Gabinete de prensa (25/06/2024). Fuente: El Correo.
El recién estrenado lehendakari Imanol Pradales, que estudió Sociología en nuestra universidad, ha formado un equipo de perfil tecnócrata y eminentemente gestor, que prioriza el conocimiento y la experiencia frente a perfiles con vinculación ideológica, poniendo el foco en las políticas sectoriales y en los problemas concretos que afronta la Euskadi de hoy. De hecho, 8 de sus 15 nuevos consejero/as son alumni de Deusto, especializados en diferentes áreas de conocimiento: María Jesús San Jose (Derecho), Nerea Melgosa y Mikel Jauregi (Sociología), Begoña Pedrosa (Filología inglesa), Bingen Zupiria (Filosofía y letras), María Ubarrenechea (Humanidades y Empresa), Nöel D’Anjou (ADE) e Ibone Bengoetxea (Psicología).
El lehendakari firmó el pasado domingo, 23 de junio, el decreto que define las funciones y áreas de actuación de los Departamentos del Gobierno vasco, así como la Lehendakaritza, a la que ha asignado la representación y proyección de Euskadi en el exterior y la política gubernamental en asuntos europeos, cooperación transfronteriza e interregional, y con colectividades y centros vascos, así como la política de cooperación para el desarrollo, la promoción, retención y atracción del talento y las políticas de igualdad, entre otras funciones.
El acto de toma de posesión de las y los nuevos consejeros se ha celebrado hoy martes, 25 de junio, en Ajuria Enea, y tras él ha tenido lugar la primera reunión del nuevo Ejecutivo, «de acreditada competencia política y profesional», con personas que «aparcan temporalmente sus carreras» para tomar decisiones «valientes» y «poner su conocimiento y su experiencia al servicio de Euskadi».
Desvelado por fin el secreto mejor guardado, el nuevo Gabinete PNV-PSE, el más amplio de la historia de Euskadi con 15 consejerías, se destapa como un plantel de expertos de extenso currículum, muchos de ellos provenientes de la empresa privada –Noël d’Anjou, nuevo titular de Hacienda y Finanzas, ha hecho carrera en Kutxabank y Mikel Jauregi, que liderará Industria y Transición Energética, con un perfil a lo Josu Jon Imaz, viene de impulsar las renovables en la petrolera BP– y otros con experiencia en la gestión pública, como, sobre todo, la gran sorpresa del Gabinete y nueva mano derecha de Pradales: Ibone Bengoetxea, rescatada desde la dirección de EiTB por quien fue su compañero de Consejo en la Diputación vizcaína, que vuelve a la primera línea política con rango de vicelehendakari primera.
Perfil tecnócrata y eminentemente gestor
Un Gobierno de perfil tecnócrata y eminentemente gestor diseñado, por lo tanto, para poner el foco en las políticas sectoriales y en los problemas concretos que afronta la Euskadi de hoy, pero con la vista puesta en las transiciones pendientes «más allá de 2028», singularmente la energética y la demográfica o, dicho de otro modo, el reto de reducir las emisiones y, a la vez, impulsar la reindustrialización de Euskadi y el de adelgazar la brecha intergeneracional, la desigualdad entre una juventud a la búsqueda de futuro y una porción cada vez más amplia de pensionistas por el acelerado envejecimiento de la población. Una sociedad que, según el diagnóstico del propio Pradales, vive bien pero aspira a vivir mejor.
En esa búsqueda de la «especialización», según fuentes cercanas al lehendakari, la nueva estructura dice tanto del Gobierno como los perfiles elegidos para integrarlo: un Ejecutivo formado por ocho hombres y siete mujeres, renovado –sólo repiten tres de los integrantes del gabinete saliente–, relativamente joven –con una media de edad de 53 años–, con vocación de excelencia académica –hay cinco doctores en el recién designado Consejo, incluido Pradales– y volcado en exprimir el potencial financiero, industrial y de innovación de Euskadi. Para algunos, un signo de audacia y un guiño al votante ‘de orden’ que había abandonado al PNV, con la idea de reflotar la sigla –una de las tareas que encara Pradales en paralelo a la de gobernar–, y para otros, singularmente la oposición de izquierdas, un síntoma del giro «liberal» del nuevo Ejecutivo.
Un Gobierno, en definitiva, «diferente» y hecho a imagen y semejanza de su lehendakari, con personas de su generación, y con nuevas carteras que reflejan su «impronta» y sus prioridades, como la que une Bienestar, Juventud y Reto Demográfico que gestionará Nerea Melgosa o el recién creado Departamento de Ciencia, Universidades e Innovación, encabezado por el exrector de la UPVJuan Ignacio Pérez Iglesias.
«Es 200% Pradales», apuntan en su entorno. Un sello que se refleja también en el aire renovado que se le quiere dar a la cartera de Hacienda, con un impulso decidido al nuevo macrofondo de inversión con capital público y privado y a las potencialidades desaprovechadas del Concierto, y en el perfil del nuevo consejero de Salud, que combina competencia médica y un máster en gestión sanitaria para capear el ‘toro’ más difícil de la legislatura, «recuperar el prestigio» de Osakidetza.
Su dimensión
La característica más llamativa del nuevo Gobierno, con todo, es su dimensión, compleja de manejar hasta el punto de que faltan dos asientos en la bancada azul del Parlamento para alojar a todos sus miembros, diez consejeros del PNV –dos de ellos independientes sin carné, la titular de Educación, la hasta ahora viceconsejera Begoña Pedrosa, y el propio Pérez Iglesias– y otros cinco del PSE, además del lehendakari. Las críticas no han tardado en llegar por la forma en que, para los adversarios políticos, ha solucionado Pradales la exigencia de los socialistas de ganar peso en el Gabinete, aumentando en dos el número de carteras que cada socio gestiona.
Sin embargo, fuentes del nuevo Gobierno apuntan otros dos motivos. Para empezar, la necesidad de hilar fino con la gestión y no juntar demasiadas áreas en una sola cartera. A esa necesidad obedece, aseguran, haber reservado a Vivienda, una de las principales preocupaciones de los vascos, un departamento en exclusiva para el socialista Denis Itxaso, separado de Transportes, que ahora se llama Movilidad Sostenible (Susana García Chueca), o dar protagonismo igualmente con cartera propia a la problemática del primer sector, que liderará Amaia Barredo. La otra razón, estar preparados para gestionar las nuevas competencias vascas «cuando se complete el Estatuto». La apuesta por acelerar las transferencias pendientes, incluida la gestión del régimen económico de la Seguridad Social –una negociación que liderará la nueva consejera de Autogobierno y portavoz, la exalcaldesa de Mondragón María Ubarretxena–, es, de hecho, prioritaria para el PNV por encima del nuevo estatus.
Pero, más allá de esa tarea, Pradales ha entendido que las circunstancias exigían un Gobierno más técnico que político, equilibrado en el reparto territorial –seis vizcaínos, seis guipuzcoanos y cuatro alaveses–, pero sin perfiles identificados con cuotas impuestas por los distintos ‘aparatos’ del PNV. Con la convivencia encarrilada trece años después del fin de ETA y el acuerdo en materia de autogobierno en manos del Parlamento, los perfiles políticos del nuevo Gabinete son más bien escasos. Destacan, sobre todo, Bingen Zupiria, un veterano curtido en mil batallas que repite, ahora en la siempre complicada cartera de Seguridad, y los de Itxaso y el vicelehendakari segundo y hombre fuerte del PSE en el Gobierno, Mikel Torres.
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