La sostenibilidad está de moda también en estrategia

Autora: INMACULADA FREIJE

No hay informe anual de 2021 que no hable de sostenibilidad, la sostenibilidad está en la agenda. Ha pasado del último lugar, cuando casi se decía en bajito, a estar en un lugar preferente. Inditex se presenta como “totalmente integrada, digital y sostenible”. En la web de CIE Automotive, después de quiénes somos y qué hacemos, aparece el compromiso ASG (incluso antes de innovación). No es un fenómeno nuevo. En los 80 incluso se incorporó la contabilidad social a las grandes empresa, en los 90 la triple cuenta de resultados, pero siempre iba perdiendo fuelle. ¿Es esta vez un fenómeno transformador y duradero?, ¿tiene sentido desde la perspectiva de la estrategia?.

Una estrategia es un camino para conseguir un objetivo. No es el fin en sí misma. Es sólo el camino. Sin embargo, muchas veces, obsesionados con el camino, perdemos de vista lo que buscamos, el destino. Por ejemplo, consideremos la diferencia entre la misión y la visión. La visión establece dónde queremos estar en el futuro. La misión es la razón de ser, lo que define los objetivos fundamentales de la empresa. Algunas empresas establecen que su visión es crecer, internacionalizarse, ser líderes en un producto o servicio, o en un segmento del mercado o área geográfica, … Y esto, a menudo, se termina confundiendo con la misión, la razón de ser, la definición de los objetivos últimos de la empresa. El tamaño, la internacionalización o la posición en el mercado son solamente los caminos para conseguir los auténticos objetivos de la empresa, sus finalidades, su razón de ser. El propósito estratégico debe responder a la pregunta: ¿para qué vive la empresa?.

No hay una sola respuesta a esta pregunta. Hay diferentes formas de entender la empresa, como cualquier otra estructura social o proyecto. Desde los planteamientos más  liberalistas, que dejando a los Estados la responsabilidad de fijar los límites, consideran que las empresas privadas están para crear riqueza a sus socios; hasta planteamientos más humanistas, que ven la empresa como un vehículo para que los diferentes partícipes sociales, grupos de interés o stakeholders consigan sus propios objetivos, no limitándose solo a la dimensión capitalista.

En estrategia, la búsqueda de la sostenibilidad de la empresa en el largo plazo, nos lleva a considerar los efectos en los diferentes implicados en el proyecto. Dejando aparte el punto de vista ético, del deber ser. Si queremos mantener la empresa con vida en el largo plazo debemos mantener un cierto equilibrio de los diferentes grupos de interés.

Quizá algo exageradamente, Mercadona manifiesta que “lleva años impulsando y promoviendo la pasión por la excelencia para satisfacer todos los días, y con la misma intensidad, a los cinco componentes de la empresa: “El Jefe” (cliente), El Trabajador, El Proveedor, La Sociedad y El Capital.”

En general, es más práctico buscar la suma que la división. Además de más humano.  Como se divulga en Sapiens de Harari, la razón fundamental del desarrollo del homosapiens respecto a otras especies de homo es su capacidad social para sumar fuerzas de manera flexible y masiva, con un gran número de individuos desconocidos. Por su parte, la teoría de juegos se ha utilizado para demostrar el mayor interés para el conjunto de la colaboración frente a la confrontación.

De manera similar, en estrategia, se considera necesario tener en cuenta a los implicados en el proyecto empresarial para conseguir los resultados. Una empresa no sale adelante sólo con capital, se necesitan trabajadores, proveedores de muchos tipos, clientes, un entorno seguro, etc.  La sostenibilidad del proyecto en el tiempo requiere el apoyo, y para ello, el interés, de los implicados.

Pero esto, que es cierto como conjunto, no impide que se produzcan multitud de conflictos individuales en las decisiones particulares. Y que enfrentan a las empresas a importantes dilemas éticos y de gestión.

Un caso claro: debemos abandonar un negocio para evitar que se convierta en un lastre que termine hundiendo al conjunto de la empresa. Es muy duro pero, a menudo, no hacerlo tendrá consecuencias nefastas para un conjunto de personas mucho más amplio.

La gran diferencia estará en que al hacerlo, podemos buscar minimizar las consecuencias de la decisión, los costes de arrastre, o no. Podemos tener un estilo de dirección más humanista, que es el que intentamos potenciar en esta universidad.  O, por el contrario, considerarlo simplemente como desagradables efectos colaterales.

Las empresas tienen una privilegiada posición para afrontar los retos de la humanidad como la ecología o la justicia social. Si todo queda en manos de los estados, las posibilidades se reducirán tremendamente. La creación de valor compartido multiplica la creación de valor y su distribución. Si las empresas encuentran negocio en la ecología, la innovación se enfoca en esas áreas. Los ciudadanos y su sensibilidad frente a los problemas medioambientales mueven las preocupaciones de los políticos y gobernantes y, por ende, las de las empresas. Y así, todos salimos ganando. Algunos lo consideran espurio, falso, y en algunos casos, lo será, como la preocupación por los clientes o por la ecología. Pero colectivamente suma, interesa a todos.

