Artículo publicado en Grupo Diario de Noticias (08/01/2025)
El exconsejero de Justicia del Gobierno vasco, Sr. Azkarraga, vuelve a redactar un artículo con el objeto de que seamos conscientes de que los cambios que la sociedad vasca hoy “disfruta” (el entrecomillado es suyo) no cayeron del cielo. Apunta que los factores generadores de sufrimiento (sic) han ido paulatinamente desapareciendo. Y todo gracias a gente que abandonó su “zona de confort político” e hizo un encomiable esfuerzo. Se arroga, además, la opinión mayoritaria de la sociedad vasca: exigimos un esfuerzo colectivo para eliminar definitivamente de la ecuación política vasca los factores que, hoy en día, siguen generando sufrimiento. Y menta las políticas de excepción que, en su opinión, ralentizan exasperantemente la salida de los presos. De ETA, claro. Esto último no lo dice, pero es un dato importante. Por último, también se arroga la opinión mayoritaria de las víctimas, las cuales solo piden “respaldo y reconocimiento”. Al final menciona una demanda mayoritaria de la sociedad (sic), que no es otra cosa que la salida de los presos de la banda cuanto antes.
Reconozco mi dificultad para poder tomar apuntes e intentar aportar otro punto de vista altamente alejado de las letras del Sr. Azkarraga. Son tantas las divergencias, que yo mismo dudo de que su manera y la mía de entender los derechos de las personas presas, los de las víctimas y los de la ciudadanía vasca, puedan habitar un lugar común de entendimiento. Y lo deseo fervientemente.
En efecto, la paz que nos debía ETA y que llegó 50 años y 853 personas asesinadas más tarde no cayó del cielo; fue una labor ardua de concienciación: la violencia era per se inadmisible, solo creaba dolor y angustia, reportaba odio y distancia entre todos nosotros y no tenía razón de ser. La justicia y la actuación eficaz y legal de las fuerzas de seguridad, el arrinconamiento político de su brazo, la calle con sus manifestaciones de rechazo… provocaron el descarrilamiento de la estrategia violenta. Y lo conseguimos entre todos, usted también, por supuesto. Muchos de nosotras y nosotros, exponiéndonos y recibiendo insultos, escupitajos y agresiones. Esa no era una zona de confort, Sr. Azkarraga, se lo aseguro. Nadie disfrutaba cada lunes en las concentraciones contra los secuestros; a muchos nos temblaban las piernas –ya de víspera– porque enfrente, un nutrido grupo de vociferantes mostraban su cara menos confortable y nos agredían, sin más. Esos también pedían amnistía osoa, como usted ahora. Ya; son otros tiempos y ahora no hay generadores de sufrimiento por ese lado, etabar. Pero es que usted está pidiendo que quienes asesinaron, por ejemplo, a Eduardo Puelles, no cumplan su sentencia ni resarzan a su viuda e hijos. Lo suyo era la cartera de Justicia, debería entenderlo bien.
Yo no me arrogo opinión alguna de nadie, y menos todavía de la sociedad vasca, ciudadanía plural, diversa y variopinta como pocas. Yo solo escucho a los colectivos afectados. Que yo haya oído y leído, las víctimas, tanto las de ETA como las de otros grupos terroristas o las de abusos policiales, todas ellas piden verdad, justicia y reparación. Usted no les debe escamotear lo de la verdad (que sepan quién y cómo fue el asesinato de su ser querido), la justicia debida (piense que hay cientos de casos sin resolver y la zozobra que ello provoca en ellas) y, por último, una reparación tanto social –cientos de ellas sufrieron padecimientos en silencio y sin ayuda sicológica– como económica. A ellas sí que las sacaron de su espacio de confort.
Exige usted acabar con las políticas de excepción y de discriminación hacia los presos de la banda. Vaya. Igual usted está discriminando al resto de presos de las cárceles vascas. Y con respecto a lo que usted se refiere, ¿no le parece que sería una auténtica política de excepción ignorar las sentencias y amnistiar a quienes violaron el derecho a la vida, ni siquiera han colaborado en esclarecer sus delitos, no han mostrado un mínimo arrepentimiento e, incluso, proclaman algunos la vuelta a las armas? ¿Eso le parece que es la demanda mayoritaria de la sociedad? Sabe usted que no; es difícil ser certero con la opinión de la sociedad vasca, insisto. Esta, según el Deustobarómetro, opina que ETA es tan del pasado que la preocupación por esta cuestión es casi nula. Lo que es una pena, porque hemos puesto el turbo al futuro sin haber aprendido bien la lección del pasado imperfecto de indicativo: esto de matar estuvo realmente mal.
Una apreciación final: recuerde por un instante la fábula del cerdo y la gallina, sobre quién ponía más en el posible negocio de un restaurante. Usted critica a gente por no haber puesto nada de su parte. Pero es que parte de esa gente que usted critica, precisamente, estuvieron durante años en las dianas de nuestras calles; lo pusieron todo sin querer ponerlo, no les pidieron permiso: los mataron, hasta 19 personas de ese partido. Es comprensible que no quieran jugar en su misma cancha, Sr. Azkarraga. Y bien lejos estoy de su ideología, pero antes de nada soy persona.
El autor es miembro de Gogoan por una memoria digna
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