenta las tensiones originadas sobre el déficit
público y la deuda pública en muchos países, entre ellos España.
Así, pues, se debe prestar mayor atención a la inversión pública, especialmente por el
proceso de transición ecológica al que se enfrenta Europa.
Mejor irá si se hace.
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