La experta emplaza a poner el foco en cómo algunos hombres «normalizan» en algunos contextos «invadir los cuerpos» de las mujeres.
Entrevista publicada en El Correo (07/07/2024) | Alba Cárcamo.
Estíbaliz Linares (Barakaldo, 1991) es doctora en Derechos Humanos y lleva años formando a comparsas, colectivos feministas, adolescentes… en materia de igualdad. La investigadora de la Universidad de Deusto, inmersa en proyectos sobre redes sociales, violencia de género y sexual y adolescencia, celebra que cada vez hay más «sensibilización», pero insiste en que todos tenemos que tener claro que «el machismo no va a dejar de existir de aquí a diez años».
– Entre enero y mayo, 278 mujeres denunciaron en Euskadi un delito sexual, un 21% más que el año pasado. ¿Qué está pasando?
– Las agresiones sexuales han ocurrido en toda nuestra historia. No podemos decir que ahora mismo se esté viviendo un repunte. Lo más importante, y lo que tenemos que leer, es que hay más sensibilización, mayor conciencia crítica, lo que lleva a que se denuncien esos hechos cuando ocurren.
– Hay más conciencia, pero siguen siendo habituales los tocamientos en fiestas y la mayoría de mujeres no los denuncian.
– El foco deberíamos ponerlo en cómo muchos hombres todavía normalizan formas de invadir nuestros cuerpos. Lo toman como un método de validación de la masculinidad, entre cuadrillas, como dicen ellos, ‘de risas’.
– Se debería trabajar con ellos.
– La realidad es que quienes trabajamos con adolescentes y jóvenes vemos que quienes vienen a las formaciones, y esto es importantísimo, son ellas. Algunos chicos son más reivindicativos, e incluso invalidan y deslegitiman lo que han hecho otros amigos, pero todavía existen esos grupos grandes de chicos que se ríen, que acosan, que se acercan, que les ves en fiestas invadiendo el espacio de una mujer.
– Aunque el foco sigue en las chicas, en por qué estaban solas, en por qué hablaron con ese chico…
– Es el mensaje de que hagas lo que hagas, te vas a sentir culpable y tienes que estar dentro de los parámetros de la buena chica para que no te pase nada. Hoy por hoy tenemos casos, por ejemplo en pueblos, en los que una chica pone una denuncia de agresión sexual a un chico del pueblo y al final el discurso va contra ella, se pone en duda.
– El 80% de las agresiones sexuales, de hecho, las cometen conocidos.
– Algunas investigaciones dicen que incluso el 90%. Son muy pocas las que ocurren en un entorno de calle, de fiesta, por parte de desconocidos, pero cuando hablamos de violación, el imaginario nos lleva directamente a un acto muy agresivo, por una persona desconocida, y se articula un discurso del miedo que nos acaba paralizando. Nos coaccionamos y miramos continuamente qué hacemos, cómo lo hacemos y por dónde andamos.
– A medida que crecen las denuncias, también lo hacen los discursos negacionistas. El 44% de los jóvenes piensan que los hombres se han quedado desprotegidos.
– Se está viralizando un discurso antifeminista, con cada vez más eco, de que los hombres están en una situación de vulnerabilidad. Pero lo único que se están llevando a cabo son estrategias para conseguir una igualdad en cuestiones muy normales. Y se tienen que responsabilizar de que, seguramente, han formado parte de dinámicas en las que se meten presión entre ellos, con frases como ‘todavía sigues siendo virgen’, ‘haces todo lo que quiere tu novia’…
– Cada vez se ven más titulares de adolescentes detenidos por agresiones sexuales.
– Llama la atención, y nos preguntamos qué está pasando porque estamos haciendo estrategias, implementando planes. Por mi trabajo pienso que tendremos cada vez más adolescentes con una conciencia crítica alucinante, pero otros, por dinámicas familiares, por códigos culturales de toda nuestra larga vida como humanidad, normalizan acciones machistas. El machismo no va a desaparecer de aquí a diez años, y de eso tenemos que ser conscientes.
– ¿Cómo influye el porno? Las instituciones vascas pusieron el foco en él como escuela de violencia.
– Se le ha dado mucho eco a lo del porno en los adolescentes. El porno ha existido siempre y estamos viendo que los niños tienen muchísimo control parental y que, cuando les llega un anuncio indebido, se lo dicen a sus padres. El consumo de porno no está siendo con 8 años. Sí hay casos, cuando son más mayores, sobre todo los niños, no las niñas, que tienen un consumo más normalizado. Y está totalmente comprobado que los que acceden continuamente, y a un porno bastante agresivo, son casos en los que en su casa no hay límites, tienen dinámicas familiares muy desestructuradas, con consumos, múltiples problemáticas…
– A esos menores sí les afectará.
– Si trabajamos con los adolescentes la educación afectivo-sexual vamos muy tarde. Hay que trabajar esto desde niños, porque van a mirar porno, van a buscarlo, y lo ideal es que sepan que eso es violencia, cosifica a la mujer, y que lo tengan tan arraigado que sientan de verdad rechazo por cómo tratan a la mujer.
– Solo en fiestas de Sestao se han presentado tres denuncias por agresiones sexistas.
– Estuve en las fiestas y te hace plantearte que parece que todavía las calles no son nuestras. Y es a lo que iba antes: tenemos que tener cuidado con ese discurso del miedo, porque lo que hace es paralizar. Algunas chicas sienten terror en la calle, y eso es algo que no nos podemos permitir. Sería importantísimo campañas para interpelar qué formas de fiesta hay entre los chicos.
– Ha habido cierta polémica porque un informe encargado por la Diputación desaconsejaba los servicios de acompañamiento a mujeres.
– De entrada, todos mis respetos a las campañas de sensibilización y prevención, que son imprescindibles. Pero creo que es importantísimo que todos esos procesos sean articulados con la red feminista.
– Colectivos feministas rechazan este tipo de medidas.
– Para hacer esto de una forma más coherente, lo importante es tratar con los colectivos del pueblo, con las chicas. Y otra cuestión importante es cómo se hace. En algunos pueblos se pusieron escoltas, y no sé yo si la figura de un hombre protector es lo más sano cuando estamos hablando de empoderamiento colectivo. Igual podrían hacerse grupos entre mujeres, que luego además pueden crearse lazos entre ellas, y con la puerta abierta para que puedan participar hombres y el colectivo LGTBI+, que no lo podemos olvidar, porque las agresiones contra el colectivo se dan también en zonas de fiestas. Sería muy importante que esta gente joven nazca con ese sentimiento de colectividad, de poder apoyarse entre sí, que sería alucinante, porque eso sería generar cultura, de la misma manera que se ha generado machismo generación tras generación.
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