“Emprender es un aprendizaje continuo”

“Emprender es un aprendizaje continuo”

Maite Mateo nos abre las puertas y nos cuenta como está siendo su experiencia en la incubadora de Innogune

El largo camino empezó hace casi tres años para Maite Mateo.  Después de haber trabajado casi 20 años en el sector del turismo, Maite decidió emprender y crear su propia empresa. Con la ayuda de los compañeros de Innogune decidió ponerle su nombre personal a la empresa que iba a crear. 

Maite Mateo Emprendimiento
Donostia. Maite Mateo trabajando en las instalaciones de Innogune

Maite Mateo se dedica a la asesoría comercial de hoteles independientes y familiares que en su gran mayoría carecen de experiencia y conocimiento en el sector. Como ella diría: “mi cometido es orientarles en su actividad tanto desde ese estudio previo de mercado y de competencia, como sobre la estrategia comercial a seguir con el fin de lograr un buen posicionamiento en el mercado”. En estos últimos tres años Maite ha realizado numerosos proyectos de alto prestigio. Hotel Zerupe, El Hotel Arima y el Hotel Arrizul Congress, todos ellos premiados recientemente en sus diferentes áreas de innovación: medioambiental, arquitectónica y responsabilidad social.

Ahora mismo se encuentra involucrada en un nuevo proyecto en Navarra, se trata del resort rural IrriSarri Land (Igantzi). Está siendo partícipe de la creación de un nuevo producto para empresas de cara a trabajar y reforzar los equipos de las empresas, se trata de IrriSarri Business Land. Además de estar a la espera de un nuevo proyecto hotelero que promete ser muy innovador.

– ¿Cómo afrontas los retos diarios?

–  Con mucha ilusión y constancia en mi trabajo.

– Siempre hay alguna cualidad que hace pensar que un proyecto ha sido exitoso.  ¿Cuál sería en el caso de Maite Mateo?

– Creo que el éxito puede tener un significado diferente para cada persona. En mi caso, el éxito está en sentirse satisfecha con el trabajo realizado, por el proyecto que luchas, y tener ilusión diariamente. En cuanto a las cualidades, pienso que en mi caso es que trasmito credibilidad y confianza a mis clientes por mi larga experiencia en el sector.

– Supongo que en este largo camino te has encontrado con numerosos obstáculos.

– Sí , como se suele decir lo que no te mata te hace más fuerte. Me he encontrado muchos de hecho, uno de los proyectos sobre el que más esfuerzo volqué me falló al año de empezar cuando el contrato era por tres años. Pero muchas veces esos obstáculos te abren nuevas puertas que sin ellos no hubieran aparecido.

– En tu caso, ¿Cuándo termina la formación?

– Nunca acaba. Sobre todo, en el sector en el que me encuentro. Hay que estar todo el día reciclándose. Además, en mi caso, me considero una persona curiosa por naturaleza y cuando eres curiosa, tienes la necesidad de aprender y observar a la gente en su trabajo, lo cual, te enseña muchas cosas y te enriquece culturalmente. El día a día es un aprendizaje continuo y constante.

– ¿Siempre quisiste emprender y ser dueña de un proyecto innovador o fue algo casual?

– En mi caso no, fue totalmente casual, nunca tuve nada planeado. Es verdad que siempre me he involucrado mucho en los trabajos que he realizado, aunque no fuesen mis propios negocios, y cuando uno se involucra tanto crea una base. Pero lo mío fue casual y circunstancial. Lo decidí después de un giro laboral. Me ofrecieron un traslado de trabajo a Madrid o Mallorca y como aquello no coincidía con mi proyecto de vida, tuve que rechazarlo. La gente más cercana me apoyo y decidí crear mi propio negocio. Sentía que podía realizarlo y que tenía suficiente apoyo para ello.

– Llevas ya un tiempo en la incubadora de emprendedores de la Universidad de Deusto (Innogune) ¿en qué te ha podido ayudar?

– En mucho. Tener unas oficinas como las que tenemos es un lujo. Dispongo de un espacio para trabajar cómodamente y con muchas facilidades de alto nivel. Por otro lado, al tener estudiantes de turismo cursando el grado en la propia Universidad , tengo el privilegio de tenerles en prácticas. Estudiantes con perfiles muy distintos de los que aprendo mucho. Así mismo, puntualmente intervengo en temas del Grado de Turismo, bien realizando alguna ponencia, pudiendo participar en la mejora del grado al mismo tiempo que tomando parte como empresa en la formación dual. También destacaría el aprendizaje que conlleva trabajar en un Coworking, con perfiles tan diversos

que te enriquecen y te aportan mucho. Y cabe hacer mención así mismo, a las sinergias que se crean entre nosotros.

– ¿Es difícil emprender o hay aspectos (burocráticos, guberna- mentales, etc.) que lo dificultan?

-Yo separaría dos aspectos. Por un lado, está el tema burocrático. En mi opinión, hay una desinformación de apoyos institucionales. No sé dónde se pierde la información o hasta dónde llega, porque hay muchas oportunidades y apoyos. Al mismo tiempo, es verdad que mucha gente no hace el esfuerzo de recopilar información sobre ello.

Y por otro lado, está el perfil de la persona. Yo creo que no todos tienen un perfil para emprender. Hay mucha gente que no asume riesgos, que es muy “segurola” y le gusta estar en su zona de confort. Por lo tanto, las personas que tienen este perfil lo tendrán más difícil, porque al final, emprender es un riesgo diario. No tienes estabilidad. Por ello, la persona que emprende debe asumir riesgos.

– Entonces, en tu opinión ¿Son más importantes las actitudes que las aptitudes?

– Lógicamente debe ser una mezcla de las dos, porque creo que para que un proyecto salga adelante y llegue a puerto, necesita que haya constancia, más que la idea sea innovadora o esté muy bien pensada.

– ¿Cómo crees que se puede impulsar que los jóvenes de nuestro entorno emprendan y monten sus propias start-ups innovadores?

– Muchas veces cuando finalizamos nuestros estudios y damos un paso para elegir nuestra carrera profesional, somos muy jóvenes y no tenemos nada definido, no sabemos lo que hacer, no sabemos cuál es el sector que nos gusta, etc. Entonces, en mi opinión, una de las cosas fundamentales para emprender es saber lo que le mueve a cada uno por dentro, identificar sus ambiciones, aficiones y puntos potenciales. Los jóvenes para emprender tienen que saber qué es lo que les gusta y en que tienen un potencial oculto.

Por otro lado, como pasa en los mayores, los jóvenes tienen una falta de información sobre las ayudas institucionales y gubernamentales que existen. Hay planes específicos para que los jóvenes emprendan: incubadoras, centros, universidades, etc. pero mucho de los jóvenes no conocen estos apoyos.

– Por último, ¿dónde te gustaría ver tu proyecto dentro de 5 años?

– Lógicamente más consolidado. En estos tres años he tenido momentos difíciles y como persona emprendedora me gustaría verlo más consolidado y estable. Además, me gustaría centrarme y meterme más en proyectos como el que estoy desarrollando en Igantzi. Proyectos que estén enfocados en las personas, dado que son el motor de una empresa. Las personas son las que diferencian a la empresa, haciéndolas más competitivas sobre el resto. Y por supuesto, me encantaría poder seguir trabajando con personas de diversidad funcional, son muy enriquecedoras y su actitud es un gran ejemplo a seguir.

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