“No fuimos conscientes de que el reto podía tener consecuencias más globales en la sociedad”

Josi Roig nos cuenta como ha sido su experiencia en los primeros pasos fundación de Bat Bi ta Hiru y lo que espera cumpla esta startup innovadora en el futuro

En enero 2019 se funda una empresa llamada Bat Bi ta Hiru. Todo empezó en el cuadragésimo cumpleaños de Josi Roig, que al ser una fecha señalada quiso celebrarlo de una forma distintas a la que solía celebrarlo. La intención de Josi era realizar algo diferente a la clásica celebración de cumpleaños en una sociedad gastronómica a la que estaba acostumbrada. Josi Roig Fàbregas, una catalana residente en Orio por más de ocho años decidió conocer la tradición del pueblo en el que vive. Para ello, realizo distintas solicitudes al ayuntamiento y al club de remo y en un día de pintxo-pote en Orio, Josi se encontró con un miembro de la junta directiva del club de remo. Este le informó de cómo funcionaban las traineras y de los requisitos que debía de cumplir para realizar aquel reto que tenía en mente. El miembro de la junta le indicó que aquello que Josi tenía en mente no se consideraba o se concebía como un reto en Euskadi y le propuso a reunir 25 mujeres y realizar un trayecto Orio-Bilbao en menos de un año. Josi en el periodo indicado reunió a 43 mujeres y gracias al trabajo en equipo 32 mujeres realizaron en trayecto Orio-Bilbao y vuelta superando con creces el reto inicial que se había planteado para celebrar su cuadragésimo cumpleaños.

De esta manera nació la esencia o filosofía que lleva adelante hoy en día Bat Bi ta Hiru.
Actualmente esta innovadora start-up está especializada en el diseño de procesos participativos en forma de reto. Estos retos son diseñados para los usuarios o participantes del reto del cliente, es decir, el reto que diseña Bat Bi ta Hiru tiene como participantes los usuarios del cliente de Bat Bi ta Hiru.

Esta empresa se dirige principalmente a aquellas entidades públicas o privadas que deseen conseguir un cambio determinado en un grupo de personas especificas de la sociedad . Hasta el momento entre los clientes de Bat Bi ta Hiru se encuentran organismos y empresas como el gobierno de Cantabria, el ayuntamiento de Irún, la Universidad del País Vasco (UPV), Helduen Hitza o Kaïoa entre otros.

Actualmente, Bat Bi ta Hiru está formado por cinco socias, tres de ellas en activo y otras dos socias más enfocadas al área estratégica de la empresa. Josi Roig Fàbregas, Ibone Arreche Eriz, Maite Aperribay Sorozabal, Maria Berenice, Elorja Martija y Nere Zubillaga son los miembros que conforman la plantilla de esta start-up innovadora y social.
Algunas de ellas ya eran amigas antes de que surgiera el proyecto de Bat Bi ta Hiru, por lo que las relaciones y confianza son muy fuertes en el grupo.

Actualmente, Josi tiene como función el acompañamiento de clientes en el proceso de diseño del reto. Los retos pueden ser de dos tipos. En primer lugar, Bat Bi ta Hiru puede diseñar un reto ajustado a las características, necesidades o plan estratégico de su cliente. Por otro lado, algunas veces los clientes no saben muy bien lo que quieren, aunque tengan claro que desean producir un cambio determinado en una parte de la sociedad. Sea el que sea el caso, Bat Bi ta Hiru necesita información y especificaciones para diseñar el reto que se implementará. Josi en el día a día está en continuo contacto con los clientes, recabando información y detalles. Asimismo, Josi junto a sus compañeras diseña el proceso participativo del reto.

– ¿Qué planes tenéis en marcha actualmente?

Actualmente, queremos seguir dándonos a conocer más en el mercado guipuzcoano. Para ello, estamos realizando distintas actividades. Por ejemplo, hemos ofrecido y presentando nuestros servicios a todos y cada uno de los ayuntamientos de Gipuzkoa y algunas de las empresas del entorno. Nuestro objetivo es seguir con este tipo de presentaciones.
Por otro lado, queremos conseguir más proyectos. Actualmente tenemos tres proyectos en marcha, pero queremos que sean más. Al mismo tiempo, queremos que los proyectos que llevemos adelante cumplan con las exigencias y estándares de calidad que nos autoimponemos en Bat Bi ta Hiru, ya que queremos ser un referente de calidad.

