Las medidas antipandemia del Gobierno concitaron la aprobación de casi la mitad de los ciudadanos españoles, aunque hubo voces críticas
Artículo publicado en El Correo (19/06/2023)
La Fundación Friedrich Ebert, cercana al Partido Socialdemócrata Alemán, ha publicado en fecha reciente una encuesta destacando algunas lecciones de la crisis del Covid-19. El estudio alcanza a seis países europeos, entre ellos España. El objeto central de sus autores es investigar las actitudes de los ciudadanos durante y después de la pandemia.
Las limitaciones impuestas por la redacción del periódico justificarán que solamente se extraigan algunos de los hallazgos más relevantes de la publicación, refiriéndonos, como es lógico, exclusivamente a nuestro país.
Comenzando por la percepción de la probabilidad de contraer el virus, el 71% de los ciudadanos españoles consideró improbable contagiarse. Preguntados por los peligros que ello representaría, en su caso, para su salud, el 90% se mostraba al menos algo inquietos. Los votantes de Podemos diferían de los demás encuestados, ya que menos del 50% mostraba preocupación por los riesgos que pudiera producir la infección a su salud.
La evaluación de las medidas antipandemia del Gobierno concitó la aprobación de casi la mitad de los ciudadanos españoles, aunque hubo voces críticas: el 30% de los encuestados respondió que las medidas no protegieron suficientemente los empleos, mientras que el 22,6% declaró que el Gobierno debería haber tomado medidas más drásticas para proteger la salud pública. Los votantes del PSOE y Podemos apoyaron abrumadoramente las políticas del Ejecutivo, mientras que ños encuestados sin ideología, pequeños partidos y los votantes de Ciudadanos, PP y VOX fueron los más críticos y consideraron que se debería haber hecho más para proteger los puestos de trabajo.
Poca variación entre los diferentes grupos de población en lo que se refiere al impacto adverso de la pandemia en la calidad de vida: más del 70% de los españoles declararon haberse visto afectados negativamente en su bienestar genérico. Un 51% sostuvo que, sin embargo, las condiciones de trabajo no se vieron afectadas por la pandemia. En cuanto a la otra mitad, los votantes sin ideología y los votantes deCiudadanos, PSOE y PP notificaron un deterioro mayor de sus condiciones laborales que los votantes de Podemos y Vox.
Al hablar del sentimiento sobre quiénes resultaron más beneficiados por el gasto público durante la enfermedad vírica, los votantes de Vox y Ciudadanos, junto con las personas de rentas más bajas, sostuvieron que fueron los ricos los más beneficiados. Los encuestados con una educación superior, de rentas altas y los votantes de Podemos, PP y PSOE disintieron de tal idea.
Finalmente, la encuesta resume cómo vieron los ciudadanos la respuesta gubernamental a la crisis desde el punto de vista del equilibrio entre la preservación de las libertades y la protección de la salud pública. Un 44,2% de los encuestados españoles consideró que el equilibrio fue correcto, mientras que casi un 27,4% sostuvo que las libertades se limitaron indebidamente. Paralelamente, el 28,4% juzgó que las restricciones deberían haber tenido mayor alcance. Nuevamente, los votantes de izquierda son los que más apoyaron las medidas restrictivas, mientras que los de derechas, en particular los votantes de Ciudadanos, Vox y PP, sostuvieron que las libertades se coartaron indebidamente hasta vulnerarse principios constitucionales. Los más jóvenes y aquellos de condición económica más precaria expresaron con mayor rotundidad que las libertades se obstaculizaron en exceso.
Como común denominador, la mayoría de los encuestados manifestó, además, que la pandemia ahondó las divisiones entre las personas, extremo que se extien- de con preocupación creciente hasta la actualidad.
Queda finalmente por reseñar el discutible valor objetivo de las encuestas sometidas a sesgos de muy diversa naturaleza, aunque la novedad del documento aquí analizado, segmentando las preferencias políticas de los votantes, agrega al mismo el encanto de la singularidad. El lector habrá llegado, no obstante, a la conclusión de que los votantes de formaciones presentes en el gobierno apoyan en general sus decisiones mientras que los de partidos de la oposición suelen hacer lo contrario. Lamentablemente, la verdad, en muchas ocasiones queda sometida al dictado de los credos o las conveniencias.
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