Durante sus intervenciones, las investigadoras han mostrado su parte más humana, incidiendo en la necesidad de desprenderse de creencias limitantes y trabajar con unos valores firmes, que ayuden a romper inercias y a lograr, mediante pasión y esfuerzo, trascender positivamente a la sociedad.
Ane Bores | 18/12/2024.
La Universidad de Deusto ha celebrado hoy, 18 de diciembre, el acto de entrega del Premio Ada Byron a la Mujer Tecnóloga 2024, un galardón gracias al que llevamos 11 años conociendo el talento de mujeres inspiradoras en el campo de la ciencia y la tecnología. Mujeres que con su preparación, esfuerzo y constancia, están consiguiendo crear soluciones innovadoras para la sociedad, mejorando la calidad de vida de las personas. Mujeres que fueron niñas, y que gracias a haber superado sus miedos y a haber trabajado con valentía, compromiso y vocación, hoy son las mejores referentes para esas futuras generaciones que anhelan seguir sus pasos y poder soñar a lo grande.
Es el caso de la premio senior Patricia Horcajada, científica de renombre internacional especializada en el diseño y síntesis de nuevos materiales porosos para su aplicación en áreas como la energía, la salud y el medioambiente, y pionera en la aplicación de estructuras tipo MOF para la liberación de fármacos, desintoxicación oral o la agricultura; y el de la premio joven Alba González, pionera en el desarrollo de implantes óseos personalizados mediante tecnología 3D, que ayudan en sus lesiones a los y las pacientes de casos clínicos complejos, y consiguen regenerar huesos evitando amputaciones e, incluso, reconstruir caras de niño/as y adultos.
Hitos profesionales conseguidos a base de una combinación de trabajo, pasión, conocimiento, sacrificio y perseverancia. Y de grandes dosis de humildad, porque tal y como ambas investigadoras han destacado en sus discursos, para romper inercias y conseguir cambiar paradigmas sociales “no hay atajos”. En este sentido, han destacado la necesidad de desprenderse de creencias limitantes y de aprender a hacer las cosas con miedo.
En palabras de Patricia, “quizás deberíamos creer un poco más en nuestras capacidades, porque es alcanzando el mayor grado de confianza cuando no tememos el fracaso y disfrutamos de la libertad de crear y de la valentía de perseguir nuestros sueños”. Valores que Alba también comparte, dejando claro que “las personas que ganan premios también sienten miedo”, ya que detrás de todos los éxitos hay caídas y mucho trabajo. Por eso, la joven dice que hay que darse el permiso de fallar y de volver a intentarlo. “Hay que a aprender a hacer las cosas con miedo. Y cuando lo intentes, siéntete grande”, ha declarado.
Y es que, premios como el “Ada Byron a la Mujer Tecnológa” ponen de relieve la importancia de ir disfrutando de cada uno de los pasos del camino. Un camino que comenzó hace 300 años, cuando las mujeres reivindicaron por primera vez el derecho a la educación, y fueron poco a poco alcanzando nuevos lugares y metas.
Por ello, Patricia y Alba hoy no solo recogen un reconocimiento a su gran labor científica, tecnológica y social, sino que cogen el testigo de esas pioneras para seguir inspirando a futuras generaciones y logrando mayores avances en esos nuevos terrenos conquistados, que ya no solo les pertenecen a ellas.
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