Por último, también tenemos como objetivo demostrar que con la innovación social como herramienta podemos conseguir el bienestar en la ciudadanía, entendiendo como ciudadanía tanto en el ámbito público como en el privado. Algunas veces la innovación social parece ser un concepto un tanto “marciano”, pero no lo es. Con la innovación social se consiguen muy buenos resultados en la sociedad.

– ¿Cómo afrontáis esos retos diarios?

La manera de afrontarlo es siempre compleja, pero con constancia y muchas ganas de sacar adelante el proyecto o los distintos objetivos se consigue todo. Algunas veces estamos las 24 horas del día pendiente de lo que pasa en la empresa. En muchas ocasiones, las preocupaciones también se reflejan en los sueños o en los momentos de relajación en nuestras casas. Por otro lado, también se necesita un poco de alegría, cariño o pasión por el trabajo que realizamos diariamente. Es importante estar motivada a la hora de trabajar porque solo así salen los proyectos adelante. Asimismo, es el único modo para dar la calidad que nos exigimos a nosotras mismas al proyecto. Para resumir, diría que la constancia y emoción son necesarias para afrontar el trabajo diario.

Has estudiado antropología en la EHU-UPV y posees experiencia con jóvenes en peligro
de exclusión social, como maestra de educación primaria, directora de proyectos en
Prosumerlab y en antropología aplicada en la empresa Farapi ¿Cómo te ha podido ayudar tu conocimiento en dicha materia? ¿Cómo te ha ayudado tu experiencia laboral?

Me han ayudado muchísimo. Como has dicho, estudie antropología social y cultural. Cuando lo termine, la primera oportunidad laboral en el ámbito de la antropología me vino a mano de Farapi. En esta empresa aprendí muchísimo, ya que Begoña Pecharromán me ayudo a entender cuál era y es mi rol como trabajadora más haya que como persona o mujer en una empresa. En Prosumerlab, me ayudo a conocer cómo eran los grandes proyectos públicos y a cómo debía de ser la gestión de estos. En esta empresa, también aprendí la función de secretaria técnica. Estos conocimientos han sido muy útiles a lo largo de mi vida profesional. En el caso de Manahmana, fue mi anteproyecto a lo que es hoy en día Bat Bi ta Hiru en cuanto lo que significa emprender y esforzarse por un proyecto.

-¿Qué es la salud transformadora?

Es un concepto o idea que hemos construido en Bat Bi ta Hiru. La salud transformadora se sustenta en cuatro patas o ramas principales: salud social, salud emocional, salud psicológica y salud física. Entendemos que, si estas cuatro patas están sanas en una persona, el individuo gozará de una buena calidad de vida y estará completa en muchos ámbitos de su entorno.

-¿Cómo haceis para que los retos sean innovadores, aunque os tengáis que ajustar
a las características y necesidades de vuestros clientes?

Tiene que ser algo sorprendente, algo totalmente innovador. El reto diseñado debe hacer soñar, pensar, sonreír y actuar a las personas que lo vayan a realizar. Cuando el reto que diseñemos sea lo más distinto posible a lo convencional o a lo que el mercado este acostumbrado, obtendremos un reto innovador y rompedor. Al mismo tiempo, no nos debemos olvidar que el reto debe de cumplir otras características además de ser innovador. Mínimamente debe de cumplir todas las patas de la salud transformador y, en el caso de que el cliente nos especifique otras características o necesidades, deberemos tenerlas en cuenta a la hora de diseñar el reto. Debemos tener en cuenta muchas condiciones, características y necesidades a la hora de diseñar. Esto complica algunas veces el trabajo, pero por lo general, diseñar un reto innovador es algo que tenemos interiorizado todas las personas que trabajamos en Bat Bi ta Hiru.

– A diferencia de otras empresas, Bat Bi ta Hiru ofrece y diseña retos para crear un cambio en nuestra sociedad, ¿Crees que las empresas y/o gobiernos actuales piensan poco en la sociedad y en los individuos que la conforman?

