Artículo publicado en el blog Ekonomiaren Plaza de El Diario Vasco (23/01/2024)
El/la lector/a de este blog conoce la importancia de la productividad: tiene una relación más o menos estrecha con los salarios que perciben los/as trabajadores/as. El Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas y la Fundación BBVA publicaron la semana pasada un interesante estudio sobre su evolución reciente desde 1995 a 2021: “El comportamiento de la productividad en España 1995-2022. Informe OPCE 2023”.
El Gráfico 1 muestra el PIB real por ocupado durante el período 1995-2021. Se puede observar el lento avance de la productividad antes de la Gran Crisis Financiera en España y Euskadi, y algo mejor en Navarra. Desde 1995 a 2019 la productividad mejoró un 1% al año en Euskadi, 0,70% en Navarra y un 0,50% en España como media, aproximadamente.
Gráfico 1. Productividad por ocupado en España, Euskadi y Navarra, 1995-2021 (2015=100).
Fuente: “El comportamiento de la productividad en España 1995-2022. Informe OPCE 2023”.
El Gráfico 2 muestra la Productividad Total de los Factores (o PTF) durante el período 1995-2021. La PTF mide la eficiencia con la que se emplea conjuntamente el trabajo y el capital con el que se produce el PIB y suele aproximar, grosso modo, la innovación, por lo que su crecimiento va asociado a mejoras de la productividad. Como se puede observar, su comportamiento es muy decepcionante en España, donde se reduce a un ritmo anual promedio del 0,5% aproximadamente entre 1995 y 2019. En Euskadi y Navarra el comportamiento es algo mejor, pero apenas se mejora un 0,30% y 0,10% de promedio anual. El comportamiento de las grandes potencias como los EE.UU. o Alemania en el mismo período es mucho mejor.
Gráfico 2. Productividad Total de los Factores en España, Euskadi y Navarra, 1995-2021 (2015=100).
Fuente: “El comportamiento de la productividad en España 1995-2022. Informe OPCE 2023”.
Entre los sospechosos habituales del pobre comportamiento de la PTF que influyen sobre la productividad se hallan:
- La excesiva acumulación de activos inmobiliarios (residenciales y no residenciales), y
- La insuficiente inversión en activos de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y en activos intangibles (tales como la I+D, el softwarey las bases de datos, el diseño, la imagen de marca, la formación de la empresa a sus trabajadores, las estructuras organizativas innovadoras y otros).
Y entre los elementos que afectan a la productividad del trabajo están, entre otros, la educación, la temporalidad laboral, el menor empleo del trabajo cualificado, el predominio de modelos de gestión poco profesionalizados, y otros.
Nada nuevo bajo el sol, me temo, y me toca repetir de nuevo aquello de que “Nos va la vida en ello” cuando hablo de la insuficiente mejora de la productividad en nuestro entorno más cercano …
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