La actividad del sector se dirige a añadir valor a la sociedad, y esta espera que rinda cuentas y se abra a la participación ciudadana
Artículo publicado en El Correo (28/01/2025)
Priorizar la competitividad’ sirve como titular del esperado Informe de Mario Dra ghi a la Comisión Europea para construir nuestra estrategia de futuro. Priorizar la productividad es imprescindible, dada la pérdida de competitividad europea frente a EE UU o China y la pérdida de posiciones en la revolución tecnológica, pero además productividad, competitividad y eficiencia están estrechamente unidas a cohesión social y cooperación entre personas.
En palabras de Draghi: «Si no mejora la productividad europea estamos forzados a elegir. No podremos convertirnos en líder en nuevas tecnologías, una referencia en responsabilidad ambiental y un partícipe independiente (…) y a la vez financiar nuestro modelo social (…). La única solución para superar este dilema es crecer y alcanzar mayor productividad, preservando así nuestros valores sociales de igualdad e inclusión».
Buscando mayor productividad y eficiencia, de la mano de cooperación y valor añadido en el trabajo de cada persona, venimos impulsando el Modelo inclusivo participativo de empresa-MIPE personas que hemos vivido dentro de las cooperativas de Mondragón una síntesis diferente de lo habitual entre competitividad y humanización de las empresas. Fue aprobado, por rara unanimidad, en los parlamentos navarro y vasco en 2018. Con la colaboración de Euskalit, lo concretamos en orientaciones, buenas prácticas, y posibles indicadores de seguimiento que sirvan como guía orientativa para su implantación en nuestras empresas. Ahora acabamos de desarrollar el MIPE para sociedades públicas. Está disponible en la web de Fundación Arizmendiarrieta.
Buscamos, también en las sociedades públicas, mejorar la competitividad de las organizaciones mediante la aplicación de valores y sistemas de gestión que favorecen la implicación de las personas, aumentando así la innovación y el éxito empresarial, a la vez que la satisfacción de las personas trabajadoras y el valor social generado.
Las empresas y sociedades públicas actúan en distintos sectores y cuentan con numerosas particularidades respecto a las empresas convencionales, pero la excelencia y la eficiencia en la provisión de su servicio es una prioridad, un componente fundamental de su propósito.
En su gestión y en su gobernanza es especialmente relevante la transparencia, y como consecuencia son también críticos los procesos de rendición de cuentas a la ciudadanía. Y para las personas trabajadoras, es también diferenciado el hecho de que los estándares de conducta de todas las personas de la organización deben coincidir con los principios y valores de la ética profesional pública.
Nuestra iniciativa ha tenido una respuesta muy positiva entre profesionales y personas directivas muy diversas, y han sido treinta las personas de sociedades públicas de muy distintos tamaños las que han participado en la elaboración de este modelo. Personas en servicios municipales o forales y en entes como EVE, SPRI o algunos de Osakidetza.
Las cuatro líneas de trabajo en las que propone avanzar este modelo para simultanear un incremento significativo en la eficacia y competitividad del servicio con una mejora en la satisfacción de las personas son:
1. Desarrollar prácticas de gestión y de cultura corporativa, basándolas en la confianza, transparencia, rendición de cuentas y cooperación, para su eficiencia, eficacia y sostenibilidad. Con un especial énfasis en los procesos de liderazgo participativo, comunicación e información, y en los de formación y desarrollo de las personas.
2. Formular un proyecto compartido por las personas responsables políticas, las directivas y el resto de las trabajadoras, y las usuarias y clientas, beneficioso a largo plazo para todos y todas, y en el que se dé prioridad a la sostenibilidad y la aportación del proyecto colectivo sobre los intereses de cualquiera de estos grupos.
3. Implantar sistemas de gestión participativos, con procedimientos y herramientas adecuados, y que propicien la innovación y los cambios organizativos. Una organización inteligente, que aprende a aprender, reduce los condicionantes jerárquicos y consulta sistemáticamente a la plantilla y a su clientela para conocer su satisfacción.
4. Avanzar en el compromiso social de la empresa pública, lo cual forma parte de la esencia del sector público, ya que su actividad se dirige a añadir valor a la sociedad. Sociedad que espera que rinda cuentas de su actividad, y que se abra a la participación ciudadana.
Porque priorizar la competitividad, siguiendo a Draghi, nos afecta a todos y a todas, personas individuales y empresas de todo tipo.
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