Creo que todas las entidades públicas como privadas debemos de enfocarnos en la empatía. Es muy importante ponerse en el lugar de otro y entender una realidad que no es visible a primera vista. Cuando el gobierno está diseñando una nueva ley, cuando una empresa realiza modificaciones de plantilla, cuando en Bat Bi ta Hiru diseñamos procesos participativos que involucren a personas, etc. debemos de pensar cómo puede afectar estas acciones a terceros y eliminar o minimizar los efectos negativos que estos puedan sufrir. Para hacer esto, la empatía y otras habilidades sociales son muy necesarias y útiles. En mi caso, no creo que las empresas o el gobierno piensen poco en la sociedad, sino no que no tienen tiempo o no pueden empatizar con las personas o colectivos. Creo que a la sociedad en general le falta empatizar.

-Os habéis especificado en los retos dirigido a personas mayores de 50 años ¿están estas personas excluidas o en peligro de ello en la sociedad de hoy en día?

Inicialmente teníamos dos líneas diferencias y una de ellas era para las personas de más de 50 años. A la medida que hemos ido avanzando en la empresa, los proveedores y clientes nos han hecho cambiar de perspectiva. Ahora ya no hablamos de edades sino de ciclos vitales, ya que una persona de 50 años puede tener un estilo de vida muy activa y asemejarse a una persona de 30 años, y viceversa. Por lo tanto, nos hemos dado cuenta de que la edad no es un factor común cuando nos dirigimos a un segmento poblacional, se necesitan más factores o criterios.

Por otro lado, no es que estas personas están excluidas en la sociedad actual, sino que es un segmento poblacional que ira en alza en los siguientes años. La diputación y otras instituciones gubernamentales tienen planes específicos para que estas personas no se queden excluidas. Prevemos, y mucha gente lo sabe, que se está dando la pirámide invertida, por lo que la media de edad de la población está subiendo en los últimos años. Nuestro objetivo es ofrecerles un servicio a este grupo poblacional, es decir un reto, haciendo que este grupo de se mantenga activa y cumpla todas las características o patas de la salud transformadora.

-Además de lo anterior, los retos también buscan crear lazos, relaciones y sentimientos de pertenencia a una comunidad ¿Son estas algunas de las cosas que hemos ido perdiendo en los últimos años?

En esta cuestión se unen varios factores distintos. Cuando hablamos de redes sociales normalmente nuestras mentes suelen relacionarlo con los aplicaciones o sistemas virtuales de conexión que utilizamos hoy en día para comunicarnos. Debemos recordar que este fenómeno tecnológico es nuevo, ya existían redes sociales no tecnológicas antes de ellos. En Bat Bi ta Hiru creemos que estas redes de comunicación se están perdiendo y nuestra intención es impulsarlas y promocionarlas. Creemos que actualmente disponemos de pocos espacios donde podemos juntarnos, hablar, aprender, relacionarnos, etc. y estos son necesarios para crear relaciones entre personas y grupos de individuos. El sentimiento de pertenencia se crea formando grupos y relacionando estos con otros con características similares para convertirlos en unos mayores.

– Siempre hay alguna característica que hace pensar que un proyecto va a ser exitoso. ¿Cuál ha sido en el caso de Bat Bi ta Hiru?

Desde mi punto de vista, ha habido más de un factor o característica en Bat Bi ta Hiru.
En primer lugar, la cercanía. Cuando un cliente acude a nosotras para solicitar nuestros servicios le recibimos con los brazos abiertos. Además, en el proceso de diseño, planificación y realización del reto siempre tenemos una comunicación constante y cercana con el cliente, lo que hace el trabajo más fácil y que consigamos un resultado mejor.

Por otro lado, esta nuestro amor hacia las personas. Los usuarios y usuarias de nuestros retos son nuestra razón de ser, es decir, es lo que amamos y para lo que diseñamos el reto, para cambiar algo en la vida de las personas y la sociedad. Al final todo nuestro esfuerzo, los procesos de diseño y objetivo están pensados en estas personas, por lo que nos centramos mucho en las personas que serán protagonistas en nuestro reto. Por ejemplo, actualmente no concedimos la idea de diseñar un reto sin saber para quien o quienes está dirigido, es algo para cual no estaríamos preparados.

Por último, tendríamos la innovación. Nuestros retos son muy innovadores y esto hace que sean muy atractivos para nuestros clientes y usuarios. Creamos cambios en la sociedad con acciones deslumbrantes.

-Habéis empezado en la incubadora de emprendedores de la Universidad de Deusto. ¿En qué te ha podido ayudar?