El 30% de los flujos que se dirigen a renta variable mundial en este momento es ASG o ESG-inversión sostenible. La razón no está en que los inversores son más comprometidos socialmente (aunque algunos lógicamente lo serán). Lo que ha cambiado más claramente es la conciencia del problema medioambiental que nuestra economía y forma de vida han generado y de la urgencia de darle una respuesta. Las decisiones de los ciudadanos y de los gobernantes impactan en los mercados (tanto de productos y servicios como de capitales), generando un círculo virtuoso. Si mantiene su impulso la transformación será notable.

19 respuestas a «La sostenibilidad está de moda también en estrategia»

  1. Excelente entrada al blog y muy pertinente, porque nos afecta como ciudadanos, como consumidores, como gobernantes y como dirigentes.
    La estrategia de la empresa puede integrar la sostenibilidad y el cumplimiento de fines sociales de múltiples formas, y en diferentes etapas del proceso de definición de la estrategia:
    – como una tendencia del entorno Político-Legal que cada vez crearán más obligaciones, normas y límites de actuación. La empresa, los podrá integrar de forma defensiva – para ir preparándose para ello- o de forma proactiva -para identificar qué nuevos productos, servicios y negocios emergerán en el futuro. Es el ejemplo de la diversificación de compañías de energías fósiles al ámbito de las energías renovables y limpias.
    – como unos valores del entorno social que cada vez más y más consumidores van a aplicar en sus decisiones de compra (o de «no compra»…). De nuevo aparece como una variable externa -social o de comportamiento de los clientes- que cualquier empresa deberá considerar en su estrategia. La consideración de este tipo de consumidores se ve claramente en las principales compañías de «moda rápida», que pasan a promover una forma de consumo más lento y consciente, o que nos quitan los remordimientos enfatizando el uso materias primas recicladas, con bajo consumo de recursos naturales.
    – pero la sostenibilidad y los objetivos sociales también pueden venir desde dentro, y ser parte de los objetivos que los propios accionistas piden a sus empresas al invertir en ellas, pidiendo que constituyan un eje básico de su misión: las empresas son criaturas creadas por nosotros como humanos, y nuestra humanidad nos pide tener un planeta verde, hermoso y habitable: una riqueza y un legado a nuestros sucesores muy superior a puros bienes materiales y consumibles que no nos hacen soñar. Elon Musk, el declarado como hombre más rico del planeta, no deja de insistir en que todos sus negocios y empresas deben hacer más sostenible nuestra vida en la Tierra, y no parece que eso disminuya su capacidad de generar riqueza e innovación. El dato de que el 30% de la renta variable se orienta ya hacia empresas que incorporan esta perspectiva muestra que Elon Musk no es una excepción, y que para un 30% de los inversores la sostenibilidad no es negociable.
    Me pregunto si cuantificando los costes ecológicos y humanos generados por actuaciones empresariales no sostenibles, habría entre ellas alguna empresas realmente rentable.
    Otro motivo más para pensar que más que una moda, estamos ante un cambio de fondo, necesario, e imprescindible para nuestra supervivencia futura en condiciones humanas.

  2. Un tema interesante del que hablar hoy en día debido a la situación extrema en la que estamos viviendo. Esta claro que las empresas trabajan por y para los clientes, y que estamos siendo cada vez más conscientes de lo que está ocurriendo en nuestro planeta, a causa de grandes catástrofes naturales y situaciones inusuales que estamos viviendo durante estos últimos años. Estoy de acuerdo en cuanto a que para poder mejorar la situación del ecosistema es esencial poner límites y regulaciones a las empresas, debido que estas son las que más contaminación generan. Hoy en día gracias a avances tecnológicos y biológicos se ha sabido crear fuentes de energía naturales y limpias, las cuales no causan daño, el único problema es el coste de estás, el cual suele ser más alto que las fósiles. No obstante, creo que hay que hacer el esfuerzo por cambiar la forma de trabajar de la industria para poder crear un futuro mejor para todos. Si se modifica la forma de trabajo, no solo será mejor para el planeta, sino también para nosotros, ya que, se ha demostrado que las consecuencias de la contaminación puede crear estragos en nuestra salud.

    Desde mi punto de vista es verdad que cada esfuerzo que haga cada empresa supondrá un cambio, aun así opino que esto debería ir más allá y que los gobernantes deberían comprometerse también al cambio.

