El jurista y profesor de la Universidad de Deusto debuta como novelista con ‘Slavery Records’, una historia sobre una peculiar tienda de discos de Los Ángeles y su propietaria
Artículo publicado en El Correo – edición digital (21/12/2023) | Isabel Urrutia Cabrera.
Tenía 12 años cuando descubrió a los Beatles en la televisión. Un impacto que le sacudió la cabeza y las entrañas. El cuarteto de Liverpool ya se había separado para entonces, pero el ritmo de ‘She Loves You’ le volvió loco. Sentía que no había nada más vivo ni palpitante. Conclusión: bienvenido al rock. «Los vi en un programa que recuperaba imágenes suyas de 1963. ¡Aluciné! Me pedí para Reyes una casete de ellos, un recopilatorio, y me cambió la vida. Desde ese momento, el rock me acompaña a todas partes. Lo llevo dentro», afirma Pedro Learreta (Bilbao, 1967), profesor de Derecho Civil en la Universidad de Deusto y abogado en ejercicio desde hace más de tres décadas. Su especialidad es el campo de la litigación y el arbitraje. Nada que ver con la música o la literatura. ¿O sí?
Robando horas al sueño y tiempo a sus fines de semana, ha culminado su primera novela, ‘Slavery Records’ (Liburuak), con el tesón, orden y concierto de un jurista de raza. Toda la trama gira en torno a una tienda de discos de segunda mano situada en una calle poco transitada del distrito noctámbulo de West Hollywood, en Los Ángeles. Es un local que atesora más de 75.000 vinilos y surfea heroicamente la reconversión del mercado y la industria. Todo fluye, va y viene, en ‘Slavery Records’, con personajes recurrentes como Jason Gallant y William Campbell, además de cameos de la talla de Nick Hornby.
Las vivencias, penas y alegrías, discurren sin parar, en un juego de espejos y confesiones que crecen como una bola de nieve al compás del rock hasta estamparse contra la realidad. No hay tiempos muertos y sí más de una sorpresa.
El propio título va directo al grano: Slavery Records es el nombre del local y también alude al apellido de la propietaria, Susan Slavery. «Quería claridad y ritmo. Eso es básico en cualquier disciplina, también en el derecho. En mi especialidad, también hay que saber relatar los hechos en los litigios. No son historias de ficción, sino algo veraz y sostenible con pruebas. La prosa jurídica también se puede desarrollar con brillantez. Hay que prescindir de lo superfluo y no dar el coñazo». Con ese talante, no le ha costado demasiado pulir su estilo literario y desplegar las alas como novelista.
Trabajo nocturno
Entre 2018 y 2021, compaginando la afición con el trabajo en la Universidad de Deusto y en el bufete, se las arreglaba para sacar tiempo por las noches y curtirse con la redacción de relatos en talleres de escritura creativa. Muy fan de Bob Dylan, los Stones, Paul Weller, Learreta dice que soñaba con ser estrella del rock, «pero no tengo facultades» aunque le consuela pensar «que la segunda mejor manera de ser estrella del rock es la abogacía. En serio, no me quejo».
Ya tiene en mente una segunda novela, de temática igualmente musical, que se ambientará en el Londres de los años 60 y tendrá un reparto de personajes reales y ficticios del entorno del rock.
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