Artículo publicado en El Diario Vasco (07/11/2023)
Hace unos años escribí en estas mismas líneas acerca de qué nos puede enseñar Beyoncé sobre administración y gestión de empresas, y por qué los estudiantes de Harvard la estudian en sus asignaturas de marketing. Otras estrellas como Lady Gaga o Taylor Swift también cuentan con sendos estudios de caso que se analizan en las facultades de ciencias de la comunicación y de derecho de Harvard. En el caso de Lady Gaga se pone a los estudiantes en la piel de su mánager, quien se tuvo que enfrentar a la repentina tarea de lanzar la primera gran gira de conciertos en solitario de la intérprete en 2009, tras el incidente protagonizado por el rapero Kanye West en la fiesta de los MTV Music Awards, y con quien iba a compartir la gira “Fame Kills”.
Analizando qué otras megaestrellas se estudian en universidades de todo el mundo y así transmitírselos a mis alumnos me topé con algo que no podría haber imaginado… y que de paso rompió uno de mis sueños de infancia. Todos conocemos que Michael Jackson transformó no sólo el mundo de la música, con éxitos como Thriller, Smooth Criminal o Beat It, sino también el de las coreografías con bailes como el Moonwalk, que probablemente, todos en algún momento hayamos tratado de imitar (en mi caso con muy poco éxito). Además del Moonwalk, otro de sus pasos característicos era aquel en el que Michael Jackson se ladeaba con un grado de inclinación que parecía desafiar la gravedad (lo hacía en la canción Smooth Criminal). ¡Lo que no sabía (al menos yo) es que Michael Jackson patentó este paso de baile!
En efecto, Michael Jackson, junto a dos de sus figurinistas, registró en 1992 la patente en la que se describían unos zapatos especialmente diseñados y que daban la ilusión de que se inclinaba más allá de su centro de gravedad (U.S. Patent No. 5,255,452). La patente, denominada “Método y medios para crear una ilusión de antigravedad”, explica cómo el tacón del zapato está diseñado para acoplarse a un enganche que se proyecta retráctilmente a través del suelo del escenario. Al anclar el tacón al suelo, el bailarín puede inclinarse hacia delante y se consigue la ilusión de desafiar a la gravedad.
Michael Jackson no ha sido, ni mucho menos, la única estrella que ha desarrollado invenciones susceptibles de ser patentadas. Por ejemplo, Marlon Brando, quien sentía una gran pasión por los tambores, también obtuvo varias patentes relacionadas con un dispositivo para afinar parches de batería. Eddy Van Halen también obtuvo varias patentes por sus inventos, entre las que destaca un “soporte para instrumentos musicales” gracias al cual una guitarra descansa sobre un soporte sujeto a la cintura del músico, permitiendo crear nuevas técnicas y sonidos al tener las dos manos libres. Por último, dos de los hermanos Marx también se dedicaron a la invención. Zeppo (Herbert) obtuvo varias patentes, entre las que se incluían una almohadilla de suministro de vapor para distribuir calor húmedo, y otras dos relacionada con la monitorización del pulso cardíaco. Por su parte, Gummo (Milton) obtuvo su patente por “Mejoras en las cajas de embalaje”.
Espero que estas anécdotas ayuden a despertar el interés por la propiedad industrial en los alumnos del Programa de Innovación y Emprendimiento de la universidad, y que en un futuro no muy lejano, podamos escribir algunas líneas sobre sus invenciones.
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