  3. Respecto al tema de la integración voluntaria de Objetivos de Desarrollo Humano y Sostenibilidad, hemos visto que el balance global arroja un empeoramiento de -44,72 puntos, aunque la mayoría de las empresas haya mejorado su impacto sobre el ambiente o sobre el empleo. Creo que, desgraciadamente, este resultado es debido al hecho que no habían obligaciones para las empresas en materia de adopción de ODS. En consecuencia, es fisiologico que no todas las empresas sean dispuestas a hacerlo. Ademas de las obligaciones, lo que falta en el modelo son limites y niveles mínimos de, por ejemplo, consumo de energía no renovable, así que básicamente las empresas pueden ignorar la opción de integrar ODS.
    Creo que, en la vida real, se pueden ver cada vez más pasos adelante hacía la integración de ODS. Desgraciadamente, creo que la mayoría de las empresas hoy en día no es muy preocupada por el ambiente y la condición de los trabajadores, sino es preocupada por otras múltiples cosas: la imagen de la empresa, la opinión pública, evitar escándalos y turnover de los dependientes, evitar costes judiciales…
    Sin embargo, a medida que nuestra generación entra en el mundo laboral y sobre todo en posiciones gerenciales, pienso que vamos a ver muchos progresos en este sentido, así que va a ser normal no solo respetar niveles mínimos, sino también hacer mucho más para nuestro planeta y los trabajadores.

  4. En cuanto a la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en la simulación de decisiones estratégicas en la que hemos estado trabajando en clase durante las últimas semanas, se ha visto que el balance global se ha reducido en un -44,72%. Haciendo referencia a uno de los debates en el que participé, debatiendo si estas ODS deberían ser obligatorios o voluntarios, yo personalmente creo que estos resultados vienen de la no obligatoriedad de las ODS en las empresas, idea con la que coincido. En el caso de mi grupo y empresa, hemos tenido un incremento de ODS, pero tampoco demasiado grande. Es verdad que aunque su obligatoriedad no debería ser impuesta, todas las compañías deberían hacer un esfuerzo, por muy mínimo que sea, para la mejora de cada individuo y del mundo en el que vivimos.

  5. Aprovechando que tenemos comentarios de estudiantes mencionando lo ocurrido en clase, incluyo una breve descripción de cómo hemos trabajado los objetivos de Desarrollo Sostenible en la asignatura de Dirección Estratégica.

    En el modelo de simulación que utilizamos en esta asignatura, los estudiantes tienen que tomar decisiones estratégicas que aumenten el valor de la compañía. Este valor, NO DEPENDE de sus resultados de desarrollo sostenible; como en muchas empresas, la valoración de la compañía depende de el nivel de resultados en objetivos tales como cuota de mercado, rentabilidad, imagen de marca, endeudamiento…

    Tras debatir en clase cómo deberían incluirse los ODS’s en las empresas – y estar mayoritariamente de acuerdo en que lo ideal es hacerlo de manera voluntaria- decidí incluir en las 2 últimas decisiones un incentivo a su consideración por los equipos directivos, concediendo puntos adicionales por una evolución positiva en algunas variables relacionadas con el desarrollo sostenible. Estas variables se podían medir de forma objetiva, y son dependientes de las decisiones estratégicas adoptadas por las empresas, como a qué mercados venden, desde qué plantas productivas, con qué nivel de innovación y de precios.
    Las variables consideradas han sido las siguientes:
    – impacto en CO2 (a partir de los costes de transporte)
    – residuos generados (producto fabricado que ha habido que tirar por haber quedado obsoleto)
    – diseño de productos y plantas más sostenibles (en función de la inversión en innovación)
    – creación y cualificación de empleo
    – mejora de la calidad de vida de las personas por acceso a productos mejores y más baratos

    Pues bien, más de la mitad de los equipos directivos (13 sobre 25, mejoraron en estos objetivos, teniendo una puntuación positiva). Sin embargo, hubo 12 empresas que obtuvieron una puntuación negativa, siendo el resultado medio el que comentan los estudiantes en sus entradas anteriores: un empeoramiento de 44 puntos como media por empresa en lo que se refiere a ODS’s.

    Todo ello les ha permitido ver cómo la voluntariedad, o la incentivación positiva -sin sanciones negativas en nuestro caso- conduce a un nivel de avance insuficiente en ODS’s, y eso que estamos hablando de generaciones muy jóvenes y enormemente concienciadas por la incorporación de estos objetivos en las empresas.

    También hemos podido incluir en la dinámica de decisiones estratégicas qué hacer en relación al mercado ruso, aprovechando la situación internacional que estamos viviendo y las sanciones internacionales puestas por algunos países, generando a su vez la posibilidad de realizar procesos de negociación entre empresas de orígenes diferentes como son las que tienen sede en Europa UE, o EEUU y Canadá, con otras cuya sede se encuentra en India, China, o Rusia.

    Una muy buena ocasión de plantearse el necesario equilibrio entre las decisiones estratégicas y la fidelidad a los valores éticos y humanos de las sociedades en las que las empresas operan y hacen negocios.

  6. Estoy totalmente de acuerdo con vosotros/as. Como bien mencionó Olga ayer, hoy en día es imprescindible plantearse un equilibrio entre lo que es el resultado empresarial (el aspecto donde se ha puesto el foco tradicionalmente) y el impacto ético y humano que dicha empresa tiene en la sociedad (un tema que ha adquirido mucha importancia en los últimos años). Por lo tanto, mediante el modelo de simulación que hemos utilizado a lo largo de la asignatura se nos ha dado la oportunidad de tomar decisiones que, además de ser estratégicas y coherentes con nuestras empresas, tuvieran en cuenta los valores éticos y sociales. Olga ya ha explicado en detalle cómo lo hemos trabajado.

