A medida que el coste de vida aumenta y el poder adquisitivo de los ciudadanos decrece, el oro se erige en una opción valiosa para preservar la riqueza
Artículo publicado en El Correo (02/09/2024)
Hasta el inicio de la I Guerra Mundial, la emisión de billetes por los
bancos centrales debía estar respaldada entera o parcialmente por su valor en oro, durante el llamado ‘patrón-oro’. Fue, nunca mejor dicho, su época dorada. Pero el sistema se desvaneció con el paso de los años al demostrarse deflacionario y restrictivo para el comercio mundial. Desde la declaración de inconvertibilidad de Nixon, en 1971, el oro se ha desmonetizado totalmente y ha tenido que apañarse en buscar nuevos destinos.
En los últimos meses soplan vientos favorables para el lingote amarillo. Nos referimos siempre a su medida más habitual, la onza troy, que pesa 31,1 gramos. En diez meses, desde noviembre de 2023 a agosto de 2024, ha obtenido una revalorización del 22% al pasar de 1.847 dólares a 2.254, una tasa de crecimiento del 25% en base anual. No siempre ha sido así. En los 25 años que transcurrieron entre enero de 1981 y enero de 2006, nunca superó el valor de los 560 dólares cotizados el 1 de enero de 1981 causando la desazón de los inversores.
Pero ¿cuáles son las razones por las que distintos perfiles de compradores se dejan cautivar por el fulgor financiero de este metal?
La incertidumbre se alza como uno de los gatillos más significativos de la demanda de oro. En tiempos de crisis, ya sean debidas a conflictos bélicos, tensiones comerciales o inestabilidad en los mercados financieros, los inversores acuden al oro como un refugio seguro. Según el World Gold Council, «el oro ha demostrado una cobertura efectiva frente a la volubilidad política, proporcionando estabilidad a los portafolios de inversión en tiempos difíciles». No siempre, hay que decir.
La inflación representa otro factor crítico que impulsa la inversión en oro. A medida que el coste de vida aumenta y el poder adquisitivo de los ciudadanos decrece, el oro se erige en una opción valiosa para preservar la riqueza. El analista de mercado Peter Schiff sostiene que «el oro es el mejor aliado
contra la inflación, ya que tiende a aumentar su valor cuando los precios suben». En tiempos en los que los bancos centrales incrementan la oferta de dinero, la búsqueda de activos tangibles se convierte en una conducta sensata para los inversores, no siempre coronada por el éxito buscado.
La diversificación de portfolios constituye una estrategia primordial que cualquier asesor financiero recomienda. Incluir activos no correlacionados puede mitigar el riesgo, y el oro, históricamente, ha tenido una baja correlación con las acciones y los bonos. Según Goldman Sachs, «el oro ofrece un refugio eficaz en tiempos de crisis, lo que lo convierte en una excelente herramienta de diversificación». No siempre, deberíamos agregar.
Paralelamente, la demanda de oro ha experimentado un aumento significativo en las últimas décadas, en particular en países como India y China. Un informe del World Gold Council indica que «la demanda de oro en China y la India representa casi el 50% de la demanda global». Una clase media creciente en estos países adquiere, según su capacidad, certificados de oro como inversión y como símbolo de estatus.
A destacar que de un tiempo a esta parte se ha producido un atesoramiento sostenido de incierta cuantificación por parte de algunos bancos centrales, que con su músculo financiero pueden marcar el precio de mercado del metal, tanto si venden, a la baja, como si compran, al alza, fijando precio al margen de cualquier otra motivación.
Finalmente, la revolución que ha supuesto la proliferación de fondos cotizados en bolsa (ETFs) sobre el oro ha facilitado exponencialmente el acceso al oro para una nueva generación de especuladores de menor caudal financiero, al permitir este vehículo compras más modestas y una liquidez inmediata para sus posiciones. BlackRock señala que las inversiones en ETFs de oro siguen registrando récords anuales.
En suma, queda patente que las razones que promueven el atractivo del oro son variadas. Sea por las aquí mostradas, sea por otras más, los inversores seguirán recurriendo al oro consolidando éste su presencia como uno de los activos más preciados del planeta.
Leave a Reply