El consumo de plástico es uno de los mayores problemas en nuestro planeta hoy en día, siendo especialmente importante en el impacto medio ambiental el consumo de productos plásticos de un solo uso. Dentro de esta categoría de productos desechables se encuentran los de higiene femenina, como las compresas y los tampones, que suponen en la gran mayoría de las mujeres un producto de primera necesidad. Además, estos productos no solo resultan perjudiciales para el medio ambiente, sino que las principales marcas que acaparan el mercado también utilizan componentes como fibras sintéticas o dioxina, un derivado del cloro que actúa como blanqueante para dar una apariencia “más higiénica”. Esto favorece a crear un entorno idóneo para el desarrollo del temido síndrome del shock tóxico, frecuentemente vinculado al uso de tampones. Durante los últimos años, algunas mujeres se han concienciado del problema y han decidido usar la copa menstrual. Sin embargo, este es un producto con el que algunas mujeres no se sienten tan cómodas como con los tampones, y que en ocasiones no es tan conveniente.

Reinventar un producto de primera necesidad y adaptarlo a las exigencias actuales del medio ambiente

Por ello, al tener que pensar en un producto en el que trabajar durante la asignatura de marketing operativo, se nos ocurrió reinventar este producto de primera necesidad de forma que se adaptase a las exigencias actuales del medio ambiente y no resultara dañino para la salud íntima de la mujer. Para ello, nos basamos en en una cadena de hamburguesas cuyos vasos aparentan ser de plástico y, sin embargo, llevan serigrafiado “estoy hecho 100% de maíz”.

Mediante la transformación del almidón de maíz, se puede lograr un material biodegradable que a simple vista es difícil de distinguir del plástico tradicional, y que es capaz de descomponerse en tan solo un año.

Un aplicador fabricado de este material, junto con un tampón 100% de algodón orgánico y envoltorio de papel reciclado, serían los componentes para crear un producto de higiene femenina que rechace los ingredientes tradicionales y favorezca tanto al medio ambiente como a la higiene íntima, sin renunciar a la comodidad de un tampón.

Tras idear el producto y las características nos faltaba un nombre. Decidimos decantarnos por BetterU, un nombre que creemos inspira a las mujeres a ser la mejor versión de si mismas, siendo coherente tanto con su propio cuerpo como con el medio ambiente.

¿Os preocupa a vosotros como consumidores el consumo de plástico? ¿Creéis que se deberían reinventar los productos de plástico de un solo uso y transformarlos en productos que no dañen el planeta?

**Autores: Sergio Espluga, Irene Lorite, Clara Rodríguez, Leire Rodríguez