    Siguiendo el hilo del debate que ha surgido entre mis compañeros y compañeras, quisiera yo también posicionarme en cuanto a la imposición de las 17 ODS-s en el ámbito empresarial. Estoy muy de acuerdo con Chiara en que es indispensable establecer unos mínimos que las empresas hayan de cumplir para que el desarrollo económico vaya de la mano del bienestar inclusivo y sostenible (este es un concepto que el instituto vasco de competitividad Orkestra presenta).

    Desde mi punto de vista, debería ser obligatorio que las empresas se comprometieran un mínimo con la sociedad y el medioambiente. De hecho, como bien habéis mencionado en entradas anteriores, un claro ejemplo de lo que pasaría si fuera totalmente voluntario es lo que ha ocurrido en clase: en lo que a ODS-s se refiere, la media por empresa ha empeorado en 44 puntos.
    Concuerdo también con Chiara en que parece que, a medida que las nuevas generaciones vayan entrando en el mercado laboral, las empresas se comprometerán cada vez más con el cumplimiento de estos objetivos y con tener un impacto positivo en la sociedad. ¡Que así sea!

  7. Considero que este es un tema muy interesante y sobre todo muy importante debido a la grave situación vivida durante estos años. En mi opinión, el autor tiene razón al plantear que la sostenibilidad de la empresa es esencial para su supervivencia a largo plazo y que es necesario mantener un equilibrio entre los diferentes grupos de interés. También creo que las empresas tienen una gran responsabilidad en la búsqueda de soluciones para problemas sociales y ambientales. Sin embargo, creo que el autor no profundiza lo suficiente en el papel que deben tener las empresas en este sentido. Es importante que las empresas asuman un papel proactivo en la lucha contra el cambio climático y la desigualdad social, y no solo se limiten a hacer promesas o a realizar pequeñas acciones que no tienen un impacto real. Además, creo que es necesario que las empresas asuman su responsabilidad social y ambiental como parte de su estrategia empresarial, y no solo como una forma de mejorar su imagen pública o de cumplir con las exigencias de los consumidores o los reguladores. En resumen, creo que la sostenibilidad y la responsabilidad social deben ser parte integral de la estrategia empresarial y que las empresas tienen un papel fundamental en la búsqueda de soluciones a los problemas globales.

  8. La idea principal del ensayo es la creciente importancia de la sustentabilidad en los negocios y la planificación estratégica. Se menciona que la sustentabilidad ha pasado de una posición secundaria a una que se destaca en los informes anuales y planes de negocios, convirtiéndola en un componente crucial del éxito organizacional a largo plazo.
    La noticia también enfatiza la importancia de tener en cuenta a los múltiples grupos de interés en el proyecto empresarial para lograr resultados sostenibles, reconociendo la necesidad del apoyo de empleados, proveedores, clientes y la sociedad en general. La sostenibilidad del proyecto empresarial depende del mantenimiento del equilibrio entre estos grupos de interés.

  9. Me parece una noticia muy buena para el blog, ya que hoy en día la sostenibilidad es un tema que nos afecta a todos de diferentes maneras, no sólo en el ámbito empresarial, sino también como ciudadanos o consumidores. En la noticia se resalta el creciente enfoque en la sostenibilidad en la agenda empresarial, destacando cómo ha pasado de ser un tema relegado a un lugar preferente en las estrategias de las empresas. También se mencionan los dilemas éticos y de gestión que enfrentan las empresas, y yo personalmente estoy de acuerdo con lo que comenta sobre esto. Se resalta la posición privilegiada de las empresas para abordar desafíos como la ecología y la justicia social, y además destaca la creación de valor compartido y el crecimiento de la inversión sostenible. En general, en un contexto donde la conciencia medioambiental está en aumento, el texto presenta una visión positiva sobre la integración de la sostenibilidad en la estrategia empresarial y sus beneficios.

  10. Me parece una entrada muy oportuna al blog dada la situación actual que estamos viviendo desde hace unos años. Está claro que la sostenibilidad es algo que nos afecta a todos directamente tanto en el ámbito empresarial como en el personal, como consumidores o ciudadanos. En la noticia deja claro que la sostenibilidad desempeña un papel fundamental en el desarrollo de estrategias empresariales efectivas. Integrar consideraciones de sostenibilidad en la estrategia de una empresa puede generar beneficios tanto para la empresa como para el medio ambiente y la sociedad en general. La autora, quiere transmitir la importancia que tienen todos los implicados o stakeholders en un proyecto empresarial ya que son las personas o grupos que pueden verse afectados o pueden afectar la actividad y los resultados de la empresa. Esto me lleva a mencionar algo que también aparece en el texto. Se comenta que las empresas tiene una posición privilegiada para afrontar los problemas de la humanidad como la justicia social y esto es algo que me parece muy interesante ya que a medida que las empresas desempeñan un papel importante en la economía y en la sociedad en general, tienen la capacidad de influir y generar impactos significativos en diferentes áreas. Este es sin duda un aspecto muy importante a tener en cuenta.

