Artículo publicado en el blog Ekonomiaren Plaza de El Diario Vasco (10/06/2024)
Como todos los años por estas fechas, la fundación COTEC para la innovación ha hecho públicos los resultados de su encuesta sobre la percepción social de la innovación. El objetivo de esta encuesta, que COTEC viene realizando de manera anual desde 2017, es el de capturar la opinión de la ciudadanía sobre diferentes asuntos relacionados con la innovación, como el impacto de la tecnología en el empleo, la evolución del teletrabajo o la respuesta al fenómeno de la despoblación.
Esta séptima entrega fue presentada en Sevilla el pasado 28 de mayo de 2024 y cuenta con una muestra de 7.243 entrevistas (realizadas desde diciembre de 2023 a febrero de 2024). Algunas de las conclusiones que se extraen de la encuesta nos indican que un 82% del total de encuestados percibe la innovación como un fenómeno positivo (en el caso de Euskadi, este valor asciende al 84.09%). Sin embargo, se hace constar que para el 51.45% la innovación es una fuente de desigualdad social (47.48% en Euskadi).
En línea con otros proyectos realizados por COTEC, el 48% de los encuestados (47.44% para el caso de Euskadi) considera que el nivel de innovación de España es equiparable al de la media europea (en 2017 eran el 59%), mientras que un 43% (41.59% para Euskadi) considera que España estaría en el grupo de países menos avanzados (33% en 2017). En este sentido, el 80% de los participantes en la encuesta (77.73% para Euskadi) consideraron que la inversión pública en I+D+I es insuficiente, situando a esta partida presupuestaria como la cuarta prioridad de gasto público, solo por detrás de educación, sanidad y pensiones.
En relación con la potencial automatización del trabajo, los encuestados consideran que el 61.85% de los puestos de trabajo que hay hoy en España podrán ser sustituidos por robots/máquinas/ordenadores dentro de 15 años (61.76% en Euskadi), si bien un 45.81% (43.89% en Euskadi) piensa que “de ninguna manera” un robot podrá sustituirle en su puesto (en 2019 eran el 63%). En este apartado se observan diferencias notables en función de si la persona encuestada trabaja en el sector público o en el privado, ya que el 53% de los trabajadores del sector público no cree que les pueda sustituir una máquina, frente al 45% de los del sector privado. Una de las paradojas que arroja el estudio es que el 70.5% del total de encuestados opina que España no está preparada para afrontar un futuro marcado por la automatización del empleo (68.84% para Euskadi). Sin embargo, el 60.59% sí se siente capacitado para competir en ese nuevo mercado laboral (62.08% para Euskadi).
El informe de este año tiene un elemento de especial interés, y es que pregunta por primera vez acerca de la posibilidad de una jornada de 35 horas semanales. Un 81.16% de los participantes mostraron estar a favor de que se reduzca su jornada laboral a 35 horas semanales, siempre y cuando ello no suponga una reducción de su salario (85.62% en Euskadi). La situación se revierte en caso de que la reducción de la jornada llevara aparejada una reducción proporcional en el salario. En este escenario, un 71.16% de los participantes (64.26% en Euskadi) se mostraría en contra de la reducción de la jornada laboral.
El 61.14% de los encuestados considera que esta potencial reducción de la jornada laboral vendrá “impuesta” como una consecuencia directa del cambio tecnológico (59.23% en Euskadi). Esto es 16 puntos porcentuales más que en 2018. En la encuesta de percepción social de la innovación del año 2018 el % de los encuestados que creían que el cambio tecnológico reduciría las horas de trabajo (45%) y los que decían que no traería grandes cambios (43%) era prácticamente igual. Sin embargo, en la actualidad esta diferencia ha crecido hasta los 34 puntos porcentuales, ya que los que no creen que habrá cambios han bajado al 27.19% (29.40% en Euskadi).
Algunas de las conclusiones que ofrece el estudio de COTEC merecen unas reflexiones profundas en el conjunto de la sociedad, ya que no parece razonable en todos los casos que una reducción de jornada no lleva aparejada una modificación en las condiciones laborales, a no ser que crezca nuestra productividad, o que el conjunto de la sociedad no esté preparado para afrontar las consecuencias del cambio tecnológico pero cada uno de nosotros sí que lo esté. ¡Ya tengo tema de debate para los estudiantes del curso que viene!
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