Nos ha ayudado muchísimo. Diferenciaría dos aspectos principales: la ubicación y las relaciones. En primer lugar, es muy importante que una empresa tenga un despacho o espacio para poder trabajar y reunirse con los clientes. Además, si este sitio se encuentra en la universidad, le da mucho prestigio a la empresa. Por otro lado, están las relaciones. Al estar rodeado y cerca de otras empresas que están empezando, se hacen muchas conexiones y nos ayudamos mutuamente. Además, se crean sinergias y un sentimiento de pertenencia al grupo. En Innogune se crea un ambiente de creatividad e innovación inmejorable. Estamos muy agradecidas a Innogune y a la Universidad de Deusto. Esto hará que siempre nos acordemos de nuestra experiencia aquí, esperamos que sea larga y lo más fructífera posible.

-¿Cuáles crees que son las actitudes que te han ayudado a ir hacia delante en este
duro camino?

El inconformismo por las cosas del entrono creo que ha sido importante. El inconformismo por algo te hace reflexionar y pensar en cómo cambiar algo para llegar a una situación mejor. Por otro lado, suelo decir que en el equipo somos muy insistentes y resistentes en los objetivos que deseamos cumplir, aunque no sea siempre posible. La constancia y el esfuerzo diario son necesario para sacar una empresa adelante. En Bat Bi
ta Hiru hemos tenido que utilizar todo estas actitudes, como en cualquier otro proyecto, para ir progresando. Hay que trabajar duro si se quieren conseguir resultados.

-¿Siempre has tenido la ambición emprender o fue algo casual?

Siempre he tenido una cierta ambición o ganas por crear y emprender. En mi caso, vengo de una familia de emprendedores, sobre todo por parte de mujeres. Tanto mi padre, abuela como bisabuela fueron emprendedores. No creo que fuese algo casual. Cuando hay tantas personas cercanas que han emprendido lo ves normal y, a diferencia de otras personas, pierdes el miedo a crear tu propio negocio.

-¿Se necesita alguna cualidad específica para emprender?

Sí, se necesitan muchas. Se debe dejar a un lado los miedos que uno pose y ser valiente hasta en las situaciones más difíciles. Una persona debe saber cuáles son sus puntos fuertes y en cuales flojea, es decir, se debe saber lo que se tiene. Creo que es muy importante entender el fracaso como algo positivo, algo del que se puede aprender y salir siendo más fuerte. Un emprendedor debe de saber gestionar los sentimientos de una forma adecuada, emprender es difícil y hay días buenos y días malos.

Uno de los retos más famosos fue cuando organizasteis el reto en trainera Orio-Bilbao y vuelta con un grupo de mujeres de unos 40 años. ¿Cómo os sentisteis cuando un reto diseñado por vosotras fue noticia de porta de prensa y muy anunciado en la televisión?

Nos sentimos muy satisfechas. Nos sorprendió gratamente el impacto que tuvo en la sociedad y en los medios. No nos lo esperábamos para nada. Al principio no asimilábamos lo que estaba pasando. No éramos conscientes de que con aquel reto estábamos demostrando que las mujeres que habían dejado de hacer deporte o que nunca lo habían practicado podían hacer un acto de semejante magnitud. No fuimos conscientes de que el reto podía tener consecuencias más globales en la sociedad.
Empezamos a ser más conscientes del fenómeno que nos estaba rodeando cuando nos empezaron a llamar mujeres de distintos pueblos porque querían participar en el reto o realizar un reto similar en sus pueblos. Cuando nos llamaban nos sentíamos muy orgullosas del trabajo realizado.

Por último ¿Dónde te gustaría ver a Bat Bi ta Hiru en un periodo de 5 años?

A mí personalmente me gustaría que Bat Bi ta Hiru sea referente en varias comunidades autónomas de la creación, diseño e implementación de retos con sentido. Me gustaría crecer y expandirnos por el territorio. Creo que una de las metas sería que cuando un grupo de personas que desee realizar un reto para cambiar el entorno y pensase en acudir a alguien, pensaran en Bat Bi ta Hiru y que se pusieran en contacto con nosotros. Muchas veces nuestros clientes saben que necesitan influir sobre un grupo de personas específicas, necesitan asesoramiento, nuestros servicios para poder llegar al grupo y buscar los efectos concretos. Creo que hay muchas cosas que cambiar en nuestro entorno y pienso que Bat Bi ta Hiru tiene un reto para todos ellos.

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