    En definitiva, la sostenibilidad debe ser considerada como un elemento central en la estrategia empresarial. Integrar consideraciones de sostenibilidad en la toma de decisiones y en todas las áreas de la empresa puede contribuir a la rentabilidad a largo plazo, la creación de valor compartido y la construcción de una reputación sólida. Al mismo tiempo, las empresas pueden desempeñar un papel activo en abordar los desafíos sociales y ambientales que enfrenta el mundo.

  11. Hoy en día, la sostenibilidad es un aspecto esencial a tomar en cuenta a la hora de diseñar estrategias empresariales, por lo que la noticia me parece muy adecuada para el blog. Pienso que es necesario adoptar medidas y prácticas sostenibles en cada área de un negocio con el fin de que una estrategia sea tanto atractiva como exitosa a largo plazo. Sin lugar a dudas, las prácticas sostenibles son muy beneficiosas no solo para los trabajadores de una empresa, sino para el medioambiente y la sociedad en general. Relacionado con lo anterior, me parece imprescindible tomar en consideración los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible en el ámbito empresarial, ya que si todas las empresas se sumaran a la contribución de dichos objetivos, construiríamos un mundo mejor. Además ayudaría a la empresa a conseguir una posicionamiento sólido en el mercado y de la misma manera crear una imagen de marca favorable y mantener su reputación.

    También me gustaría mencionar que las empresas juegan un rol fundamental en problemas y cuestiones sociales y que pueden llegar a tener una gran influencia en ellos. Me parece muy interesante que las empresas reconozcan su responsabilidad y usen su poder de manera positiva y provechosa para contribuir al bienestar social y al desarrollo sostenible.

  12. Un tema muy interesante para debatir dada la situación extrema y global en la que estamos viviendo, el cual es la responsabilidad social y ambiental de las empresas. En estos últimos años, hemos presenciado un aumento en la conciencia colectiva sobre los problemas ambientales y sociales que enfrentamos como sociedad global. Las empresas, tanto PYMES como las grandes multinacionales, son actores clave en la economía mundial, dado que desempeñan un papel fundamental en la búsqueda de soluciones y en la mitigación de los impactos negativos.

    Tal y como se ha presentado en dicha reflexión, la misión y visión de una empresa son dos elementos clave los cuales deben de ser establecidos firmemente para que la empresa pueda actuar de manera más eficiente posible sabiendo quienes son y a dónde quieren llegar. Para ello, me parece esencial integrar el término de la RSC, no como objetivo final, sino como una base fundamental para cumplir tanto con la misión y visión de la empresa. La responsabilidad social corporativa implica que las empresas deben considerar no sólo sus resultados financieros, sino también los impactos sociales y ambientales de sus operaciones.

    A pesar de que estos aspectos de sostenibilidad muchas veces pueden parecer un gran desafío, a su vez, las empresas deberían de percibirlo como una gran oportunidad. Adoptar acciones con un impacto positivo en la sostenibilidad pueden generar ventajas competitivas sostenibles en cuanto a los competidores, por lo que la RSC también podría ocasionar impactos positivos en los resultados económicos. Además, dichas acciones pueden ser también una gran oportunidad para obtener clientes fieles, ya que cada vez más consumidores se preocupan por la sostenibilidad, la ética y la transparencia de las empresas a las que apoyan. Estos desean saber de donde provienen los productos que compran, cómo se producen y cuál es su impacto en el medio ambiente y en las comunidades locales. De esta manera, las empresas podrían generar una imagen de marca favorable.

    Por todo lo expuesto, está claro que a día de hoy son muchas las empresas que están adoptando una actitud mucho más comprometida en cuanto a su impacto en el medio ambiente. Sin embargo, me parece esencial la labor que debe ejercer el gobierno, estableciendo unos marcos regulatorios y políticas que fomenten la sostenibilidad y la responsabilidad social. Comparto totalmente la opinión de Maria de que es indispensable establecer unos mínimos que las empresas tengan que cumplir para que el desarrollo económico vaya de la mano del bienestar inclusivo y sostenible.

    En resumen, desde mi punto de vista es crucial que las empresas incorporen la sostenibilidad y la responsabilidad social en su estrategia empresarial. No se trata solo de una opción, sino de una necesidad imperante en el mundo actual ya que las empresas tienen un papel fundamental en la búsqueda de soluciones a los problemas globales, como el cambio climático y las desigualdades sociales.

  13. La visión sobre el propósito de las empresas ha evolucionado significativamente. De ser entidades enfocadas en generar riqueza para los accionistas, ahora se perciben como vehículos para que todos los grupos interesados logren sus objetivos. Las empresas tienen una posición privilegiada para afrontar los retos de la humanidad, desempeñan un papel fundamental en un círculo virtuoso donde todos los grupos interesados se benefician mutuamente.

    Es evidente que lo sostenible está en boga, pero lamentablemente también lo está el greenwashing. Ocurre cuando las empresas se presentan como más sostenibles de lo que realmente son, a menudo con el objetivo de mejorar su imagen pública o cumplir con las expectativas de los consumidores sin realizar cambios significativos en sus prácticas.

    Considero indispensable establecer mínimos obligatorios para garantizar un nivel básico de compromiso con la sostenibilidad por parte de todas las empresas. Sin embargo, integrar la sostenibilidad en la estrategia empresarial no debería limitarse únicamente a responder a fuerzas externas, como las medidas regulatorias del entorno político-legal. Para lograr un impacto real debe arraigar desde el interior de la empresa, siendo parte intrínseca de sus valores.

    En resumen, cumplir con los niveles mínimos puede ser un punto de partida, pero no debería ser el objetivo final. Debemos aspirar a mucho más que eso. La sostenibilidad requiere la colaboración de todos los grupos de interés incluidas las empresas, los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales y los ciudadanos. Cada uno desde su posición debe remar en una misma dirección.

  14. La sostenibilidad ha emergido como un tema de moda en el ámbito empresarial, donde se ha vuelto común hablar de su integración en las estrategias corporativas. Sin embargo, es crucial cuestionar la autenticidad de este enfoque y si las empresas están realmente comprometidas con la sostenibilidad o simplemente siguen una tendencia superficial para mejorar su imagen pública.

    En la actualidad, las organizaciones se encuentran bajo una creciente presión para demostrar su compromiso con el medio ambiente y la sociedad. A pesar de esto, me surge el interrogante sobre si este interés por la sostenibilidad es genuino o simplemente una estrategia de relaciones públicas para proyectar una imagen positiva. ¿Están las empresas adoptando prácticas sostenibles de manera integral en sus operaciones o solo están maquillando sus discursos con promesas vacías?

    Destaca la importancia de la sostenibilidad en la estrategia empresarial, argumentando que puede tener un impacto positivo a largo plazo en el desempeño de las empresas. Si bien es cierto que la sostenibilidad puede generar beneficios económicos y mejorar la reputación de una empresa, es fundamental analizar en profundidad cómo se está llevando a cabo esta integración. ¿Se trata de un cambio real en las prácticas y procesos internos o simplemente de una estrategia de marketing para atraer a consumidores más conscientes?

    Además mencionan casos de empresas que han adoptado la sostenibilidad en su estrategia, como la empresa de ropa sostenible Patagonia. Aunque estos ejemplos pueden resultar inspiradores, para mí es esencial evaluar de manera crítica la efectividad y el impacto real de estas iniciativas. ¿Estas empresas están logrando un cambio significativo en términos de sostenibilidad y rentabilidad, o simplemente están aprovechando la tendencia para mejorar su imagen de marca?

    Es crucial considerar los desafíos y obstáculos que las empresas enfrentan al intentar implementar estrategias sostenibles. ¿Existen barreras significativas, como costos adicionales o falta de apoyo interno, que dificultan la adopción generalizada de prácticas sostenibles? Estos desafíos considero que deben abordarse de manera honesta y transparente si se busca que la sostenibilidad sea más que una moda pasajera en el mundo empresarial.

  15. La sostenibilidad ha pasado a ser un tema central en las estrategias empresariales modernas. Pero, ¿es este cambio realmente transformador y duradero o solo una moda pasajera?.

    La sostenibilidad no es solo una palabra de moda; está convirtiéndose en una parte fundamental de cómo las empresas operan. Por ejemplo, Inditex y CIE Automotive la han integrado profundamente en su identidad. Esto sugiere que estamos ante un cambio verdadero hacia negocios más responsables. Muchos de estos cambios son causados por los reguladores, consumidores y otros grupos están presionando a las empresas para que adopten prácticas sostenibles. Las leyes y normas están haciendo que la sostenibilidad sea una necesidad, no solo una opción. Además, se ha demostrado que las empresas sostenibles a menudo ahorran costos y mejoran su reputación, lo que nos indica que aquellas empresas sostenibles tienen clientes más fieles y una mejor posición en el mercado

    No obstante, ¿Cómo podemos estar seguros de que la sostenibilidad no es simplemente una estrategia de marketing más, cuando muchas veces las acciones no coinciden con las palabras? Muchas empresas hacen uso del greenwashing, es decir muchas empresas solo aparentan ser sostenibles para mejorar su imagen, sin hacer cambios reales en sus operaciones. Esto puede dañar la credibilidad de los esfuerzos sostenibles. Algunos ejemplos son, H&M y su supuesta ropa eco o el de IKEA, la empresa hacía uso de madera ilegal para fabricar sillas. Pero, si la sostenibilidad es tan crucial, ¿por qué seguimos viendo tantos casos de greenwashing en lugar de acciones concretas y transparentes?

    Además, a veces, la sostenibilidad puede ser vista como un fin en sí misma, en lugar de un medio para alcanzar un objetivo más grande. Esto puede desviar la atención de los objetivos principales de la empresa y priorizar prácticas que no sean viables económicamente a largo plazo. ¿Es posible que las empresas estén confundiendo sostenibilidad con rentabilidad a corto plazo, comprometiendo así sus verdaderos objetivos a largo plazo?

    Por otro lado, la sostenibilidad puede impulsar la innovación, llevando a las empresas a encontrar nuevas soluciones y tecnologías que sean buenas para el medio ambiente y les den una ventaja competitiva. Esto puede crear un ciclo positivo donde la sostenibilidad y la rentabilidad se refuercen mutuamente. Además, emergen nuevos modelos de negocio como la economía circular y los servicios de producto, que reducen el desperdicio y generan ingresos recurrentes.

    Sin embargo, la integración de la sostenibilidad presenta desafíos, como la necesidad de inversiones iniciales significativas. Las empresas deben manejar cuidadosamente estos desafíos para maximizar los beneficios de la sostenibilidad en innovación y competitividad.
    Teniendo esto en cuenta podemos decir que una empresa se puede considerar realmente innovadora y competitiva en el mercado actual si no integra la sostenibilidad en su estrategia operativa y de desarrollo?

    En conclusión, la sostenibilidad tiene el potencial de ser un cambio transformador y duradero en las estrategias empresariales. Su éxito dependerá de la autenticidad de los compromisos de las empresas, la presión continua de reguladores y la sociedad, y la capacidad de integrar estas prácticas de manera equilibrada. El debate está en si las empresas pueden superar el riesgo de superficialidad y conflictos de intereses para lograr un impacto positivo y duradero.

  16. Un tema sumamente interesante e importante que sobre todo nos concierne a los jóvenes, que seremos los que soportemos el impacto medioambiental creado por la sociedad actual (y pasada). Está claro que, el hecho de que el movimiento social haya calado en la sociedad ha hecho que empiece a ser un tema importante para las empresas, ya que estas trabajan para la sociedad y son parte de la misma. Está claro que estamos haciendo avances en este terreno, pero puede que no los suficientes. En cualquier caso, considero que aunque los ciudadanos seamos conscientes de nuestro impacto ecológico e intentemos limitarlo, hay cosas que no podemos controlar completamente (el origen de la energía de nuestro centro de trabajo, por ejemplo). Es evidente que, al margen de que es imprescindible que los ciudadanos tomemos conciencia y acción para neutralizar la amenaza, los gobiernos deberían de limitar y regular a las empresas, ya que estas son las que más contaminan en general.

    En la actualidad obramos teniendo en cuenta el cambio climático y un posible calentamiento global, pero existen teorías que conjeturan que realmente el planeta podría estar acercándose a una nueva fase de glaciación (que constan de algunas bases teóricas). Teniendo esto en cuenta, me gustaría preguntar, ¿Creéis que alguna empresa está preparándose para este posible futuro? ¿Cómo podría afectar esta posible glaciación a una economía estratégicamente centrada en hacer frente a un fenómeno contrario?

  17. Claro está, que la sostenibilidad es cada vez un campo más apreciado por los consumidores, gobiernos y empresas. A pesar de que todavía queda mucho recorrido poco a poco vemos cada vez más cuestiones relativas a la sostenibilidad. Un claro ejemplo me parece que es la empresa Revolut, donde ahora, además de las inversiones que se han llevado a cabo durante toda la vida, nos ofrece invertir de forma sostenible, ¿Pero como es esto posible?. Revolut sabe que la sostenibilidad es cada vez más apreciada por la población, y mediante esta estrategia, lo que busca principalmente es ganarse un nombre en la industria financiera, así como que los gobiernos y resto de bancos lo vean con buenos ojos, ya que los neobancos (Trade Republic, Revolut etc.) cada vez consiguen mayor cuota de mercado. Sin embargo Revolut a conseguido esa diferenciación, sigue teniendo los mismos productos que muchos bancos ofrecen, pero además de todas las ventajas que ofrece le suma la sostenibilidad a la inversión.

    Para mí, este es un claro ejemplo de como esta cambiando toda la industria, donde hace 20 años, era impensable que la estrategia de una empresa, se basará únicamente en la sostenibilidad, sin embargo, ahora es cada vez más común y la oferta más abundante. Además, no solo con la sostenibilidad, muchas empresas hoy en día tratan de cumplir funciones sociales además de tratar de cumplir con su actividad principal. Anteriormente, las empresas se limitaban a maximizar beneficios sin importar la ética o la moral. Hoy en día tratan de atajar todas aquellas necesidades de sus grupos de interés, ofreciendo becas, ayudas, programas solidarios etc. Pero, ¿Hasta dónde van a llegar estas tendencias?. Esto es algo que queda por ver, ya que son relativamente nuevas, no obstante, cabe mencionar que muchas personas opinan que esto realmente se hace por dar una imagen, y no porque realmente sientan que deben hacerlo. Por ello, estas nuevas estrategias son muy discutidas entre los consumidores, porque mientras te venden sostenibilidad algunas tiendas de ropa, luego vemos como esa ropa es fabricada en fábricas Indias en condiciones infrahumanas, para mí, se debe lograr un equilibrio entre todo, y vosotros, ¿Cómo creéis que se debe responder a esta tendencia?

    1. Estoy completamente de acuerdo con la reflexión planteada en el artículo sobre cómo la sostenibilidad ha pasado de ser un tema secundario a ocupar un lugar central en las agendas empresariales. Este cambio, aunque tardío, refleja una transformación que puede ser tanto estratégica como cultural. Por otro lado, estoy completamente de acuerdo con lo que añade mi compañero Jurgen . Es evidente que la sostenibilidad se está convirtiendo en un pilar estratégico para empresas de todos los sectores, desde neobancos como Revolut hasta gigantes de la moda. La incorporación de productos como la inversión sostenible en plataformas financieras es un gran ejemplo de cómo las empresas están adaptando sus estrategias para alinearse con las demandas de los consumidores y los gobiernos. Revolut, al introducir esta opción, no solo busca diferenciarse de sus competidores, sino también posicionarse como un actor responsable en un sector cada vez más competitivo. Este enfoque refleja cómo la sostenibilidad se está utilizando como un elemento diferenciador clave, y no solo como una acción complementaria. Sin embargo, coincido plenamente con la cuestión planteada en la respuesta: ¿estas estrategias realmente surgen de un compromiso ético genuino o son meros movimientos para mejorar la imagen corporativa? Casos como el de las marcas de ropa que promueven iniciativas sostenibles mientras externalizan su producción en condiciones laborales precarias son claros ejemplos de la distancia que a veces existe entre el propósito declarado y las acciones reales. Este dilema entre marketing y acción genuina abre una discusión importante: ¿Cómo podemos los consumidores y los reguladores evaluar y garantizar que las empresas que promueven estrategias sostenibles realmente las implementen de manera íntegra? Por ejemplo, ¿deberían existir sistemas de certificación o métricas obligatorias que evalúen el impacto real de las estrategias sostenibles? Espero vuestras opiniones

      1. Es algo claro, que todo el tema sostenible es algo que está candente en nuestra sociedad y, que parece que tenga bastante calado. Por otro lado, en cuanto a lo que plantean Mateo y Jurgen sobre si las empresas quieren conseguir todo tipo de etiqueta medioambiental por simple misión y por que realmente lo creen y lo tienen en sus valores, o por el contrario lo hacen por puro interés estratégico, creo que la gran mayoría de empresas lo hacen más bien por lo segundo.

        No sólo las empresas, si no, por por poner un ejemplo, otros grupos de interés, como puede ser el político, en este caso, la Comisión Europea, desde 2023 considera la energía nuclear como energía verde, equiparándola a la eólica por ejemplo.

        Además, ¿cómo se puede saber si una estrategia es realmente sostenible? Por ejemplo, los coches eléctricos, que frente a los de combustión aparentemente son súper sostenibles y que contaminan mucho menos, en el momento de la fabricación de la batería, contaminan bastante más que uno convencional, y aunque durante la utilización se ahorre mucho, cuando acabe la vida útil esa batería contamina mucho.

        Además, como otra prueba de que lo verde se hace sólo si interesa, hay marcas como Audi que han cerrado sus plantas de coches eléctrico, porque simplemente no los venden. Si realmente lo tuvieran como parte de su misión el ser sostenibles, entiendo que intentarían buscarlo de alguna manera.

        Por lo tanto, a la pregunta que realiza Mateo sobre como podemos evaluar el impacto medioambiental de manera íntegra, yo creo que es imposible. Aunque haya sistemas de certificación, como en los coches para entrar a las ciudades, no podremos saber cuanto ha contaminado ese coche.

        Yo entiendo, y estoy a favor, de que haya zonas que sean de bajas emisiones y creo que hay que fomentarlas. Sin embargo, pienso que por que un producto en el momento del uso no esté contaminando, no quiere decir que en la producción no haya contaminado o que vaya a contaminar después.

        Por todo esto, pienso que el compromiso en las empresas se verá cuando los demás grupos realmente lo demanden. Si miramos a China, las empresas no se tienen que preocupar por que el de la sostenibilidad no es un tema que importe al Gobierno, y tampoco mucho a los propios chinos.

        Por lo tanto, pienso que la sostenibilidad dejará de ser una opción estratégica para ganar rendimiento económico y pasará al sistema de valores de las empresas, cuando los consumidores lo tengamos realmente interiorizado. Además, pienso que no debemos juzgar, y cada mercado irá evolucionando según vayan comportándose los diferentes grupos de interés.

        Por último, me gustaría preguntaros: ¿Compraríais antes un producto que es considerado más sostenible, con menores prestaciones, que un producto que no es sostenible pero con mejores prestaciones? ¿Por qué?

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